Corría el año 2005 y cuando sólo habían transcurrido 40 minutos de una nueva edición del certamen, Swaels revalidó sus conocimientos de El Caracolero para conseguir ese pichón de negra de 1,956 kilos que le diera el triunfo.

Reviviendo aquel momento, hasta ahora inigualable, este innato pescador nos comentó las sensaciones vividas hace 18 años, que parecen haber sucedido hace escasos minutos por la frescura del recuerdo. “Fue el primer tiro que hice, estaba con Lalo Elgart, quien me dijo ‘no saques que no hay descarne’. Dejé la línea en el agua y a los 40’ tuve ese pique increíble”. Pero la historia tuvo sus vaivenes e incertidumbres porque “sobre las 10 de la noche aparecieron esas dos corvinas negras de gente de Isidro Casanova que me dejaban tercero, aunque sobre las 4 de la mañana del domingo descubrieron y confirmaron que eran dos piezas ‘perreadas’, por lo que volví a estar en lo más alto del clasificador. Eso desató un festejo terrible con todo el grupo, a esa hora nos pusimos a comer unos bifes; estábamos con Pascual Reino, Luis Rodríguez, Guido Cuello, Lalo Elgart, el cabezón Chico, Mario Kuhlmann, éramos varios… fue hermoso lo vivido. Y estar arriba del podio es lo más; para mí es lo mismo que pasó con Argentina ahora cuando ganó el Mundial de Qatar. Es inigualable, no pensamos en el premio, lo mejor es estar en el podio, es lo máximo. Nosotros, los pescadores, así lo sentimos. Con mi señora (Paola Gargaglione, quien el año pasado clasificó 3°), de 10 fines de semana vamos a pescar 11, así que imaginate lo que es ganar Las 24”, afirmó Swaels, quien en 2008 fue 2°.

La pregunta “del millón” es cómo vivió esas 23h20m siendo puntero, cuánta ansiedad habrá corrido por su cuerpo. “Sacando una negra tenés la seguridad que vas a estar bien clasificado. Yo quería estar en el podio, vivir esa comunión con la gente. Pero pasaban las horas y me mantenía punteando; seguí pescando al punto que obtuve 8 o 9 piezas; hasta las 9 de la mañana que se dio vuelta el viento, se puso muy feo y nos fuimos a la casa de Rodríguez a comer un asado, después a pasear por el centro, nos tomamos en helado en Mía Patry hasta que Pafundi y Alvarado con sus motos nos escoltaron por la costa hasta el club. Ibamos en la Estanciera de Rodríguez festejando, fue algo emocionante, momentos inolvidables. Cierro los ojos y recuerdo detalle por detalle. La pesca es pasión, Con mi señora en estos últimos días nos cuesta comer, hasta dormir; son 15 días previos en los cuales no pensás en otra cosa que no sea en Las 24. El fanatismo es muy fuerte, nos pasa a todos los pescadores”, admitió.

Swaels tiene 58 años y pesca “desde los 6, al menos recuerdo que a esa edad fue la primera reprimenda de mis padres por haberme ido a pescar solo al arroyo. Y en Las 24 estimo que he participado cerca de 40 ediciones; soy un agradecido de Dios con todo lo que me ha dado y hasta el último día que pueda voy a estar participando, disfrutando esta fiesta única en el Mundo” confesó Juan Swaels, un pescador de raza.