07|06|20 09:14 hs.
No es extraño que valore de manera especial en sus años de trayectoria a la creación del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva durante 2007. Tampoco suena fuera de lugar que observe a la actual pandemia de Covid-19 como un hecho que mirado en retrospectiva -tiempo después- asome como quizá el más importante de su vida profesional.
La tresarroyense Diana Costanzo resume su trabajo en la actualidad, como periodista especializada en Ciencia y Salud de Radio Nacional, como un quehacer diario en la labor de mediar entre el rigor de la información que ayude a tomar buenas decisiones y la angustia permanente de la gente, en el marco de una extensa cuarentena.
Es periodista recibida en la Universidad Nacional de La Plata, y también locutora nacional por el instituto COSAL, vive con su esposo y colega Roberto Giovagnoli, con quien tiene a sus dos hijos, los mellizos Theo y Pedro de 16 años de edad.
Parada desde un lugar seguro de su trayectoria, agradece tener trabajo y sobre todo el haber podido vivir siempre de su profesión. De igual modo rezonga contra la precarización laboral de estos tiempos -que incluso es aprovechada por propietarios de medios en el contexto de la pandemia- y también lamenta que muchos de sus amigos y colegas hayan quedado en el camino, sin trabajo.
“Creo que a los sueños los fui construyendo, no sé si me imaginé en algún momento que me iba a dedicar al periodismo de Ciencia y Salud”, afirmó Diana
Pero desde ese lugar que pudo construir por sí misma, observa con orgullo haber logrado transitar el camino para convertirse hoy en una comunicadora especializada en Ciencia y Salud y, quizá en el actual contexto, la más informada sobre la pandemia en la misma Radio Nacional.
Desde el 18 de marzo se encuentra trabajando desde su casa, donde debe compartir espacios y tiempos con su esposo y sus hijos, ya que todos están en cuarentena en el barrio porteño de Villa Crespo.
Fue de las primeras en la radio en optar por el home office incluso días antes que comenzara a regir la cuarentena, por los riesgos que debía enfrentar durante su traslado en subte hacia los estudios de Radio Nacional.
A diario cumple la función de columnista en el programa “Buen Día” que de lunes a viernes -de 7 a 9- conduce Fernando Piana, pero durante toda la jornada es la voz de referencia, del informativo, al momento de divulgar las novedades de la problemática Covid-19.
Su experiencia en el trabajo diario de buscar y chequear información vinculada a temas tan sensibles como la ciencia y la salud, la llevan a resaltar la importancia de ejercer un buen periodismo en estos tiempos en donde permanentemente se corre el riesgo de tomar decisiones equivocadas si es que se consume mala información.
Las fuentes, los riesgos
Las largas horas que a diario le dedica a la información vinculada con la pandemia, la hacen defensora de la buena práctica profesional. “El periodismo tiene una gran responsabilidad al momento de discernir qué fuentes consultar para contar las historias que vamos a acercarle a las audiencias. Es fundamental que sean confiables, que tengan un sostén, anuencia científica y que no vayan a generar información falsa”, sostuvo.
En este sentido expresó que “en salud difundir información errónea intencionalmente -o no- tiene un riesgo, y el riesgo es que la población tome decisiones inadecuadas. Como por ejemplo que se promueva el uso de una medicación que no está probada científicamente y esto haga que la comunidad salga a comprar el medicamento a las farmacias. Digo esto porque ocurrió”, contó en relación a las polémicas afirmaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sobre la hidroxicloroquina.
La periodista tresarroyense expresó que “en salud difundir información errónea intencionalmente -o no- tiene un riesgo, y el riesgo es que la población tome decisiones inadecuadas”
El Ministerio y la Pandemia
Diana no duda en mencionar la creación del Ministerio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación como un hecho que reivindicó en 2007 a científicos e investigadores de nuestro país. De igual modo, no dejó pasar por alto que cuando fue degradado durante los años de gobierno de Cambiemos resultó complicado trabajar en ese contexto.
Pero al asociar un hecho que especialmente se haya cruzado con su profesión, no dudó en resaltar a la pandemia de Covid-19. “Si me corro un par de años para adelante -y lo miro desde un futuro- el desafío de cubrir una pandemia me parece que va a ser el más importante de mi carrera, como periodista. Es por todo lo que significa, y el reto de informar la incertidumbre que hay, que es lo más desafiante para un comunicador”, expresó.
Desempleo y precarización
En el cierre de su entrevista con La Voz del Pueblo, la misma Diana no quiso pasar por alto una triste situación. Al mismo tiempo en que se manifiesta agradecida por poder vivir de su profesión, lamenta el desempleo de colegas, los bajos sueldos y la precarización laboral del sector.
“En esta pandemia hay quienes aprovechan para precarizar aún más el trabajo de los -y las- trabajadores de prensa. Es importante que se conozca porque a los que no están en el medio les puede parecer que es todo lindo, pero hay una cuestión detrás que hace a la calidad de vida de quienes trabajamos de esto”, sostuvo al concluir.
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Construir un sueño en la profesión
Diana se recibió como periodista en La Plata pero sentía que podía mejorar la forma de comunicar, si también se convertía en locutora, carrera que estudió en la ciudad de Buenos Aires. De chica recuerda manejar el auto de la familia mientras escuchaba radio, sobre todo AM, algo poco común en ese entonces para alguien de su edad.

Diana en los estudios de la TV Pública, hablando sobre el Covid-19
Años más adelante con el diploma y con el carnet comenzó a hacerse lugar en el medio. Durante unos 14 años fue la voz de las noticias de la tarde en radio La Red, pero también paseó profesionalismo como informativista por radios como El Mundo, Rivadavia y Ciudad.
Desde hace 15 años además es profesora de la materia Práctica Integral de Radio 3, en ETER, una escuela de comunicación que goza de mucho prestigio y donde enseñan también otros grandes referentes de nuestro país.
Quizá el giro más interesante en su carrera se produjo después de haberse convertido en madre. A su regreso a Radio Nacional quiso un cambio, lo buscó y lo encontró.
“Creo que a los sueños los fui construyendo, no sé si me imaginé en algún momento que me iba a dedicar al periodismo de Ciencia y Salud”, afirma en un principio. E inmediatamente confió cómo fue que en esa vuelta a la radio no quería seguir en el informativo.
“Estaba un poco agobiada, había sido madre de mellizos y era muy demandante, pero quería hacer otra cosa. En ese momento había una sección de la radio que se llamaba ‘Contenidos’, y había un programa que nadie quería hacer, se llamaba ‘Conciencia y Trabajo’, era dedicado a la bibliografía científica”, contó entre risas.
Recuerda que se lo sugirieron como un último recurso. Pero sus ganas de generar un cambio pudieron más. Se entusiasmó, contactó a colegas que trabajan en esas mismas áreas del periodismo, y con el paso del tiempo le encontró una veta a la profesión “muy poco aprovechada en la radio pública” con la cual comenzaría a cosechar primero su propia satisfacción, y luego los reconocimientos profesionales del caso.