Opinión

Por Agustín Báez (*)

Una fecha emblemática

08|04|23 22:35 hs.

Quiero destacar el feriado nacional del pasado domingo 2 de abril, Dia del veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, que busca recordar y homenajear a los 649 argentinos que murieron durante la guerra con el Reino Unido, los más de 500 que se suicidaron tras retornar al país con secuelas y traumas, y los 1300 heridos.


 Además, se celebró el Día Mundial del Autismo. Los días Internacionales, en este caso el 2 de abril, es una estrategia más de sensibilización, concienciación sobre el Autismo, acercando información, e invitando a los distintos sectores de la sociedad a realizar actividades que visibilicen, eduquen, llamen la atención de que existen problemas sin resolver. 

 Las Naciones Unidas (UN) los ha adoptado como un poderoso instrumento de promoción de esta temática. Las Organizaciones y oficinas del sistema de las UN, y lo que es más importante los gobiernos nacionales, provinciales, municipales, la sociedad civil, el sector público, privado, el sistema educativo, escuela, universidades, familiares, personas con discapacidad, hacen de un día Internacional un trampolín para las actividades de sensibilización. 

El viernes 31 de marzo compartimos nuestro espacio del “Rincón de padres”, que nos brinda Apadea (Asociación Argentina de Padres de Autistas) cada 15 días, en el que participaron más de 60 familiares de nuestro país y de otros países de Latinoamérica que comentaban las acciones concretas que están llevando a cabo. Lo que quiero destacar son las numerosas actividades que se están preparando desde hace varios días en relación a continuar concientizando con respecto al “Trastorno del Espectro Autista”, o “Condición del Espectro Autista”. 

 Tomando algunas participaciones, lo escuchaba a Juan y Ruth, Margarita de Quito (Ecuador), Patricia, Marcelo, Julieta, Ana María, entre otros familiares, la importante tarea de docencia en distintos stands de la ONG APAdeA en el Abasto y Vicente López, entre otros lugares de CABA, entregando panfletos, brindando información a las numerosas personas que se acercaban. Interesantes los comentarios de Gustavo y Nancy de Entres Rios realizando tareas de concientización, entregando material conjuntamente con el gobierno de la provincia, Municipalidades, instituciones educativas de distintos ámbitos. Representantes de otros países tomaban ideas y agradecían el apoyo brindado en la temática. 

 Sin duda… este es el camino, la posibilidad de involucrarnos, comprometernos y participar activamente va a dar lugar a que se cumplan las diversas normativas, convenciones, leyes, ordenanzas, resoluciones, etc., que duermen en los cajones. El trabajo Intersectorial que figura en todas las leyes (es decir trabajo conjunto entre las organizaciones de familiares, personas con discapacidad; direcciones y secretarías de las municipalidades; instituciones educativas; de seguridad; de deporte; medios masivos de difusión, entre otras Instituciones), que genere herramientas para impulsar políticas públicas necesarias para entender, atender y trabajar con la diversidad para impulsar “cambios de paradigma” y una inclusión real. 

 En este aspecto, reitero conceptos vertidos en artículos anteriores. La inclusión es una filosofía de vida, una posición desde donde se mira a otro que es distinto a uno mismo. Podríamos decir que es una posición en la vida que nos involucra en la diversidad. La inclusión propone que nos miremos a los ojos en igualdad de oportunidades, apelando a la diversidad y a las características individuales. Para esto debemos partir de un convencimiento, de una serie determinación y una profunda reflexión de que esto es posible. Eso sí, desprendiéndose de toda idea de “normalidad” (Acosta, 2021).

Las categorías normal/anormal no nos son ajenas, nos atraviesan íntimamente en nuestros deseos de inscripción en lo común, de obedecer las prescripciones y establecer conductas esperadas, relaciones esperadas, hijos esperados, porque expresan las medidas de las cosas; la normalidad es la medida del mundo, se trata de producir sujetos a esa medida y de controlar sus desviaciones con el objetivo de corregirlas. Por lo tanto, todo lo que nos aleje de estas inscripciones nos pone en tela de juicio. En todo caso, impulsar el desarrollo personal es la posibilidad de tejer un puente para acceder a la potencialidad de la persona, de dar espacio para que el otro sea lo mejor que puede ser, apelando a toda su inmensidad como persona desde la más recóndita virtud hasta la más poderosa. No existen recursos y estrategias, nadie nace sabiendo, nadie tiene un manual ni hay una forma única que nos permita ser inclusivos. Dice Carlos Skliar “la inclusión se resuelve con pequeños gestos cotidianos. No tiene que ver con la virtud que tiene alguien de dejar pasar un “pobrecito” para formar parte de algo. Tiene que ver con ese primer gesto. de que todo el mundo es bienvenido”. 

Para finalizar estas reflexiones… los aportes de las ciencias, de las investigaciones ayudan a cambiar los paradigmas, que mencioné en el artículo del diario La Voz del pueblo del 9 de abril del 2022, titulado “Todos pueden aprender”, donde se expresa la riqueza de los diversos tipos de cerebros existentes. Al respecto, menciona las Naciones Unidas (UN, 2023) que muchos países del mundo ya han incorporado el paradigma de la neurodiversidad, acuñado por la socióloga Judy Singer a finales de la década de 1990 y publicado en el libro de Armstrong, 2012. 

Un abrazo a todas las personas que luchan diariamente para mejorar la calidad de vida de nuestros hijos y familiares. 

 (*) El autor integra la ONG Apadea central y el grupo de padres Más Inclusivos Tres Arroyos.