Aarón Guillerat fue, junto a Nicolás Muñoz, uno de los jugadores destacados de la sólida formación de Marcelo Neyra que se acomodó en el lote de punteros de este Torneo Apertura de la ATB. “Fue un parido redondito donde la pudimos meter, tuvimos un alto porcentaje en ataque, pero donde también defendimos muy bien, a diferencia de otros partidos que jugamos ante ellos”, destacó Guillerat, autor de 20 puntos.

Al perimetral quilmeño mencionó “las bajas” del Oriverde, pero había que jugar como visitante e imponer tanta diferencia, algo que su equipo consiguió en poco más de un cuarto, tiempo en el ‘selló’ el triunfo’. “Creo que la defensa que hicimos fue muy buena, la mejor del campeonato; nosotros veníamos de perder las semifinales del Ciudad ante ellos y, la verdad, queríamos ‘comernos la cancha’. Se nos dio todo, porque metimos muchos triples en la primera parte donde marcamos la diferencia, todo el equipo fue efectivo desde la posición en la que atacáramos”, reconoció Aaron.

Con una diferencia de 30 puntos, Neyra pudo rotar todo el equipo y darle minutos a todos sus jugadores. “Recontento porque todos los chicos pudieron jugar, más porque son todos amigos, ya que venimos jugando juntos desde inferiores”. Guillerat había tenido poca acción y hasta nada en algún partido por un golpe, pero ante Costa Sud se sintió plenamente recuperado. “Me habían pegado en la rótula, por suerte me recuperé, estoy bien, pude moverme sin problemas”, amplió.

Este tipo de victorias fortalecen la idea del grupo, genera optimismo y confianza en un largo campeonato. “Sin dudas, consolida el grupo; estamos todos contentos porque este es un triunfo de todos”. Quilmes está bien posicionado para aspirar a meterse entre los 4 que definirán la competencia. “Estamos bien pero no nos vamos a relajar, para nada. Vamos a tener que seguir defendiendo, metiendo, ganando; además tenemos el plus de una hinchada que siempre está alentando con todo, máxime para uno que es del club y vive en el barrio”, confesó Aaron Guillerat, quien en la despedida saludó “a mi familia y a mi masajista personal, Jesús Calvo”.