13|12|22 10:12 hs.
El buen juego colectivo de Independiente de San Cayetano siempre tiene desde el arco el respaldo y seguridad que transmite Tomás Casas, tal como lo demostró cortando pelotas importantes, tapando remates claves, como fue el último tiro libre de Barroca que sacó del ángulo.
Tras la victoria, al buen arquero del Chimango le comentamos en zona de vestuarios que había que tener un pensamiento optimista en la previa para esperar el 3-1 a favor. “Después de pasar a Bella Vista, yo había dicho que a mi entender en los dos partidos de la zona habíamos sido superiores a Huracán, tanto en San Cayetano donde jugamos con todos los titulares y ganamos, como acá en la revancha que vinimos con un mix porque estábamos jugando las finales, y empatamos. Pero también había recalcado que este equipo había mejorado mucho ante Huracán de White, por lo que no debíamos relajarnos, ya que en el momento que lo hiciéramos lo íbamos a pasar mal. Pero en un juego de ida y vuelta, arrancando de visitante lo importante era llevarse algo; si era un triunfo impactaba como un golazo; y arrancamos siendo cautos con nuestras herramientas, sin traicionarnos. En el primer tiempo fuimos muy superiores y convertimos; en el segundo ellos se iban a venir, y con espacios podíamos liquidarlo, y entiendo que hasta pudimos hacer algún gol más. Ya con el 3-0 Huracán se empezó a venir bastante, a la desesperada, y cuando nos expulsaron dos jugadores ni hablar…” analizó el “1”.
En el primer tiempo Independiente fue claro, preciso, ordenado, práctico, completo. “Creo que sí; esos 45’ trataremos de estirarlos hasta los 90”; entendió. En el complemento era lógico esperar una reacción del Globo, y allí el Chimango encontró la vía para ampliar a 3 la ventaja. “Tal cual, y pudimos hacer alguno más, después la idea era cerrarlo, aunque el final con 9 se nos complicó. Ahora para la revancha sabemos que nada está definido; nos llegan a hacer un gol rápido y las dudas cobrarán vida. Tenemos que salir a jugar igual o mejor que lo hicimos acá, y aprovechar la desesperación de ellos para no pasarla mal”, confesó con tranquilidad Casas.