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Cumplió en forma reciente 25 años de servicio en Claromecó. En diciembre va a pasar a reserva. Recordó los incendios grandes en la Estación Forestal y también en el comercio que pertenecía a Víctor Dubovik. Destacó que “en el cuartel hay mucho compañerismo”
Ceferino Peralta recibió el 22 de mayo el saludo y agradecimiento del cuerpo activo de bomberos voluntarios de Claromecó y de la comisión directiva, porque cumplió 25 años de servicio. “No formo parte de una familia de bomberos, pero siempre tuve vocación de ayudar”, afirmó ayer en un diálogo con La Voz del Pueblo. Hoy se celebra el Día del Bombero Voluntario y es valioso compartir su experiencia en esta tarea.
Sus inicios tuvieron lugar en 1997. “Me gustó, me acerqué al cuartel a mirar. Lo conocí a Roberto Bancur, empecé a ir. Trabajaba con (Juan Carlos) Tachuela Rens, quien era bombero, me dijo e insistió ‘vamos al cuartel’. A través de él me inscribí”, recordó.
Por entonces, el aprendizaje se producía en las mismas salidas, ya en los hechos. “Te inscribías y luego te iban enseñando en la medida que pasaban las cosas, durante los incendios u otras salidas. Ahora hay un examen de ingreso, se necesita estudiar muchísimo. En mi caso, me inscribí y al otro día en la noche tocó la sirena, salí como parte de una dotación a apagar un incendio. El jefe era José Souto, también estaba como bombero Victorio Lamberti”.
Tiene 52 años y durante todo este tiempo, vivió siniestros de magnitud. “Lo que más te afecta es cuando tenés víctimas”, señaló.
Se desempeñó en los incendios que se produjeron en el Vivero en los primeros días de enero de 2001 y también en enero de 2014. “En 2001 estuve casi quince días adentro del Vivero, trabajando ahí, no volvía a mi casa. Comíamos allá, nos tirábamos agua con la manguera y nos lavábamos. Dormíamos un poco entre las cortaderas y después seguíamos”, relató. El cuartel tenía una menor cantidad de bomberos que en estos días, “no disponía de un número que permitiera hacer relevos, éramos pocos. Hoy se pueden hacer cambios de personal”.
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El artículo principal publicado por este diario el 2 de enero de 2001, sobre el incendio en la Estación Forestal
Con mucha claridad, puntualizó que “yo estaba pescando cerca del Médano Blanco, vi semejante humo que me dirigí hacia el cuartel. La mayoría de mis compañeros ya estaba trabajando, así que fui hacia el Vivero”. Reiteró que “estuvimos poco menos de quince días. Se terminó apagando por la lluvia, pero nuestra intervención no termina cuando desaparecen las llamas. Hay que hacer la revisión de cenizas hasta dejar todo frío, para que no vuelva a surgir”.
Sobre el siniestro que ocurrió el 6 de enero de 2014, sostuvo que “fue un día. El fuego caminó muy fuerte, pasó muy rápido por el viento. Cuando demanda mucho tiempo, como en 2001, te desgasta. Estás en medio del humo varios días, es muy cansador”.
Le otorgó relevancia a la cantidad de efectivos con que dispone el cuerpo activo y la evolución en el equipamiento. “Hoy contás con una bomba que te permite trabajar a gran distancia. En otra época, la bomba era con un motor externo, un Falcon o un Chevrolet que usábamos de motobomba, una toma de fuerza para poder llegar a tirar agua. Tenemos camiones nuevos, materiales para utilizar que son modernos y muy buenos”, valoró.
También se desempeñó en el incendio de gran magnitud que se registró en Víctor Sport, comercio de la familia Dubovik, en la madrugada del 23 de enero de 1999. “Yo estaba trabajando en la planta alta con Rodolfo Mir, quien se quemó la cara luego que se reventara una lata de aceite. Era muy peligroso, había muchos elementos y productos en el lugar”, expresó.
Por otra parte, hizo referencia al Barrio Parque Dunamar, donde “hablamos para que tengan cuidado. Hay muchas plantaciones. Se colocaron carteles por todos lados, no dejamos hacer fuego. Si tomamos conocimiento, vamos a cualquier hora y apagamos, también en los médanos. Con el viento nunca se sabe que puede pasar”.
La prevención es clave. “Hicimos relevamientos de los zepelín que hay, algunos se encuentran abandonados o en malas condiciones y tienen gas adentro. Siempre trabajamos en estos temas, charlamos con los vecinos y turistas, es algo que conversamos con el mismo delegado”, explicó.
En este sentido, consideró que “a veces la gente no se da cuenta el peligro que puede haber. He visto en el Pozo de Alonso personas haciendo fuego cerca de las plantas, si te acercas y explicas el peligro que representa su proceder reaccionan bien. Nunca he tenido problemas, al contrario lo entienden”.
La familia
Mostró gratitud con su esposa y sus cinco hijos, porque “si no tenés el apoyo de la familia, no podes ser bombero. La familia es un bombero más, mi mujer está en la comisión desde hace aproximadamente ocho años”.
A modo de ejemplo, comentó que “estás con amigos, en una cena, toca la sirena y dejás todo. No sabés si vas por diez minutos, por un día o dos días, al llegar al cuartel no tenés conocimiento acerca de con qué te vas a encontrar. Y estamos las 24 horas disponibles. No hay horario”.
“Le tenes que dedicar mucho tiempo, yo en el mes estoy yendo veinte días al cuartel, uno deja muchas cosas de lado. Si vos lo sentís, tenés que cumplir con el cuartel”, subrayó.
Un ciclo
Durante la entrevista, le otorgó relevancia al compañerismo. “No quieren que me vaya -señaló-. En diciembre dejo el cuartel, paso a reserva. Puedo seguir hasta los 60 años, pero voy a dar lugar a otros chicos”.
La posibilidad de pasar a reserva surge después de los 25 años de actividad. “Si te necesitan, en un siniestro grande o emergencia, te llaman. Es un ciclo, te duele por todo lo que has vivido, pero es así y está bien, es la realidad”, manifestó.
Finalmente, dijo que “todos los chicos están muy bien capacitados. Sucede que uno cuando sube al camión va tranquilo, es algo que te da la experiencia. Por el contrario, si vas mal, ellos trabajan también mal. Estoy muy agradecido al cuerpo activo, a la comisión, a todos los bomberos activos y de reserva de Claromecó”.
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Actos y reconocimientos en
el cuartel de Tres Arroyos
Hoy se desarrollará un programa por el Día del Bombero Voluntario. Mañana habrá una ceremonia de jura, ascensos y distinciones
La Sociedad de Bomberos Voluntarios de Tres Arroyos dio a conocer los actos que se realizarán hoy, con motivo de celebrarse el Día del Bombero Voluntario.
El cronograma establece que a las 8.30 se procederá al izamiento de la bandera, tras lo cual tendrá lugar un desayuno; a las 9.30, ofrenda floral en el monumento al Bombero Voluntario, ubicado en la Plaza Pellegrini; a las 10, homenaje a los bomberos y dirigentes fallecidos, en el osario del cementerio municipal.
En tanto, mañana a las 15 horas se realizará en instalaciones del cuartel, con la presencia de autoridades y familiares, una ceremonia de jura a los Reglamentos Bomberiles por parte de los nuevos integrantes del cuerpo activo. Se llevará a cabo la designación de ascensos y reconocimientos por antigüedad en el servicio. Posteriormente, se compartirá un chocolate.
En Bellocq
Como cada año en el Día del Bombero Voluntario, hoy por la tarde se realizará un acto en el cuartel de San Francisco de Bellocq. Se brindarán ascensos a algunos bomberos y se compartirá una chocolateada con tortas.
Antes de finalizar, se llevará a chicos de la localidad en un paseo con las autobombas.
En Orense
Los Bomberos Voluntarios de Orense realizarán un encuentro abierto a la comunidad hoy a las 13.30, en el cuartel, para celebrar el Día del Bombero. Se compartirá una chocolateada con tortas y los vecinos pueden llevar su mate.
“También te invitamos a que decores tu hogar para festejar con nosotros”, expresaron en la invitación pública.