Fotos: Valentin Alonso

La Ciudad

La inquietud de conocer, experimentar y crear

Cintia Verkuyl: “Es muy lindo crecer y con un equipo todo es mucho más fácil”

19|11|23 09:22 hs.

El jueves presentó una nueva línea de Mooi, su marca de dermocosmética que posee ya más de 70 productos. Habló con este diario sobre la formación como farmacéutica, la inquietud de “buscar más”, el trabajo en el laboratorio y el valor de encontrar el equilibrio 


El primer contacto de Cintia Verkuyl con el mundo de la química fue a través de un juego que en la infancia tenía uno de sus hermanos, Eugenio, quien por una elección de vida se formó años después como locutor nacional y ejerce tal profesión. “Siempre me gustó experimentar”, afirma Cintia en una conversación con La Voz del Pueblo.

El jueves presentó la nueva línea de Mooi, marca de dermocosmética que creó hace tres años, período en el cual logró un avance muy importante. Detrás de esta iniciativa hay una historia, un desarrollo personal y profesional, junto al equipo de trabajo y con el respaldo de su familia.

El laboratorio

A fines de 2003 se recibió de farmacéutica en la Universidad Kennedy, en la ciudad de Buenos Aires. “Volví a Tres Arroyos, no me quería quedar en la capital -recuerda-. Ya en enero de 2004 estaba trabajando, pasé por varias farmacias. En octubre de 2006 empecé con mi propia farmacia, en la avenida Moreno”.

Desde que dio los primeros pasos tuvo la actitud de intentar crecer. “Fui haciendo de todo un poco, con la inquietud de buscar más. Nunca fui la farmacéutica de cortar troquel y pegar, lo hago también, pero traté de llegar a la salud de otra manera”, explica.

En este sentido, le resultó interesante “incursionar en un laboratorio, porque ahí se trabaja de otra forma”. Inició esta tarea en un espacio de dimensiones reducidas, con los elementos disponibles, de a poco y -señala- “cuando pude realizar una reforma, hice el laboratorio como quería”.

Disfruta de estudiar, sumar conocimientos, aprender. “Diría que el 90 por ciento de los temas vinculados con la salud me gusta mucho. Ahora estoy aprendiendo sobre medicina ortomolecular, que habla de no anular el síntoma si no hacer que tu cuerpo funcione adecuadamente”, indica.

Las raíces

En este contexto, nació en 2020 Mooi con las dos primeras líneas y actualmente, posee más de 70 productos. La palabra Mooi es de origen holandés, significa “lindo, bello. Para mí es encontrar tu propia belleza, cuidarte y siempre demostrar lo que tenemos adentro. Hay mujeres que no quieren una sola arruga y mujeres que quieren envejecer respetando sus marcas. Es el concepto integral que busco de belleza, respetar los procesos personales”.

Cintia sonríe al hacer referencia a la cantidad de productos de Mooi. “Es un montón -exclama-. Empecé a pensar las dos primeras líneas en 2019 mientras hacía los cursos de química cosmética y cosmetología y durante todo 2020 lo desarrollé”. Utilizó para nombrarlas también palabras neerlandesas, Bloem y Goud, cuya traducción es flor y oro, “para mujeres en la flor de la edad y destinadas a aquellas que se encuentran en la edad dorada”.

  Los términos elegidos obedecen a las raíces. Sus abuelos paternos y su abuelo materno nacieron en los Países Bajos; mientras que la abuela por parte de su mamá nació en Argentina, pero era hija de pioneros inmigrantes holandeses.

La expansión de Mooi fue consecuencia -entre otros motivos- de la dinámica que tuvieron las consultas. “Comenzamos luego a agregar porque nos fueron realizando pedidos. Se acerca una clienta y comenta ‘tengo una piel más seca’, entonces necesita una crema de limpieza, así fuimos incorporando. Todavía me falta, por ejemplo, la parte de piel oleosa, la hago puntualmente pero no la tengo completa”, observa.

Las necesidades y requerimientos, en ocasiones, dan lugar a una atención personalizada. Al respecto, cuenta que “buscamos la textura que más le guste a la clienta o el efecto que más le interesa. Acompañamos muchos procesos. Uno de ellos es aumentar la autoestima. También a mujeres que están con algún tema de oncología, es complicado empezar a ver tu cara distinta, perdes el pelo, ayudamos en ese momento”.

Que se produzca una evolución es sumamente gratificante. Cintia relata que en la presentación, el jueves por la tarde, “tres personas vinieron y me dijeron ‘mirá mi cara’, realmente se notaba un cambio. Pero además se percibe que están felices porque tienen su cara mejor. Es un círculo virtuoso”.

Con mucho gusto

En junio del presente año concretó otro paso fundamental, porque “salió el registro de la marca”. Completar las tramitaciones “lleva más de un año”.

 A partir de las repercusiones, percibió la dimensión de lo que había conseguido: “Es como que voy haciendo, y a veces no caigo realmente en lo que significa. Ese día, cuando le conté a todas las clientas por redes lo que había sucedido fue un boom, aprecié que era un avance grande”.

Dos farmacéuticas forman parte del equipo que ha conformado. Son su sobrina Ailén Verkuyl y Victoria Hurtado. “Es muy importante, porque tengo la seguridad de que las cosas se están haciendo de la misma manera que las haría yo”, destaca.

Es la forma de dar continuidad a un camino positivo. Cintia argumenta que “muchas veces estoy en lo teórico o en el armado de la rutina, en el armado de productos nuevos, en la atención. Y las pruebas las vamos haciendo en conjunto. Sobre todo si uno tiene esto lindo de querer crecer, con un equipo es mucho más fácil”.

Con inversiones, se incorporó tecnología en el laboratorio. “Teníamos un agitador chiquito, o un batidor de pequeña dimensión, muchas cosas de cocina se adaptan al laboratorio. Hoy trabajamos con una mezcladora industrial, con una microdosificadora para envasar. Tenemos dos envasadoras distintas, se va apostando todo el tiempo a mejorar”, sostiene.

En forma paralela, deben realizar las tareas de “la parte del laboratorio de farmacia. Vamos haciendo de todo a la vez”.

 Se siente muy identificada con su profesión. “Venir a la farmacia no es un laburo, me encanta llegar y meterme en el laboratorio. Encontré mi lugar, lo hago con mucho gusto”, subraya.

Sentirse bien

Es tiempo de agradecer. “A mi equipo completo de la farmacia -puntualiza-.Para poder estar en el laboratorio tengo que delegar, la verdad que las chicas están trabajando muy bien”.

Ocupa un lugar central “mi familia, mis dos hijas que comparten la pasión y van para todos lados conmigo”. Menciona con gratitud “a mis viejos que siempre apostaron a lo que yo quise hacer, mis hermanos, mis cuñadas, mis sobrinos, todos apoyando”.

Otro pilar constituye “el grupo divino de amigas y amigos. Les cuento que voy a hacer un evento y enseguida me dicen ‘¡qué bueno! ¡metele!’”.

 Está acompañada por “todo un equipo. Desde una asesora de imagen, una terapeuta, trabajo con nutricionista para poder llevar adelante todo lo que quiero hacer. Tiene que ser integral”, reitera.

Deja en claro que “no es solamente la imagen que uno da. Yo me tengo que sentir bien con lo que estoy haciendo, si me estreso al final repercute mal, hay que saber ir equilibrando. Me podría pasar el día entero en el laboratorio, pero es un poquito de todo, actividad física, alimentación, terapia”.

Una de las vías de contacto habitual con las clientas y con la comunidad es Instagram, a través de la cuenta @mooidermocosmetica. “Tuve mucho tiempo en que no me animaba a contar lo que hacía y lo que sé. Después de la presentación del jueves muchas clientas me dijeron ‘¡cuánto que sabes!’. Antes pensaba ‘¿qué tengo para decir?’ ‘¿quién me va a escuchar?’. Dar ese paso fue un proceso personal también”, concluye.

Fotos: Valentin Alonso





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