Sofía de Arriba

Sociales

En una entrevista, habló de su recorrido

Sofía, la primera egresada de la Escuela de Estética

04|12|22 08:21 hs.

La Escuela de Educación Estética Nº 2 cumplió en agosto pasado 10 años de vida, una iniciativa que fue de la profesora Mercedes Florez y que tuvo un largo recorrido hasta su concreción. En este aniversario hubo numerosos festejos, y otro hito más se cumplió: tuvo su primera egresada. 


 Sofía de Arriba ingresó con 7 años cuando la institución abrió y nunca más dejó. Hoy, con 17 años, es la primera egresada que realizó todos los años de la escuela sin interrupción. 

 Nació en Tres Arroyos y realizó casi toda su vida escolar en el Colegio Nuestra Señora de Luján, de donde se encuentra egresando en este momento. 

 La Escuela de Estética la descubrió por unos afiches que se encontraban colgados, que le generaron curiosidad. Cuenta que desde muy chica le gusta dibujar y también viene de una familia de artistas, ya que su padre y su tío están ligados a la fotografía y su otra tía también la incentivó a tomar clases de pintura. “Yo la verdad que el primer día estaba negada porque me tenía que levantar temprano. Fui toda la vida a la tarde a la escuela hasta ese momento y era levantarme dos días a la semana temprano”, menciona Sofía en una entrevista con este diario. 


Días atrás, sus profesores le entregaron un diploma sorpresa por ser la primera egresada de la institución


 A pesar de ello, asegura que “fue la mejor decisión del mundo haber arrancado porque me encantó. Me encantó, quedé fascinada con el lugar. Desde el principio fue un ambiente hermoso. Me acuerdo de haber entrado medio dormida y escuchaba música, y de ahí en adelante me re copé”. 

 La escuela se divide por edad en tres grupos de primaria, que tienen diferentes actividades cada uno. “Yo arranqué en el grupo 2, después hice el grupo 3 y después ya pasé a los talleres de secundaria. Los de primaria eran sí o sí plástica, literatura, música y teatro. Teníamos una hora en cada uno, que estaban increíbles. Siempre era muy libre, había una actividad pero cada uno hacía lo que quería dentro de esa línea, o nos ponían un punto de partida y cada uno salía para donde quería. Terminaban saliendo cosas increíblemente diferentes”, recuerda Sofía. 

 Luego en los talleres de secundaria se orientó hacia las artes más manuales. “Arranqué con cerámica cuando todavía no estaba fusionado con grabado, y teatro por otro lado. Después me quedé con cerámica y grabado que es lo que hice todos estos años”, comenta. 



 En tiempos de pandemia sus maestras fueron un gran pilar de apoyo. “Era una liberación y una forma de tener una actividad durante esa época. Era juntarnos a charlar de cómo nos estaba afectando la pandemia y plasmarlo de alguna forma. Hicimos fanzines, que fue una actividad increíble. Eramos sólo dos chicas que íbamos a los Zoom de cerámica, era muy personal todo”. 

 El entorno de la Escuela de Estética es muy cercano. “Hice un montón de amigos. Desde la primaria que tuve a mis dos mejores amigos ahí, después en secundaria el grupo es hermoso. He ido a los cumpleaños de 15 de algunas, soy amiga y me junto a tomar mates todas las semanas con otra compañera. La verdad es un grupo hermoso”, cuenta Sofía sobre las amistades que ha cosechado estos años. 



 Motivación 
 La Escuela de Estética no es obligatoria, cada uno elige ir. Año a año Sofía se motivaba a seguir asistiendo ya que “realmente es un ambiente muy lindo. Es entrar y que te reciban todos. Un espacio para crear, liberarse y poner pausa un minuto. En mi caso, que iba al bachiller de economía en el CNSL, era ponerme a hacer algo que me gustaba. Es un lugar especial”, expresa. 

 Destaca que “todos ponemos y nos turnamos para usar lo que hay. Hay un buen equipo. Yo como ya era más grande enseñé a unos cuantos a usar el torno en los talleres de cerámica o también di ayuda a otros que hacían los grabados. Nos damos una mano entre todos”. 



En la charla, Sofía no deja de mencionar a sus maestros que le marcaron este camino. “Todos tuvieron algo especial. Tengo anécdotas con todos y recuerdos de actividades que nos han dado”. 

 Los últimos años sus dos coordinadoras han sido Julia Sequeira y Romina Saint Denis. “Estuvieron en pandemia conmigo. La profe de grabado siempre cuenta que fue mi mamá quien le entregó su diploma de secundario y ella me entregó a mí el diploma de la Escuela de Estética, entonces fue algo muy lindo. Siempre están. Si uno falta un par de días o estás mal, enseguida preguntan cómo estás y si está todo bien. Están ahí, todo el tiempo”, señala. 



 El final 
 Como todos los años, la institución realiza la muestra de trabajos de alumnos, la cual tuvo lugar la semana que pasó en el Centro Cultural La Estación. El grupo de Sofía mostró las piezas hechas, que se relacionaron con los chakras. “Nos explicaron cómo funcionan los chakras y nosotros hicimos algo de cerámica y algo de grabado, relacionado con eso. Fueron en total 7 trabajos”. 

 Para sorpresa de Sofía, le entregaron un diploma especial por ser la primera egresada de la institución. “Me largué a llorar, fue muy emotivo. Yo sí sabía que era la primera egresada, pero no sabía que me iban a hacer entrega de diploma”, manifiesta. 



Recuerda además que “cuando me entregaron el diploma en primaria, me regalaron unas acuarelas que me sirvieron un montón después porque a partir de eso hubo dos o tres años que pinté solamente en esa técnica, que realmente me apasionó. Pienso que, si ellos no me hubiesen regalado eso, capaz yo nunca conocía la técnica o nunca me hubiese interesado, y es algo que me encanta”. En esta oportunidad, le regalaron un collage de su autoría y una libreta con el logo de la escuela. 

 El futuro 
Con la escolaridad ya finalizada, nuevas etapas de acercan, de grandes cambios. Sofía tiene decidido irse a La Plata a estudiar Diseño y Comunicación Visual, siguiendo por el lado del arte. “A mí me gusta mucho más ilustración, pero por un tema de salida laboral estoy pensando en hacer esta carrera y después un posgrado de ilustración, que es más adelante, pero quiero llegar a eso”, explica. 

 Esta carrera llegó en el momento justo. “Realmente lo decidí muy rápido. Estuve todo el año muy negada a irme a estudiar porque no me animaba a decidir ya qué quería hacer con mi vida. Y hace tres semanas elegí esta carrera, que ya estoy completando la inscripción”, cuenta. 

 Con muchas incógnitas se empiezan estas etapas, pero una gran certeza para Sofía: el arte todo lo puede y todo lo sana, y en un mundo como éste se vuelve inevitable vivir a través de ello.