Con apenas dos años jugando fútbol de forma oficial, aún sin partidos de 45 minutos en los torneos de la Liga y armando una estructura para que las inferiores se sumen y aporten el semillero en el futuro, lo logrado es más que meritorio. Claro, las chicas deben aprender y no cerrar el partido cuando estaba 4 a 1, o “dormirlo” haciéndolo lento, lo pagaron caro, pero también sumaron un casillero más en su formación para los próximos torneos.

Ahora seguramente llegarán días de descanso para las jugadoras y entrenadores, que en su mayoría cerraron la temporada local 2022 en diciembre y la selección las hizo continuar un mes más. Pero no para los dirigentes, que ya trabajan en el 2023 (en la primera reunión del año en la Liga se habló de una sucesora a Sergio Lúquez que deja la presidencia de la mesa femenina), deberán hacer crecer más la disciplina y encontrar una forma de sumar las categorías formativas al formato oficial para sembrar un futuro aún mejor. 

Maribel Caraballo terminó el partido ante Tandil con la cinta de capitana, al igual que lo hace en Huracán, y casi siendo local, ya que es de Orense aunque reside en Tres Arroyos, aseguró haber quedado “muy contenta y orgullosa” ya que dieron “todo lo que teníamos".

Con claridad para hablar al igual que para jugar, la jugadora aseguró: “Sabemos que tenemos muy buen plantel, estamos para cosas muchas más grandes y ahora a pensar en lo que viene. A seguir por este mismo camino".

La eliminación dejará una enseñanza al plantel, le permitirá seguir creciendo y sumando experiencia. "Sí, el tema de cerrar los partidos. Recuerdo que me pasó con Huracán que íbamos ganando 1 a 0 en Tandil, y Domínguez (la 10 de Tandil) nos hizo dos goles a los 38 y a los 40 minutos, no sabemos cerrar los partidos. Pero a de poquito esas cosas vamos a ir aprendiendo con el rodaje", afirmó.

Habitualmente volante de buen manejo en Huracán y la selección, algunas ausencias obligaron a Cattanio a improvisar y Caraballo jugó los dos partidos ante Tandil de central. En Bellocq demostró que se puede adaptar, y al respecto contó: "Me sentía con muchas dudas con el tema de cerrar, pero me dio un poco de consejos mi hermano que es defensor. Traté de hacer lo mejor posible, algunas ‘macanitas’ me mandé, pero obvio que extrañaba mi posición en el medio más viendo que Cata (Arrupe) y Aye (Rodríguez) estaban medias separadas y como que necesitaban una ayudita, y por ahí me iba y pensaba ‘el Cata (Cattanio) me va a retar’. Pero feliz de estar en el equipo, en el donde me toque siempre voy a dejar el máximo de mí".

El proceso de la selección se cerró y ahora tocarán días de descanso, pero también con la menta puesta en que el fútbol femenino siga teniendo su lugar. "Sí, que no se pierda, que sigamos creciendo, que sigamos dándole bolilla a las inferiores que ellas van a ser el futuro. Anto (Jensen) tiene 20 años y tiene la posibilidad de irse a Buenos Aires, orgullosa de ella y dándole un empujón para que vuele, y Catita (Arrupe) que tiene 15 años y donde la vean se la llevan", reconoció.

Por último, y al consultarle por jugar el hecho de jugar en Bellocq, Caraballo, que tuvo la compañía de un gran número de familiares en la tribuna, finalizó: “Vino mucha gente a acompañarnos, feliz. Gracias a ellos que siempre nos acompañaron, estuvieron, nos alentaron. La próxima le vamos a dar muchos más triunfos y llegar a otras instancias que creo que lo merecíamos más que Tandil, aunque ellas tenían sus cosas, si nosotros hubiéramos estado bien como terminamos el año pasado éramos grandes candidatas y soñaba con ganar la final porque sabía lo que teníamos. Pero el transcurso de las cosas que nos fueron pasando como no saber cerrar los partidos, los penales mal hechos, pero es fútbol, orgullosa y contenta porque se ve que hay chicas con muy buen pie y van a seguir creciendo”.