David Liébana junto a sus hijos

La Ciudad

Testimonios: vivirlo desde ambos lados

01|10|23 12:11 hs.

La palabra de quienes realizaron un tratamiento en el Centro Municipal de Salud y una mirada desde adentro, que refleja las vivencias cotidianas detrás de los cambios


Como paciente


David Liébana tenía 27 años, una vida muy activa, estudiaba Educación Física y le dedicaba muchas horas al ciclismo, por lo que cuando comenzó con dolores se los adjudicó a demasiada actividad deportiva. Pospuso los controles hasta un año después, aun sintiendo dolencias.

 Tenía contacto asiduo con los doctores Domínguez, Rodríguez Forgues y con Luis Grignoli en su vida profesional, por lo que el ámbito médico no le era ajeno. Cuando se realizó una ecografía urgente y el mismo día recibió el diagnostico; lo primero que pensó era en el impacto que iba a producir esta noticia en su familia. Había perdido el trabajo hace muy poco tiempo por lo que todo se tramitó desde el hospital. Mencionó de forma significativa a los doctores Bruno, Aldaya, Grignoli además de la atención que recibió; la contención que todos le brindaron a su familia. Luego de la cirugía realizada también en el hospital, comenzó a escuchar la palabra quimioterapia; algo de lo que no sabía nada.

 “Recuerdo muchos momentos compartidos, pero por sobre toda la contención recibida y el cariño demostrado por todo el equipo, pero por sobre todo por Natalia y María Esther. Es tanto lo que hicieron que solo como ejemplo recuerdo que me acercaban una estufa cuando tenía frio durante la quimio y el sostén que realizaban para con mi familia; padres y hermanos. Lo que quiero destacar es que se puede, que hay que creer y que yo hoy tengo una vida completamente normal”, afirmó. 


Juliana Quintana




 Juliana Quintana tiene 47 años, paciente recuperada de cáncer de mama, comienza la charla diciendo que tiene un nieto y otro nieto en camino y que gracias a la doctora Domínguez los puede disfrutar. Una palabra que se repite sin cesar en toda la conversación. 

 En su relato, Juliana destacó las distintas intervenciones que tuvieron los doctores Leguizamón, que es quien hace la detección. Palermo y Gentile, quienes la atienden y la operan; y específicamente desea que se destaque la calidad profesional y humana de estos médicos que la atendieron en el hospital, dado que no cuenta con obra social.

 Luego vino la quimioterapia, el transcurso en el servicio de Oncología y los rayos en la ciudad de Bahía Blanca. “Hace 4 años, que disfruto la vida de una manera muy especial. No tengo palabras de agradecimiento para Natalia, María Esther y para el hospital. Es un orgullo que a partir de ahora podamos tener un área con las necesidades que presenta esta enfermedad. Este es un paso muy importante, y deseo que a futuro tengamos la posibilidad de realizar los tratamientos completos en nuestro hospital”, señaló. 

Con emoción contenida, dijo que “cuando superas el cáncer te ayuda a disfrutar. A valorar. A no callarte nada. Después se vive diferente”. 


Como personal de salud


Norma, del área de Comunicación Institucional, hace referencia en primera persona a “las manos que construyeron este sueño”

Hace muchos años que escribo las historias que transcurren puertas adentro del Hospital Provano, sin embargo hoy les pido permiso para hablar en primera persona, con la mirada de una niña a la que el cáncer no le permitió seguir disfrutando de su padre, hace más de 30 años atrás, y esa última mirada que permanecerá siempre fue en una de las viejas habitaciones de internación. Muchos años después, la vida me permite vivir la experiencia de compartir este sueño desde el minuto que se comenzó a pensar hasta hoy que es casi una realidad. Desde que Diego Rodríguez dijo: “vamos a construir Oncología” para Tres Arroyos, horas de gestión, organización, planificación y realización del proyecto pasaron hasta que por fin, entre el ruido de la demolición cayó el primer ladrillo, de lo que fue el primer quirófano de Tres Arroyos y después fue la farmacia. Ahora sería Oncología. Ahora la vida me permite compartir el trabajo de mis compañeros del plan de mejoras. 

 ¿Porque les cuento esto? ¿Porque me doy el permiso de transmitir esta nostalgia dulce? Porque necesito que sepan del valor de cada una de las manos que construyeron este sueño, que están construyendo salud para Tres Arroyos y que son parte del personal que día a día trabaja en el hospital. A Oncología lo construyeron ellos, los mismos que día a día se “enojaban” entre risas cuando entrabamos a sacar una foto o hacer un video. Otra vez ustedes acá era la frase. Nosotros queríamos registrar esos momentos que construyen nuestra historia cotidiana. Esa que ahora les queremos contar y mostrar. Cristian y José a cargo de la obra me cuentan cómo fue que comenzaron este proyecto: con la demolición del antiguo sector del primer quirófano municipal. 


El arquitecto Cristian Casablanca, uno de los integrantes del equipo del plan de mejoras




 “El primer ladrillo comenzó a caer en octubre de 2022, mientras que íbamos realizando otras obras paralelas como las remodelaciones de los CAPS. Empezamos con la demolición, extracción de pisos y cañerías deterioradas de ese antiguo quirófano, se extrajeron los revoques y cielorrasos. Luego, las tareas de albañilería, colocación de pisos a nuevo, instalación eléctrica, aberturas y pintura, señalética e identidad. 

Ampliamos el espacio para el nuevo sector de producción de medicación, la cabina biológica que fue aportada en el mes de julio de este año por el Ministerio de Salud, gracias a las gestiones de Cuto Moreno y el gobernador Kicillof, junto con sillones de quimioterapia, una cama electrónica. 

 “Para el funcionamiento de la cabina biológica necesitamos realizar instalaciones con extracción de aire forzado en el ambiente; ya que desde el equipo se eliminan las partículas toxicas de la atmosfera. Para proteger al paciente y al profesional que realiza la medicación. 

 Logramos así ventilación, iluminación natural y artificial, la accesibilidad necesaria y las dimensiones adecuadas para la cantidad de atenciones requeridas en el servicio” relata con minuciosidad, Cristian Casablanca. Nuestro arquitecto. 

 Todo esto lo hicieron ellos; Cristian, al que ya mencioné, José González, jefe de Área; Marcelo Condori, Rubén De la Rosa, Nicolás Barroca, Roberto Merlo, Lautaro Escudero, Néstor Antonini y José Moran, este es el equipo del plan de mejoras. 

 Así en primera persona necesito contarles que el hospital tiene actividad asistencial las 24 horas por lo que realizar la logística para que todo siga funcionando al mismo tiempo que se construye un sector requiere de personal con experiencia y manejo técnico de distintas especificidades. 

Lo tenemos y en esta oportunidad es necesario destacar el valor del trabajo de este equipo, que conoce y trabaja todos los días en un ámbito tan complejo como el sanitario y hacen realidad la frase que tanto usamos acá adentro del hospital “Unidos construimos salud”. 

 Esto se los cuento con emoción, y es la misma emoción que hoy embarga a directivos, Comisión de Amigos y a todos los que de una u otra forma hicieron de este proyecto una realidad que está a muy poco tiempo abrir sus puertas a todo aquel que lo necesita. Así llegamos desde la gestión a la realidad. 




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