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Matías Garate es un joven tresarroyense hijo de Sonia Finocchio y Víctor Garate. Su familia está integrada también por sus dos hermanas Valentina y María Paz. Está casado con Daniela D´Annunzio y tiene un hijo de 6 años, llamado Baltazar. Muchos en redes sociales lo conocen como “Mati Cocina”, lugar en el cual refleja su pasión por la gastronomía.
Pero esta nota apuntará a mostrar su otra cara laboral y un lado más empresarial tradicional del protagonista de esta historia. Garate realizó sus estudios superiores en la ciudad de Bahía Blanca, allí cursó la carrera de ingeniero industrial. Hace ya 10 años que trabaja y desempeña tareas en una empresa llamada Hexagon ALI, una firma que se dedica al desarrollo y a la comercialización de servicios y software para grandes industrias como las petroleras, petroquímicas y tantas otras que requieren de esos recursos.
Actualmente se encuentra de viaje por su trabajo en Dubái y desde el otro lado del mundo, se tomó un tiempo para establecer un contacto telefónico y dialogar con La Voz del Pueblo para contar su incursión en tierras árabes.
“El puesto que tengo es Account Manager -gerente de cuentas- para un territorio asignado que comprende a países como Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Trabajo en una vertical que se llama (EPC) que son empresas de ingeniería y construcción. Ahora estoy en Dubái atendiendo el Sales Kickoff (SKO), es como si fuera una especie de punto de inicio de ventas del año que se desarrolla todos los meses de enero en distintas partes del mundo. Este año tocó en Dubái, en 2022 estuve en Atenas (Grecia) y antes de la pandemia viajé a New Orleans, Madrid, San Pablo y varios lugares más”, confió a este diario con gran satisfacción por su buen presente actual.
Nueva experiencia
Este viaje claro que no lo emprendió solo, sino que lo hizo en compañía de cuatro argentinos más que son colegas y están en una posición similar a la él. “Uno de mis compañeros es de Tres Arroyos también, se trata de Lucas González. Ingresó hace dos años a la empresa aproximadamente. Fue un encuentro muy diferente el que nos tocó presenciar en comparación a otros lugares, la cultura de acá es distinta y hay que cumplir ciertos hábitos. El evento duró un par de días y fue realmente espectacular”, agregó.
Fueron jornadas en las que se sintió sumamente cómodo y a gusto, lo disfrutó al máximo porque estableció vínculos y nexos con otros colegas de otras partes del mundo, algo totalmente enriquecedor desde cualquier punto de vista porque son cosas que no ocurren todos los días y que le van a servir para su crecimiento de cara al futuro. Además, mencionó que “hicimos una travesía en camionetas en el desierto de noche, fuimos a las playas y conocí también Abu Dhabi, lugares increíbles todos. Un paraíso literalmente”.
Gracias a la compañía con la cual está enrolado, es que tuvo y tiene la posibilidad de viajar por varios países haciendo lo que le gusta, nada poco por cierto en los tiempos que se viven. “Eso me ha permitido conocer Asia, Europa, Estados Unidos, Grecia, Brasil, Jamaica, entre otros. Viajo bastante, me gusta, es atractivo y me genera ilusión para lo que viene. Es lindo conocer otros territorios con culturas tan distintas y contrapuestas a la nuestra. Te enriquece la mente”, sostuvo.
Sobre el final, con emoción y la voz entre cortada, agradeció profundamente el cariño brindado por sus familiares quienes siempre lo acompañan y apoyan en todo lo que emprende. “Es clave. Todo lo que hago sería imposible sin el aguante y el apoyo de ellos, son mi vida. Esta fue otra experiencia internacional maravillosa para mí y muy positiva. Estos encuentros nos sirvieron para incentivarnos, ya que se busca mejorar respecto al año pasado en cuanto al rendimiento laboral. Son jornadas que son de gran utilidad para fortalecer los encuentros con compañeros de trabajo, hacer networking, aprender cosas nuevas y escuchar otras experiencias”, concluyó Matías Garate.
A fin de mes emprenderá el regreso para Argentina, en lo que seguramente será un
encuentro emotivo con sus seres queridos y que guardará por siempre en su memoria. Una historia más, de un tresarroyense por el mundo hincha del “rojo” de Avellaneda y amante del básquet.