También puntualizó que “tiempo después del hecho la agrupación Montoneros se adjudicó el atentado que fuera conocido mediáticamente como “operación traviatta”.

Del mismo modo, mencionó que “el general Perón dijo en el velatorio de Rucci: `’Me mataron a un hijo. Esos balazos fueron para mí, me cortaron’, lo que grafica la estima que el líder sentía por el dirigente sindical”.

Hizo referencia al contexto histórico “de un país en plena ebullición política y social, con la vuelta del líder político más fuerte y con más apoyo popular en la historia de la democracia argentina, quien había ganado las elecciones hacía solo dos días antes del crimen, con más del 61% de los votos. Rucci era por entonces el secretario general de la CGT y el hombre cercano a Perón, uno de los impulsores de su regreso al país luego de 17 años de exilio”.

Eran tiempos en que “el peronismo se debatía en una feroz interna, entre el movimiento obrero y los movimientos organizados de la juventud y grupos guerrilleros”.