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Tres Arroyos, JUEVES 28.03.2024
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La voz de los adolescentes en pandemia

En esta tercera entrega de La voz de los adolescentes en pandemia, los estudiantes del nivel secundario sorprenden con sus reflexiones y pensamientos sobre la realidad que todos vivimos. 

En este sentido, los organizadores del espacio destacaron los resultados positivos de la propuesta.
Diana Arias, asesora institucional de la Cámara Económica, resaltó el compromiso de las escuelas que generaron el interés en sus alumnos para participar de la propuesta.
“Quiero agradecer la respuesta de las profesoras de Literatura que se sumaron a la iniciativa y ayudaron a sus alumnos para compartir estas producciones tan valiosas. Estas tres entregas en La Voz del Pueblo fueron el resultado de un trabajo conjunto que tuvo el foco en crear un espacio más de expresión”, señaló. 
La directora de Cultura y Educación, Noemí Rivas dijo que “es muy importante dar un lugar al sentir de los y las alumnas en esta pandemia que nos atravesó a todos en forma abrupta. Desde el Estado municipal buscamos que tengan canales de expresión fomentando su participación y acompañando todas estas expresiones artísticas de los y las adolescentes”. 
Por su parte, la inspectora jefe regional de Gestión Pública, Vanesa Barani, expresó que “leerlos, descubrir su calidad y calidez en estas escrituras, registrar sus emociones, miedos, ansiedades es maravilloso. Es una realidad que cuando sus sentimientos se plasman en el papel se canalizan de otra manera. Escribir para otros, en otros contextos, habilitar de algún modo la palabra para quienes no siempre la tienen o la sienten habilitada. Hoy más que nunca creemos necesario abrir espacios y hacer circular la palabra y los sentimientos. Es una manera de ir construyendo algún tipo de trama. Si por momentos nos sentimos desconectados, aislados, necesitamos algo que anude sentido, que ayude a reparar y retomar”.
Barani concluyó diciendo que “es deber de nosotros los adultos generar experiencias genuinas que promuevan la participación de nuestros queridos y queridas adolescentes. Hay mucho por decir y escribir, los seguiremos leyendo”. 

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El año en que la tierra
obligó al mundo a detenerse
Por Amira González (*) 

El año en que la tierra obligó al mundo a detenerse 
Mientras estamos protegiéndonos
Las aguas vuelven a cristalizarse
El aire vuelve a ser puro 
Los árboles renacen 
Y los animales volvieron a lo que fue suyo
La naturaleza es tan mágica 
Que está renaciendo del mal que le hacemos
(*) Alumna de la Escuela Secundaria Nº1, modalidad Arte 

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Cómo me siento
Por Rocío Ayelén Sánchez (*)

Cuando empezó la pandemia 
lo tomé como un recreo, 
de las profes, preceptoras, 
colegio y compañeros.
Era loco porque recién 
habían comenzado las clases, 
pero me dije: ¡¡Que bueno!! 
Unos cuantos días sin clases. 
Lo raro es que los días pasaron, 
y ya no se sentía tan bueno.., 
Empecé a extrañar al cole, 
mis profes, mis compañeros. 
Y hoy estoy tan aburrida
por tanto tiempo encerrada, 
quisiera volver al cole 
aunque me cuesten las madrugadas.
(*) Alumna de la Escuela de Educación Secundaria N°2 

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Juntos en pandemia…
Por R.T. (*)

Sé que todos tenemos pensamientos diferentes respecto del tema de Covid… 
Para un adolecente no es fácil (y menos, para uno deportista). Las cosas cambian mucho… juntadas, salidas, amistades, hasta amores. Lo que sí, tenemos mucho en cuenta que varias personas en cuarentena se han encontrado con ellos mismos, han tenido tiempo para pensar en ellos, han pensado en cómo hacer las cosas. El estudio se volvió más fundamental que antes, y los pensamientos son distintos. 
Pero… ¿Qué me quedó por hacer en este 2020? En este 2020 quedan muchas cosas perdidas, mi último año como adolescente tirado a la basura, ya no salir más como un adolescente. Empezar a actuar como un adulto, tener más pensamientos para mis metas y menos pensamientos de salida… todas las actividades perdidas, deportes, el último año de estudio para pasarlo con nuestros compañeros -teniendo tanto por pasar juntos este año-. 
Como decía, todos tenemos distintos pensamientos. Pero este año aprendí a valorar: ¿valorar qué? Valorar cada día, valorar personas que hoy están, y, por cuestión de tiempo, problemas o distancia el día de mañana ya no. A valorar cada minuto en familia, valorar cada día de trabajo, y valorar la vida… ¿y qué de la vida? Por ejemplo la salud, el bien, los alimentos del día a día. Más que la salud de uno, la de los demás también. Empezar a pensar en las personas de afuera, cómo la pasaran, cómo estarán. 
Todos podemos pensar y opinar del tema porque somos libres, así todo nos podemos ayudar. 
Hoy por ti, mañana por mí. Entre todos salimos adelante. Muchas gracias Escuela Secundaria 4. 
(*) Alumno de la Escuela Secundaria Nº4 René Favaloro  
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¿Qué me quedará del 2020?
Por Marco Basualdo (*)
El 2020 fue un año muy malo para la humanidad, con los incendios,
problemas ambientales, climáticos y la pandemia. 
Lo que me va a quedar es lo irresponsables que somos los humanos, lo mal que manejamos el planeta y que no podemos salir a jugar, a relacionarnos con otra gente e ir a hacer deporte, ni salir al parque. 
Además de que nosotros no podemos quedarnos encerrados, porque siempre va a haber alguien que vaya en contra de lo que hay que hacer y de lo de está bien. 
Como algo positivo, aprendí a cuidarme solo con cuidados que antes nos parecían básicos y ahora son esenciales. 
(*) Alumno del Colegio Nuestra Señora de Lujan 

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El enemigo invisible 
Por Mateo Elías (*) 

Y volvió a ocurrir. De nuevo el mundo se enfrenta a una nueva problemática que viene desde hace tiempo causando muertes y que hoy en día no existe cura. 
Y un día despertamos y nos encontramos con las calles vacías, las veredas solitarias y limpias, la naturaleza en su máxima expresión, sin contaminación. 
Un enemigo invisible atormenta nuestras vidas sin imaginarlo, sin poder ponernos a pensar cuando ocurrió. Un arma letal que se lleva lo más preciado en esta vida, el poder de socializar, del contacto y del afecto entre personas. Sin creerlo, ya que lo veíamos muy lejos e imposible. 

Y un día el mundo cambió. Cambiaron las rutinas, los rubros empresariales, las personas, todo se volcó a lo que está atravesando el mundo, un problema que hasta ahora parece sin solución y se cobra vidas. 
De repente nos encontramos encerrados en nuestras casas, para poder combatir a este enemigo único, que parece conocerlo todo, y nosotros desconocerlo. 
En esta privacidad a la libertad de circulación, afloran herramientas incondicionales, como los valores que nos constituyen como persona, la solidaridad, la empatía, el amor, el compromiso de poder permanecer en nuestras casas para poder enfrentarlo, ya que parece ir de a poco llevándose a la humanidad. La gente reza, intenta distraerse con las cosas que puede hacer en casa, busca la distracción del mundo real hacia un mundo donde el enemigo no existe, donde podíamos salir de casa e ir a visitar a la abuela y al abuelo sin tener que poner en riesgo su salud. Parece también llevarse consigo nuestra cabeza y comenzar a volvernos locos. 
Nos invita a sumergirnos en la era de la tecnología, donde los medios virtuales son los nuevos lazos sociales. 
En toda historia existen héroes, y en esta son los médicos, quienes salvan vidas y arriesgan tanto la propia como la de su familia trabajando inalcanzablemente.
Las personas agradecen diariamente este sacrificio por parte de los médicos con pequeños gestos, que son indudablemente significantes y que motivan a seguir la lucha contra el enemigo, que todavía no hemos perdido. A la lucha la hacemos entre todos, cada uno, ya sea desde la casa o desde el hospital, ayudando así a derrocar un hecho que quedará marcado para toda la historia, generando un antes y un después en esta vida. 
Y un día todo acabará, las calles se poblarán de autos, las veredas de personas caminando, los colegios de chicos y así la vida continuará. Solo se espera que la naturaleza siga en su máxima expresión y que lo sucedido sirva de aprendizaje, para abrir los ojos y darnos cuenta de las consecuencias que le generan nuestras acciones al lugar donde habitamos, el daño que esto significó y como en tan poco tiempo que habitó el enemigo en nuestra tierra se puede reparar gran parte de la naturaleza de este mundo. 
Algunos lo llamarán como una de las peores pandemias de la existencia, otros rescatarán lo bueno en relación a la ecología, pero lo que sí será recordado siempre, que el mundo entero llora y llorará desconsoladamente a las víctimas, que por siempre quedarán en los corazones de los seres queridos. 
(*) Alumno del Colegio Holandés 

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Vivencias de un adolescente
en tiempos de pandemia 
Por J.C (*) 

Hola, yo vengo a contarles de manera digital, cómo estoy viviendo esta cuarentena debido al virus llamado Covid-19. Bueno los primeros días de esta cuarentena los vivía contento ya que pensaba que íbamos a tener 15 días más de vacaciones sin colegio y sin preocupaciones, ya que nadie sabía que esto se iba a extender tanto. Luego de estos 15 días, seguía un poco contento pero a la vez preocupado, porque ya no se sabía qué iba a suceder. Esto transcurrió hasta que el Presidente anuncio otros 15 días más de cuarentena. 
A esta fecha yo ya estaba un poco aburrido y asustado por todos los casos que empezaron a ocurrir en China y en otros países cercanos y ya se empezaba a decir que era posible que este virus llegue a Argentina. El aburrimiento se debía a que no tenía mucho que hacer en mi casa más que deberes y dormir. Esto se fue extendiendo y extendiendo de forma que pasaban los 15 días de
cuarentena y se le agregaban 15 más y así sucesivamente. 
Yo seguía aburrido, ya a esta altura el Covid había llegado a Argentina. 
Esto siguió hasta que en la ciudad de Tres Arroyos se flexibilizo la
cuarentena y se podía salir a caminar andar en bici etc., pero siempre respetando el protocolo. Yo salía a caminar, andar en bici. Luego de esto también se podían realizar juntadas, pero no más de cinco personas. Todo seguía normal, si se puede decir así, hasta que llego el Covid a la ciudad de Tres Arroyos. En ese momento estaba todo un poco tenso ya que muchos reclamaban que se baje de fase, otros decían que no iba a suceder nada. 
Yo estaba un poco preocupado en ese momento ya que pensaba que esto iba a ser como un choque en cadena, porque se iban a empezar a contagiar cada vez más personas.
Esto se dio así hasta el día de hoy, en este momento –mientras escribo- hay 58 casos positivos en la ciudad. 
No salgo mucho de mi casa, solo salgo para lo justo y necesario y sigo buscando cosas para hacer y no aburrirme.
(*) Alumna del Colegio Nuestra Señora de Luján 
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