25|06|19 17:28 hs.
En conferencia de prensa, autoridades del Centro de Formación Profesional 401 destacaron la salida laboral que tienen los cursos que se dictan en la entidad. Y sobre esa cuestión, dos alumnos que en la actualidad desarrollan el oficio que aprendieron en la institución valoraron la posibilidad que tuvieron de adquirir en el establecimiento los conocimientos relacionados a un oficio, en este caso puntual, la carpintería.
Carlos Otero, director del Centro de Formación Profesional, indicó que “es bueno difundir los trabajos que se realizan institucionalmente y con el municipio. Más allá de eso, queremos difundir que los alumnos que asisten a los distintos cursos de la entidad tienen una salida laboral concreta”.
El directivo reconoció que suele haber “un desgranamiento” en los distintos cursos. Y sobre esa problemática, hay un instructor que lleva adelante un trabajo para tener en claro los motivos por los que se produce la deserción de determinado alumno.
Sin embargo, le dio un especial valor a la posibilidad que se les brinda desde la entidad a quienes buscan capacitarse para tener una salida laboral. Dio como ejemplo el caso de dos alumnos del taller de carpintería, a cargo del instructor Raúl Gorosito.
El capacitador, en tanto, manifestó que “los cursos que brindamos en el Centro de Formación Profesional son de un año, básicamente. La mayoría de los talleres tienen una rápida salida laboral”.
“Los cursos, dentro de su desarrollo, tienen algunas enseñanzas transversales, pero también los alumnos aprenden a usar las herramientas más indispensables para que ellos puedan desarrollarse de manera completa”, señaló Gorosito.
En primera persona
Juan Pablo Villadeamigo y Joaquín Leguizamón contaron sus experiencias en torno a sus respectivas actividades en el mundo de la carpintería, oficio que aprendieron a partir de los conocimientos adquiridos en la entidad.
“El Centro de Formación Profesional me dio las herramientas como para poder aprender sobre carpintería. A partir de eso, pude emprender mi proyecto propio”, manifestó Leguizamón, de 21 años.
Por su parte, Villademigo también valoró lo que le brindó la institución. “Lo más destacable es la posibilidad que el centro posibilita de aprender un oficio y las herramientas que da para que uno pueda desarrollarse y cumplir objetivos”, manifestó.