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Lucía Dibbern corrió por primera vez en el Ironman de Mar del Plata
la distancia full. “La carrera salió muy bien”, dijo sobre el triunfo en
su categoría y el cuarto puesto en la general de damas. En 2023 el
mayor desafío es competir en el Mundial de Hawai, como parte de
una agenda de carreras que es intensa
El domingo 4 de diciembre se llevó a cabo el Ironman de Mar del
Plata, un triatlón tradicional y con un nivel muy importante. Lucía
Dibbern corrió por primera vez en distancia full que consiste en 8
kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 de
pedestrismo.
Como informó este diario oportunamente, logró el cuarto puesto en
clasificación general de damas y fue primera en su categoría. De
esta manera, clasificó al Mundial de Hawai de 2023, su gran
objetivo. Hizo un tiempo de 10:28:21.
Hubo otros tresarroyenses que corrieron, se prepararon mucho y
entre ellos, Elisa Hospitaleche (16ª en la general y quinta en su
categoría) también consiguió el pase al Mundial de Hawai.
“El sistema de entrega de plazas es para quien gana la categoría.
En este caso, por distintos motivos, hubo muchas mujeres que no
tomaron el lugar pese a clasificar a Hawai. Entonces se ampliaron
las chances, porque esos lugares se reparten, lo que igual está
buenísimo”, explicó Lucía.
Se mostró “muy conforme con el resultado, sobre todo teniendo en
cuenta que para mí es la primera carrera en esta distancia”.
Siente que las expectativas se superaron. Tenía una estimación
positiva sobre su posible rendimiento, no obstante lo cual observó
que “entran en juego un montón de factores”. A modo de ejemplo,
comentó que “en la mitad de la bici empezó a subir mucho la
temperatura, ajustamos el ritmo para poder hacer una buena
maratón. Hay que administrar la energía”.
Tuvo una dificultad porque “en la mitad de la carrera, el medidor de
potencia de la bici me dejó de funcionar. El stent se afloja, lo
acomodamos con Baruja, que es un mecánico de la bicicletería de
calle Colón, le agradezco siempre porque me da una mano casi sin
nada a cambio”.
En su evaluación, subrayó que “más allá de todas esas cuestiones
la carrera salió re bien”.
Se requiere un rendimiento físico lo más óptimo posible. Además de
este aspecto central, Lucía manifestó que “es mucho el esfuerzo
mental. Hay un montón de momentos que en la carrera se pone
muy feo, me pasó en una parte del trayecto que sentí dolor
abdominal. Es necesario decir ‘no abandono, no camino’”.

Misión cumplida. Cuando restaban 2 kilómetros de maratón, Lucía Dibbern empezó a llorar. Tras la llegada, “no podía parar”
En 2023
El Mundial de Hawai se va a desarrollar en octubre de 2023. “En
distancia full siempre se realiza en esta isla de Estados Unidos -
puntualizó Lucía-. En media distancia, lo que habitualmente se
llama 70:30, va cambiando en cada edición: el año próximo se
realizará en Lahti, Finlandia”.
En este sentido, valoró que “tenemos tiempo para prepararlo las
dos (ella y Elisa Hospitaleche). Es muy duro porque hace mucho
calor, humedad. Son otras las condiciones para la bici y en el
running hay subidas en algunas partes”.
También tiene previsto correr en Florianópolis, Brasil, en mayo, que
“es distancia full. Quiero tratar de bajar el tiempo de Mar del Plata,
estar debajo de las diez horas”.
Asimismo, va a participar en “todo el campeonato argentino, hay
varias fechas. Una es el 15 de enero en Miramar, con distancia
olímpica”.
El 7 de enero va a formar parte de una competencia en Azul, que no
integra el calendario del campeonato, pero es organizada por la
Federación Bonaerense de Triatlón.
Del mismo modo, le obsequiaron la inscripción para el Triatlón Half
Camino de la Costa de Balneario El Cóndor, que se va a llevar a
cabo el 18 de febrero. “Estoy agradecida al Vasco Asconape, que
es de Viedma. Es una carrera media distancia, en 2022 finalicé
segunda”, recordó.
Dentro de las fechas destacadas, mencionó igualmente el Ironman
de San Juan, en el mes de marzo.
Emociones
Luego de más de 10 horas, cuando faltaban aproximadamente 2
kilómetros de la maratón, Lucía empezó a llorar “con una
profundidad… Hasta que llegué, pasaron quince minutos y no podía
parar”.
En la entrevista con este diario, habló de “cada entrenamiento,
cuando dolía y mucho. Había que meter más de 5 horas de
bicicleta, al otro día correr dos horas”.
En ocasiones, se levantó a las 5 de la mañana para entrenar porque
después tenía que ir a ver a su hijo a jugar a la pelota. Contó
cuando por la noche “a las 8.30 dejaba el celular en off y me
acostaba a dormir para que la práctica de 4000 metros en pileta al
día siguiente saliera bien; y a la tarde poder correr igual o mejor que
la semana anterior”.
Lucía reflexionó acerca de “todo lo que dejé en el proceso. También
lloré al entrenar, visualizando la llegada. Me imaginé con un buen
resultado siempre”.
Tomó muchos recaudos “para evitar cualquier contagio, que me
hiciera perder un entrenamiento. Grande fue el esfuerzo para llegar
de la mejor manera”.
Con énfasis, afirmó que “quiero que sepan mis hijos Gero y Sofi,
que si tienen un sueño, si tienen un objetivo, por más difícil que
parezca, aunque les digan que no vale la pena, que no tiene
sentido, que no van a poder; no importa. Visualícenlo, háganlo
realidad en sus cabecitas y dejen todo por ese sueño, o al menos
intenten. Los resultados llegan solos”.
Por último, en este mensaje con el pensamiento en sus hijos,
sostuvo que “nadie les va a regalar nada nunca. Solo ellos tienen
que trabajar por su objetivo y con paciencia, mucha paciencia. Todo
es un proceso. Hay que confiar y creer en el proceso”.
Atletas de
Tres Arroyos
También formaron parte del Ironman de Mar del Plata otros atletas
tresarroyenses. En distancia full participaron Elisa Hospitaleche,
Sebastián Carella y Guillermo Alonso.
En media distancia intervinieron Diego Rodríguez, Ulises García
Diez, Iván Andreasen, Matías Miguel Lenzi, mientras que no logró
terminar Luis María Kreff.
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La necesidad de
cambiar la bicicleta
Hace cuatro años, Lucía Dibbern logró adquirir una bicicleta en
reemplazo de la anterior. En esta etapa, necesita renovarla, el
medidor de potencia dejó de funcionar y “sale casi la mitad de la
bici, no me conviene tampoco”.
Expresó que “todos conocemos la realidad del país. Es muy difícil
apoyar a los atletas amateurs. Nunca pedí nada porque trabajo, mi
sueldo es muy bueno, no me puedo quejar. Tengo dos hijos, soy
separada y como la gran mayoría de la población, no cuento
prácticamente con capacidad de ahorro. Hay carreras a las que no
puedo ir porque tengo demasiado gasto en el mes y no pasa nada”.
En distancias largas, disponer de una muy buena bicicleta, con
medidor de potencia y características similares a la que poseen
otros competidores, es muy importante.
Planteó que “tal vez una Pyme en Tres Arroyos no puede, pero sí
una empresa más grande que no le signifique tanto el monto total o
una parte. Y que le sirva que mi bici viaje por todos lados, con el
nombre de la empresa. Lo mismo la ropa que yo uso. No me rindo,
sigo ahorrando de a poquito, pero cualquier ayuda viene re bien”.
Agradeció el respaldo de “mi kinesiólogo y del mecánico de la bici” y
mencionó que “hablé con Ulises Sanguinetti, para intentar mejorar
algunas cuestiones de la técnica de carrera. Más allá de que tengo
entrenador, voy a tratar una vez por semana de trabajar con él, es
un crack, un distinto y súper humilde”.