Policiales

El caso Los Agustines, los dos adolescentes

A dos años de dos muertes que marcaron a Benito Juárez

09|01|19 09:20 hs.

La madrugada del 9 de enero de 2017 ocurrió una tragedia colmada por igual de dolor y misterio. Comenzó cuando dos pibes, amigos del pueblo, no de esos que caminan juntos todo el día, sino de los que comparten algún gusto en común de vez en cuando, se dirigían a pescar a una laguna de la zona y horas más tarde, uno de ellos apareció muerto junto al otro, agonizante, en una banquina de la ruta 86. Siete meses después también dejaría de existir en un hospital de Bahía Blanca. 


Salieron bien temprano en sus bicicletas. Iban por el camino provincial cuando decidieron detenerse un momento en el kilómetro 155. La escasa visibilidad del alba, tal vez la intensa niebla que a esas horas inunda esa región, les impidió notar que debían alejarse un poco más del extremo de la cinta asfáltica, lo suficiente como para evitar el contacto con uno de los extremos de la armadura metálica que era transportada de manera antirreglamentaria por un camión Ford F7000, conducido por Guillermo Alzugaray. Hoy, uno de los dos imputados de ambas muertes, en este caso por "doble homicidio culposo calificado", y Mauricio Fiorentino, el albañil y bombero que lo acompañaba en la ruta en aquel momento, al que la fiscal del caso, la doctora Laura Margaretic, acusa de "encubrimiento", ya que sostiene que colaboró en alterar la escena del hecho cambiando de lugar ambos cuerpos. 

Justamente, esta última imputación es la que está directamente relacionada con el misterio que envolvió al caso y arrastró a la locura a varios vecinos de Benito Juárez.

Reclamo y locura 
Es que, al hallarse los cuerpos en una banquina, sin indicios de haber sido parte de un incidente de tránsito y con una escena de los hechos preservada de manera presuntamente deficiente (la propia fiscal reconoció en su imputación que la única mancha de sangre que había en el asfalto, producto del impacto de los chicos contra el suelo, había sido pisada por la ambulancia al llegar al lugar), derivó en una falta de respuestas que colmó la paciencia popular. Así, varios lugareños indignados y enfurecidos tomaron la comisaría y llegaron a quemar la casa de un vecino al que se acusaba de oscuras maniobras de venganza jamás probadas. 

En ese sentido, la causa permaneció aparentemente congelada hasta fines de 2017, cuando la ayudante fiscal de Benito Juárez, doctora Paula Rodríguez, junto a Alejandra Bustos, madre de Agustín Bustos, y Daniela Guzmán, madre de Agustín Rodríguez, presentaron públicamente a imputación formulada y los respectivos acusados, al tiempo que, en el caso de la doctora Margaretic, remarcó que siempre se había inclinado por la hipótesis de un accidente vial.

Sin embargo, la falta de novedades durante el año, generó marchas en reclamo de Justicia e información sobre el estado de una causa que parecía encaminarse hacia un destino de impunidad, como así también duras críticas públicas de familiares y allegados al poder político y Judicial de Benito Juárez. Posteriormente, trascendió que las madres habían ofrecido sus disculpas al blanco de sus afirmaciones. 

Lo último que se supo del caso es que ambas imputaciones fueron elevadas a juicio en noviembre pasado, aunque por el momento la Justicia de Azul debe fijar fecha para el debate. Los dos acusados, llegarán libres al banquillo. Los delitos por los que están imputados no prevén pena de prisión.