De Olavarría 

Darío Peralta, alias Cachi, es de Olavarría, viaja en su colectivo que bautizó La Nave del Mago, junto a su mascota. La Nave está completamente dibujada por el hijo de una amiga y en ella se pueden observar elementos que son del interés de Daniel. 

En diálogo con La Voz del Pueblo, Cachi contó que “me estoy preparando para salir de viaje y recorrer Argentina porque hay muchos lugares que no conozco”. 

El recorrido está planificado que sea primero por el sur y luego al norte, porque este último lo ha visitado más cantidad de veces; “quisiera conocer lugares y quedarme el tiempo que desee” agregó. 

Como sustento de su viaje, realiza salidas con turistas a hacer travesías en kayac, por el momento recorre el Río Quequén, la cascada Cifuentes y la Cueva del Tigre. 

Además, se dedica a la permacultura, una forma de diseño agrícola, político y social que se basa en las características del ecosistema. En este sentido, dijo que “el diseño en permacultura lo aprendí en Misiones y también me dedico a hacer casas de adobe, voy al sur porque allá hay muchas personas que realizan construcciones naturales y quiero aprender de ellos”. 

Bárbara, Mariano y su mascota Zezé son de San Martín de los Andes. El es carpintero, ella chocolatera, un día se encontraron como “esclavos de sus propios trabajos” y decidieron emprender el viaje. 

Comenzaron su recorrido en octubre de 2019 pero los interrumpió la pandemia. “Nos agarró cuando estábamos por cruzar la frontera en Jujuy, nos hicieron retroceder a Neuquén” contó Bárbara. 

Luego de unos meses, retomaron el viaje, “durante la pandemia tuvimos algunos problemas de salud y familiares, cuando todo estuvo mejor decidimos recorrer la parte sur que no conocíamos, pero sólo llegamos hasta Madryn porque no queríamos saber más nada de frío”.

 Bárbara afirmó “nosotros anhelábamos mucho estar viviendo cerca del mar siendo de la cordillera, no nos deja de sorprender y ahora queremos hacer todo el recorrido de la costa, disfrutar del lugar y de la gente”. 

Mariano también se sumó a la charla con La Voz del Pueblo y relató que “llegamos el 31, Claromecó nos sorprendió gratamente, tiene sus playas preciosas, la gente nos ha tratado muy bien”. 

Además, destacó el espacio que se genera para tener los motorhome; “nosotros no necesitamos el camping porque tenemos todo de forma independiente. Está buena la opción de poder elegir”. 

Bárbara y Mariano aclararon que “no están de vacaciones” sino que en todos los lugares que recorren realizan distintos trabajos y explicaron: “hicimos un cambio de vida, era un sueño que veníamos postergando desde hace años, hay una historia un poco triste, pero es lo que nos hizo darnos cuenta que la vida es el aquí, el ahora, el presente, estamos pensando en tener proyectos para después y el después nadie sabe. La vida no se puede comprar”.