Matilde Zucaro y Analía Belaus en el espacio de Nativas (Carolina Mulder)

Claro, Reta y Orense

El inicio del proyecto hace más de cinco años

El vivero de Nativas, un vínculo entre fauna y flora

28|01|23 10:21 hs.

Matilde Zúcaro y Analía Belaus, junto a un grupo de mujeres que forman parte del proyecto del Vivero Nativas, le dan vida al espacio que se encuentra en la Estación Forestal. Allí desarrollan el trabajo sobre el reconocimiento de especies y su desarrollo en el ambiente.


La Voz del Pueblo recorrió el vivero y conversó con las dos apasionadas de la naturaleza, que comentaron el trabajo que realizan durante todo el año. 

Matilde Zúcaro es licenciada en Biología con orientación en Botánica, se recibió en 1994 y desde ese momento hasta que llegó a Claromecó en 2017 trabajó sobre la costa del Río de la Plata. “Hacía trabajo de relevamiento de flora, identificación de especies y reproducción” contó. 

Esa tarea la llevó a recorrer gran parte del país. “El trabajo de campo es el que más me ha nutrido, reconocer los ambientes y la vegetación nativa nos hace valorar el lugar donde vivimos”, afirmó Zúcaro. 

Con respecto al vivero de Nativas, recordó que “este proyecto empieza en el año 2017-2018, cuando se retoma la idea de la escuela agrícola Claromecó. Comienzo a pensar en hacer un vivero de plantas nativas, lo primero que hice fue identificar y reproducir las plantas que estaban en el lugar, que tienen que ver con lo que llamamos el albardón calcáreo o el suelo calcáreo que es lo que vemos en la barranca del arroyo”. 

Sin embargo, al quedarse sin agua en la escuela, tuvieron que buscar otra alternativa para continuar la iniciativa; “vimos que lo que habíamos plantado en la misma escuela, estaba creciendo aun sin cuidados, a Analía se le ocurrió que podíamos funcionar en la Estación Forestal”, comentó.

El paso siguiente fue realizar los trámites necesarios para instalarse en el vivero. En este sentido, comentó que “en principio lo pedimos prestado, luego presentamos el proyecto a la comisión asesora y en el Concejo Deliberante, nos reconocen la propuesta como de importancia regional y se establece un convenio donde nosotras identificamos plantas y juntamos las semillas, y desde el vivero nos proveen agua y el sustrato”. 


(Carolina Mulder)


En su análisis de las distintas etapas, subrayó que es importante reconocer lo propio “porque hace a la identidad regional” y agregó que “en la playa uno ve la arena y parece que no hay nada, en realidad se han encontrado de un mismo género que son los senecios, cinco especies diferentes, con porte arbustivo, hierbas rastreras, medicinales, hay una gran diversidad”. 

Analía Belaus es otra de las mujeres que forma parte de este proyecto, es licenciada en Aprovechamiento de Recursos Naturales Renovables y trabajó durante veinte años con comunidades indígenas y campesinas del país. 

Aporta al vivero de Nativas al estudiar el vínculo que aparece entre la fauna y la flora. “Lo que más me engancha es contarle a la gente sobre el tema de los insectos, las mariposas, los mariposarios que los podemos ir creando en nuestros propios jardines -señaló-. En este espacio que llevamos apenas tres años, ya tenemos por lo menos cuatro especies de mariposas que hemos registrado”

Belaus explicó que es necesario entender el trabajo que los insectos realizan en las plantas; “pasa con las orugas que consumen plantas y hojas, pero no las matan, o las hormigas, siempre recomendamos que hay que dejarlas que terminen su trabajo, verlo como una colaboración, están podando una planta que por algún motivo necesita perder parte de su follaje”. 

La proliferación de distintos insectos, también hace que a los jardines se acerquen aves. Al respecto, Analía dijo que “conocemos la abeja como el polinizador por excelencia, sin embargo, hay miles de otros nativos que no conocemos. En casa voy registrando, en casi cinco años, gran cantidad de fauna que va apareciendo, se arma todo un microclima en espacios que son reducidos”.

Tanto Belaus como Zúcaro le otorgan relevancia al trabajo de los productores agroecológicos; “es importante armar corredores biológicos, esos insectos frente a otros empiezan a hacer el control biológico, por ejemplo, la mantis que consume insectos que comen plantas o la ratonera que come arañas y pulgones” afirmó Belaus. Puntualizó que “es asociar a la vegetación con la fauna y ver cómo vamos buscando equilibrios”. 

Forman parte del Vivero de Nativas Matilde Zúcaro, Analía Belaus, Alicia Fandiño, Manuela Murillo, María Emilia García Ventureira y Gimena Ovarrio. 

Para seguir las actividades que realizan, como las salidas de senderismo para reconocer especies autóctonas, se puede ingresar en su Instagram @nativasenclaromeco.