Carta de Lectores

Por Américo Lohin

Día Nacional del Gas

05|03|23 12:37 hs.

Señora directora:


El 5 de marzo es el Día del Gas ¿Qué significado tiene hoy? ¿Es el mismo que cuando se lo instauró, allá por la década del ‘40? Las décadas del 40 y la actual en cuanto a servicios públicos no pueden ser más contrapuestas.

En la primera y a partir de la revolución del 43 y como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, se produce la nacionalización de los servicios. En 1940 finaliza la concesión que por 20 años el Estado nacional había otorgado a la "Compañía Primitiva de Gas", de capitales británicos, que tenía a su cargo la distribución de gas en la capital federal. No obstante, pasaron algunos años sin que la situación se modifique; llegada la revolución del 43, algunos técnicos de YPF comenzaron a rondar los despachos oficiales, topándose con un coronel poco conocido que los escuchó y concordó en la necesidad de crear un organismo estatal que reemplace a la "Primitiva de Gas". Lo consiguieron recién el 5 de marzo de 1945, precisamente ese día el coronel acompañado por el ingeniero Julio Canessa, designado administrador de los servicios de gas de la capital federal, asistieron a la toma de posesión por parte de YPF de las viejas instalaciones de la compañía privada. Ese fue el primer escalón que termino en los meses siguientes con lo que fue Gas del Estado, designándose esa fecha como Día del Gas, es decir, como el día en que el Estado se hace cargo de los servicios de gas.

Al despedirse en esa jornada, el coronel le dijo a Canessa."Cuando necesite algo, no dude en venir a verme". Tiempo después, el coronel, ya general y presidente recién asumido, que no es otro que Perón, descubrió que entre las primeras audiencias está la solicitada por Canessa; "anótalo para dentro de un mes, le dijo a su secretario Juan Duarte, no hay tanto apuro". Treinta días más tarde, el ingeniero Canessa dispone de hora y media para explicar que lo hecho el 5 de marzo del 45 por sí solo no tiene sentido. "Ahora viene lo más difícil, pero hay que hacerlo general, de lo contrario todo esto no sirve para nada". —¿"Y qué es lo que hay que hacer"?.-"Un gasoducto. Vea, en Comodoro Rivadavia dejamos escapar el gas, y después importamos hulla para fabricarlo. Tenemos que traer ese gas a Buenos Aires y terminar con el carbón importado". Perón hizo llamar a su despacho al ministro de Industria y Comercio, Rolando Lagomarsino, mientras seguía atentamente las explicaciones de Canessa sobre un gran mapa. La conversación terminó así, según relatara Canessa años después: "Está bien, no hace falta que entremos en detalle ingeniero. Vaya y hágalo. Ahora se lo ordeno. Y usted "laguito" se ocupará que a Gas del Estado nada le falte. Quiero ver ese gasoducto cuanto antes".

Canessa revivirá aquella escena con emoción, “¿Se da cuenta?; Vaya y hágalo, aquella frase me martilló toda la noche, yo no podía creerlo". El gasoducto no era una obra menor, de una extensión inicial de 1600 kilómetros fue inaugurado el 29 de diciembre de 1949,siendo el más largo del mundo en ese entonces. Su costo alcanzó los 50 millones de dólares, y como la obra costó bastante menos de lo presupuestado, el dinero sobrante, el ingeniero Canessa, con la anuencia de Perón, lo distribuyó entre los cientos de operarios que participaron de la obra, muchos de los cuales fueron de nuestra zona.

Durante la segunda presidencia de Peron, Canessa fue sucedido por el ingeniero Esteban Pérez, que en un hecho inédito en los anales de la administración pública, fue administrador de Gas del Estado bajo los gobiernos de Perón, la Revolución Libertadora, Frondizi, Guido, Illia y Onganía, cuando la Idoneidad de los funcionarios estaba por encima de los amiguismos políticos.

Su extenso currículum nos dice que nació el 25/09/1918. Ingeniero Industrial. Presidente de Gas del Estado durante 14 años. Jefe y consultor en la construcción de varios gasoductos. Efectuó la difusión del consumo de gas con redes en todo el país para diverso uso. Inició el consumo en envases para gas licuado de petróleo (en garrafas).

 Miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería de la UBA, del Consejo Profesional de Ingeniería Industrial y vicepresidente de la Fundación de Ingeniería de Buenos Aires. Miembro del Comité Honorario del XVIII Congreso Mundial de Energía. Representó al país presentando trabajos en Congresos Mundiales sobre Petróleo y Gas que luego fueron publicados. Gran Oficial de la Orden al Mérito de Italia.

En su honor, al Salón Auditorio de la Secretaría de Combustible se le puso su nombre. Premio de la Ingeniería del Centro Argentino de Ingenieros. Diploma de Honor de la UBA en reconocimiento del prolongado y destacado ejercicio de la profesión. Hijo dilecto de la ciudad de Rufino, provincia de Santa Fe. Fue galardonado con Premio Konex de Platino 1988, al mejor administrador del Estado de todos los tiempos.

Ningún gasoducto lleva el nombre de Julio Canessa o de Esteban Pérez.

Incongruentemente y acorde con los disvalores del presente, el nuevo gasoducto en construcción lleva el nombre de “Presidente Néstor Kirchner”, cuyo mayor mérito fue dilapidar las reservas superavitarias de gas natural recibidas al asumir su gobierno, desincentivando la producción, cortar el suministro a Chile sin aviso previo, y cortarle el teléfono al presidente Lagos, una acción que no registra antecedentes en los anales internacionales iniciando la era de la importación de GNL a partir del año 2005 con la consecuente sangría de dólares que fueron restados a la salud, educación, seguridad, infraestructura vial, portuaria y ferroviaria etc., provocando en definitiva un retroceso en el desarrollo económico de nuestro país.

-Fuentes: “La Primera Presidencia de Perón”, de Hugo Gambini

-Fundación Konex

Américo Lohin