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Caminar la vida, animarse a saltar hacia nuevos horizontes y siempre mantenerse en movimiento son algunos de las ideas que llevaron a Patricia Byrne a haber realizado cientos de proyectos audiovisuales, y de seguir por más.
Nacida en Tres Arroyos, a los 18 años como muchos se fue a Buenos Aires a buscar su futuro profesional, aunque la vida le trajo algunas sorpresas. Tal vez por las presiones sociales y los estereotipos de la época, ingresó en la UBA en Administración de Empresas. Pero los deseos y las pasiones siempre salen por algún lado, y un día se levantó de una clase de macroeconomía y dijo “no quiero hacer más esto, no me gusta, me quiero poner a estudiar cine”, y así fue.
Si bien no era cinéfila, había algo de ese mundo que le interesaba. Recuerda que de chica con su amiga Jimena solían salir y filmar cosas juntas; también ir a Franco Video y fascinarse eligiendo entre tantas películas para ver una el fin de semana. Poco a poco ir descubriendo clásicos como “Pulp fiction” o “Paris, Texas” que “me volaron la cabeza”.
Nunca había imaginado que podría vivir del cine ni podría estudiar una carrera así. Pero se lanzó por el mayor premio: encontrar su pasión. Y entre trabajo y Administración de Empresas, se anotó en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) para comenzar a transitar un nuevo camino.
-¿Qué te encontraste al momento de iniciar la carrera?
-Mucho miedo porque yo venía de otro mundo. También con un montón de oportunidades para contar historias y entender cómo funciona el mundo del cine. Empecé a ver que es mucho del trabajo en equipo y eso es lo que más me gustó, que todos nos ayudábamos para poder lograr los objetivos. Hice el curso de ingreso en la ENERC y entré en producción porque sentía que me podía sentir más cómoda. Ahí vi "Un viaje personal con Martín Scorsese a través del cine americano" y a partir de eso me conecté mucho y es lo que más amo ahora.
-¿Recordás cuáles fueron las primeras sensaciones al momento de encarar proyectos?
-Al principio te crees que sos Truffaut, que la tenés re clara. Me acuerdo de las primeras veces que iba al subte con la cámara a filmar pequeñas historias. Yo estudiaba producción, pero me metía de oyente en otras materias para tener más herramientas. Era todo a pulmón y se hacían equipos con los de guion, fotografía, montaje, que en la escuela nos daban los equipos. Yo en un momento me compré una camarita entonces salía a hacer cosas por mi cuenta. Ahora me encuentro con gente de esa época que han tomado otros rumbos como yo que estudié producción pero ahora estoy escribiendo, como que cada uno va encontrando su lugar.
-¿Qué empezaste a hacer cuando terminaste la carrera?
-Cuando estaba terminando la tesis me llamaron de una empresa que se llamaba Metro Visión y entré. Ahí por curiosa me metía en las salas y hacía contactos con directores o productores. Estuve poco tiempo porque me contactó un productor para empezar a producir y me fui. Ahí conocí a mi novio Nahuel Lerena y como él es director empezamos a hacer cosas en conjunto. Después fui asistente de publicidad, y en paralelo con Nahuel armamos una productora. Durante mucho tiempo yo produje muchos videoclips o documentales que él hacía. También, con la idea de dirigir, empecé a hacer otras cosas además de la producción.
-¿Qué trabajos han hecho con la productora?
-Hicimos un montón de proyectos. En algún momento hicimos un videoclip para un concurso de Robbie Williams que ganamos y fue bastante conocido. Después trabajamos mucho con Daniela Herrero, Ivan Noble, Fabiana Cantilo, Chayanne, Vicentico, hicimos 'Pinguinos en la cama' de Ricardo Arjona que después nos contrató para grabar toda la gira con él. Trabajamos mucho con Sony Music. También hicimos un documental con el grupo español Pereza y a partir de eso hicimos mucha conexión con España. Hicimos muchos proyectos musicales, sobre todo, de videoclips y documentales.
-¿Cómo es el trabajo de los videoclips y con artistas?
-Lo que tiene el videoclip es que podés volar más, no se siguen tantas estructuras. A veces tomás la canción y contás una historia que tenga que ver, pero también puede ser que se te ocurra hacer un homenaje a algo, que eso se hace mucho. Hay un poco más de libertad creativa. Yo ahora estoy un poco en conflicto con los videoclips, pero igual sigo ayudando porque están buenos y a mí me gusta mucho la música. Es un mundo que creció un montón.
-Has hecho varias producciones propias, pequeñas series, que incluso han recibido diferentes menciones o premios...
-Una vez me dijeron que soy la reina de la autogestión, y es así. En esta cosa de no quedarme quieta, de querer hacer y no esperar a que me llamen, como había estudiado actuación y me quería centrar en eso también, empecé a escribir cosas donde yo pudiera tener una oportunidad como actriz. Cuando estaba en España escribí una serie para internet que se llama "Singles", que quedó en varios festivales y en Argentina ganamos como mejor serie iberoamericana. Después me fui a vivir a México y con una amiga armamos una serie cortita de episodios de 3 a 5 minutos para Instagram. Es un formato un poco raro, pero igual estuvo buenísima la experiencia.
-A la hora de escribir, ¿cuáles son los géneros que más te gusta trabajar?
-A mí me gusta la comedia dramática, dramedia se llama. Es un género que para mí se parece un poco a la vida misma. Las historias que me gustan son las que me identifico con los personajes o que hay cosas que me llegan de algún lado porque tienen algo de la vida. Cuando arranqué decía que me gustaba el drama, y con los años fui valorando un montón a la comedia, entendiéndola. Siento que la comedia dramática es el mundo donde me siento más cómoda. Igual valoro todo el hecho cinematográfico o audiovisual, todo me interesa, menos el terror.
-¿Algunos artistas que te inspiran?
-Todo el tiempo voy descubriendo gente nueva, pero por ejemplo Xavier Dolan es como uno de mis directores favoritos del momento. Después está Greta Gerwig, Mike Mills, Noah Baumbach; todos los clásicos como Federico Fellini, Stanley Kubrik, que los considero unos maestros; Lucrecia Martel es una directora que admiré desde que vi su primera película y nos hemos escrito algunas veces. Admiro un montón a Martin Scorsese por su amor por el cine y por las grandes películas que ha hecho. También está Ingar Bergman, que es un gran maestro para mí.
-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-Estoy viviendo en México y estoy retomando una película que estaba escribiendo, a ver si logro terminar ese guion que es una historia con mi abuela, que me gustaría mucho contarla. Con Nahuel tenemos un proyecto de una serie que hace un tiempo estamos desarrollando. La idea es poder llevar a cabo estas dos cosas y otras cosas que vayan saliendo.
-Como un mensaje final, ¿qué le dirías a la gente que quisiera meterse en este mundo?
-Yo creo que es un gran momento para meterse en el mundo de lo audiovisual. Hay muchas vías para mostrarse y mostrar las historias, también muchas escuelas de cine. Hay que tomar riesgos e ir por lo que te dice el corazón porque creo que es lo más importante. Mi consejo es que, si te gusta contar historias, busques la forma de hacerlo y, si podés, meterte en una escuela de cine porque ahí formas equipos. Hay que animarse y pensar que no hay una sola forma de elegir una carrera, que en el mundo audiovisual hay miles de oportunidades y opciones. Hay que arriesgarse porque seguramente va a traer mucha felicidad.
Una historia de verano
Una de las creaciones más recientes de Patricia Byrne es un cortometraje que realizó en Claromecó, que fue filmado durante el verano 2021 y finalizado en octubre de 2022. La historia se centra en una joven de 14 años que se encuentra con su prima y su familia en un verano en Claromecó, donde sucedes varias anécdotas de primeros amores y travesuras de adolescentes.
La idea de esta producción nació desde un deseo interno. “Claromecó tiene algo que es una parte de nuestra historia, entonces siempre me interesa y desde que arranqué a escribir situaba cosas ahí. Yo estaba escribiendo una película de Claromecó y lo abandoné, y en el 2021 empecé a escribir un corto para volverme a conectar con la directora de nuevo”, contó.
Pensando y recordando situaciones, recordó “una historia de cuando éramos chicas en el verano, que mi hermana había desaparecido un día que con un pibe se habían ido a ver los ovnis, no sé. Entonces eso me disparó, empecé a pensar también en las primas que siempre son personajes que te encontrás en los veranos, y así se empezó a construir la historia”.
Escribió el guion, y se lo mostró a su pareja Nahuel para conocer su opinión, quien sin dudarlo le dijo “me encanta, quiero que lo hagamos. Yo te lo produzco”. “Se me ocurrió hacerlo en Claromecó. Llegué en diciembre para buscar recursos, buscar actrices y actores, que es un tema encontrar un protagonista, sobre todo porque era una nena de 14 años”, indicó.
“Siempre tenía la idea de que sea alguien de Tres Arroyos porque cuando yo era chica y hacía estas cosas con mis amigas tenía la ilusión que venga alguien a hacer un casting, como ese sueño. Me pasaron el contacto de Esteban Zubillaga que le pasó mi casting a las chicas que estudian con él. Algunas me empezaron a escribir, les mandaba el guion. Me escribió Delfina Cepeda, que es la chica que quedó, que me sorprendió la cara de cine francés que tenía”, recuerda.
Emocionada con la conexión con esta joven, “me fui a Tres Arroyos, la conocí, tuvimos una charla. Después nos juntamos un día que vino con una amiga, que finalmente quedó como el personaje de la amiga, y fue buenísimo y muy mágico todo. Para mí fue muy lindo poder encontrarla en Tres Arroyos y muy importante. El chico fue uno que vino de Buenos Aires y una amiga de mi papá nos prestó la casa donde filmamos”, señaló.
El corto aún no ha sido presentado porque tiene varios planes para este 2023. “Yo ahora todavía no lo pude mostrar. Lo estoy mandando a distintos festivales y voy a estar así todo el año para ver en cuál queda seleccionado y se pueda mostrar. Ya el año que viene, me imagino que en el verano 2024, voy a hacer una presentación en Claromecó porque me encantaría que lo vea la gente allá”, cerró.