La noticia del procedimiento había sido confirmada por Francisco Ibarra, abogado de la familia Herrera. «Alguien se comunicó con Policía Científica para sostener que en esa casa había una nena de rasgos similares a los de Sofía. A la vez, Policía Científica se contactó con el juzgado de Río Grande que investiga la causa, y se dispuso el allanamiento y la recolección de pruebas», contó el letrado.
«Estamos expectantes de los resultados», había dicho Ibarra antes de que el fiscal asegurara a Clarín que las pruebas fueron negativas. «Queremos ser sumamente cautos, porque ya se vivieron situaciones similares en muchas oportunidades», advertía el abogado.
Según contó, este año se recibieron entre 20 y 25 fotos de personas que aseguraban haber visto a una chica de rasgos similares a los que podría tener Sofía diez años después de su desaparición.
«Ya se había investigado el caso de esta nena, que vive con una familia gitana, pero esta vez se detectó que la documentación de la nena estaba adulterada», describió Ibarra. Por el contrario, el fiscal Escoda sostuvo: «Esta familia tenía papeles que acreditaban la guarda de la nena desde 2004».
«Que los documentos fueran falsos llamó la atención y por eso el juez Daniel Cesari dispuso estas medidas de prueba. Se está pidiendo la extracción de huellas digitales y análisis de ADN para tener toda la información que se pueda respecto de la menor. Tenemos expectativas pero por ahora es una reiteración de otras situaciones», agregó Ibarra, en diálogo con TN.
Sofía Herrera desapareció el 28 de septiembre de 2008 en un camping ubicado a 58 kilómetros de la ciudad fueguina de Río Grande, cuando tenía 3 años. (Clarín)