14|07|21 15:34 hs.
En el marco de la celebración
del 232º aniversario
del Día Nacional de Francia
y como es habitual, la Sociedad
Francesa de Tres Arroyos
prepara un acto especial. En esta
oportunidad, no será en el salón
de la calle 1810 por los cuidados
ante la pandemia por Covid-19,
aunque igualmente adquiere características
relevantes, debido
a que se va a inaugurar un monumento
conmemorativo en la
Plaza Francia de nuestra ciudad.
Se trata de un pedestal fundado
conjuntamente por la
institución y el municipio de
Tres Arroyos, que llevará en
su cúpula el conocido gallo
galo, un símbolo en el país
europeo. La obra artística
fue ideada y real izada por
Rocío Videla, tresarroyense y
residente por varios años en
la localidad balnearia de Claromecó.
Aunque hizo numerosos
cursos, puso siempre su
sello creativo en sus trabajos,
como en este caso.
La oportunidad será la indicada
para habilitar nuevos mástiles
que portarán las banderas
de Argentina, Francia, Provincia
de Buenos Aires y Tres Arroyos.
Entre los aspectos esenciales del
acto, se escucharán los himnos
nacionales de ambos países,
para luego proceder al descubrimiento
de placas y se pronunciarán
palabras alusivas por parte
del contador, Ricardo Messina.
La ceremonia oficial de inauguración
será hoy a partir de las
17 horas en el paseo público,
circunstancia en la que asistirán
autoridades comunales y de la
Sociedad que actualmente preside
la señora Mirta Besse.
La entidad gala invita a participar
del acto a sus asociados
y miembros de colectividades
extranjeras, recomendando los
cuidados sanitarios vigentes y,
agradeciendo al mismo tiempo,
la intervención en el monumento
de la arquitecta Zulema Arrupe
y el señor Roberto Pissani.
La jornada coincide con la
conmemoración de la Revolución
Francesa, un movimiento
político, social e ideológico,
que se desarrolló en Francia
desde 1789 hasta 1804, cuando
la monarquía absoluta de Luis
XVI terminó siendo sustituida
por el Imperio de Napoleón. El
estallido social de la población
culminaría el 14 de julio de 1789
con la toma de la Bastilla, la
prisión que era un símbolo de
la opresión monárquica.
Las principales consecuencias
fueron la abolición de la monarquía
y la proclamación de la
República. De esta manera, se
puso freno al ilimitado poder
del reinado, cuya autoridad no
estaba sujeta a control alguno,
a la desigualdad social política
y económica, a la falta de libertades
y derechos. Así, finalizaba
el absolutismo, el feudalismo, la
servidumbre y los privilegios del
clero y la nobleza. Allí fue que
surgió la idea de la Constitución
para la organización del Estado,
la cual luego fuera adoptada por
otros países. Estableció un régimen
republicano con derechos
para los ciudadanos y principios
de igualdad, libertad y fraternidad
entre los hombres.
A partir de la Revolución Francesa,
se produjo la abolición de
la esclavitud y comenzaron a
conocerse los primeros derechos
similares entre los hombres y
las mujeres. Además, nació “La
Marsellesa”, una canción que se
convertiría en el Himno Nacional
de Francia. Por todo lo expresado,
la Revolución Francesa goza
hasta estos tiempos de un prestigio
universal, con valores que
engendró y son adoptados por
las sociedades contemporáneas
del mundo entero.