Mario Acosta. Llegó de Gonzales Chaves para abrir su negocio de atención 24 horas

La Ciudad

Economía y mercados de Tres Arroyos

El boom de los polirrubros de atención al cliente las 24 horas en Tres Arroyos

30|05|23 09:04 hs.

Hace varios meses que olvidarse de comprar algo durante el día dejó de ser una preocupación para los vecinos de esta ciudad.


Aquella noción de “consumo desamparado” en horas de la noche (principalmente a partir de las 21 o 22 horas) que tuvo a los vecinos acostumbrados durante décadas, comenzó a perderse en el recuerdo de otra época. Y no vino sólo con la amplitud horaria de trabajo, sino también con inversiones y apuestas que se encuentran con resultados particulares.

Así, la calle Colón es el destino de los emprendimientos más importantes que se distinguen y que, en muchos casos, encuentran su correlato en los barrios.

Es que, paradójicamente a lo que cualquier transeúnte pueda imaginarse, comerciantes consultados al respecto por La Voz del Pueblo, aseguran que entre el 30 y el 50 por ciento del volumen diario de clientes, lo atienden en la franja horaria que se creía menos poblada: la noche.


Matías Britos. Ocupó en Betolaza y Colón una esquina tradicional del comercio kiosquero tresarroyense, trabaja junto a su hermana Lorena


Según Matías Brito, titular del kiosco Kabod, ubicado en la intersección de Betolaza y Colón, la mitad del volumen de clientes diario lo atienden en la noche y horas de la madrugada, mientras que Mario Acosta, un emprendedor chavense que abrió “La Hora 25”, otro negocio similar en Colón 250, sostuvo que, en su negocio, ese porcentaje ronda entre el 30 y el 40 por ciento.

“Veíamos que había más gente de noche que de día”, recuerda Matías al referirse a los momentos previos a la decisión de aplicarle cambios al kiosco de horario convencional que tenía Silvia, su madre, en la estación de servicio ubicada en la esquina de Dorrego y avenida Rivadavia. Es que cuando cerró la Esso que estaba a una cuadra, el kiosco de su mamá, en Dorrego y Rivadavia, pasó a ser el único punto con actividad durante las 24 horas del centro y sus alrededores.

Inversión foránea

En el corazón del centro está el kiosco “La Hora 25”, el negocio en el que el chavense Mario Acosta, se decidió a invertir luego de analizar la idea con un proveedor.


 30 – 50 %

Es el porcentaje estimado de clientes que se atienden en horario nocturno en los locales del centro 


Dueño de negocios similares en la vecina localidad, recuerda que “viajando se te abre la cabeza. Ves que en Buenos Aires estos negocios funcionan y pensé en darle el servicio a la gente que vive de noche”, comentó al referirse a parte de sus clientes, entre los que identifica a “trabajadores, viajantes, empleados del frigorífico y policías”, además de los jóvenes que abundan los fines de semana.

Para el comerciante chavense, en Tres Arroyos, “se trabaja igual de día que de noche. Gracias a Dios tuvimos una buena respuesta”, señaló, antes de compartir su visión del comercio después de las 12 de la noche, “la vida es tranquila, el movimiento es normal. Se siente un poco más los fines de semana. Creo que cada vez hay más gente con ganas de conocer lugares nuevos”, observó, antes de reconocer que su optimismo lo invita a seguir invirtiendo, esta vez, “en un Rapipago que funcione toda la noche".

Seguros

Otro de los desafíos imaginables que enfrentan los que eligen la noche para trabajar es el de la seguridad. En el caso de Matías Britos, quien fue víctima de distintos episodios de inseguridad cuando atendía el kiosco de Dorrego y Rivadavia, hoy el centro le transmite seguridad, “en el punto anterior era más fácil sufrir algún asalto. Acá, con las cámaras y la ubicación, alcanza para sentirse más tranquilos. A pesar de ser a un par de cuadras, en el otro lugar era como estábamos más expuestos”, indicó.

Por su parte, Acosta reconoce haberle dedicado el espacio que se merece a la seguridad y, por estos días, no constituye una preocupación, “gracias a Dios no puedo decir nada. Nosotros tenemos cámaras por todo el local, la policía pasa constantemente. No vendo alcohol, en fin”, cerró refiriéndose a un detalle clave, según él, a la hora en que los clientes lo eligen.