Marcela, Patricia y Leandro brindaron detalles de la competencia

Sociales

Ocho tresarroyenses participan del Mundial de Escritura

Otro Mundial, la misma pasión

20|11|22 12:19 hs.

Si hay un tema que tiene a todos en vilo por estos días es el Mundial de fútbol. Pero no es el único Mundial que ha captado atención ya que a la par se está desarrollando el de escritura, evento organizado por Santiago Llach. 


De esta competencia están participando ocho escritores tresarroyenses: Alejandra Knudsen, Leandro de la Cal, Marcela Reynolds, María Inés Peláez, María Palacio, Patricia Login, Roberto Medina y Valentina Pereyra aunque un solo texto sigue en competencia. “El evento lo organiza Santiago Llach. Comenzó a hacerlo con sus alumnos para incentivarlos en la escritura con consignas diarias y periódicas, como en un taller, y le fue tan bien que luego lo abrió mundialmente. Hoy en día participan escritores y aprendices de todas partes” expresaron en un principio Marcela, Patricia y Leandro en diálogo con este medio. 

Para ellos es la tercera experiencia en el evento del que ya se hicieron habitués, aunque su inicio fue distinto. “Yo participé por primera vez en el 2020, me anoté sola. Ingresé al grupo por sistema” confesó Marcela, mientras Patricia y Leandro comentaron que en anteriores oportunidades participaron formando parte del grupo de escritores. (N. de la R.: del certamen participan grupos de escritores que deben tener un mínimo de ocho integrantes. Esto no implica que un participante pueda anotarse, en primera instancia, solo. Luego, el sistema lo agrupará a otros colegas hasta llegar a la cantidad necesaria para ser un equipo).

El certamen
El trabajo es individual pero abierto a los demás integrantes. “Acá todos podemos intervenir sobre las producciones de los demás con comentarios” explicaron. En cuanto a la modalidad, indicaron que durante una semana “distintos escritores te dan una consigna por día y subís un texto. En esta oportunidad además, nosotros mismos dábamos consignas a los compañeros”.

Así, los ocho integrantes redactaron un total de siete cuentos cada uno. “Durante una semana presentamos siete textos cada uno respetando las distintas consignas. Luego, cada integrante elige una de sus siete producciones (la que le parece mejor, siempre con recomendaciones de los compañeros) y éstas son sometidas a una votación. Allí, entre todos, seleccionan un texto final que será postulado al Mundial. “Esta vez quedaron tres textos empatados y el sistema eligió uno, el de María Palacios. Ahora estamos esperando cómo nos va a todos con el texto de nuestra compañera” señalaron. “Es una gran oportunidad y un desafío esto de escribir todos los días; te levantas temprano, lees, y estás todo el día pensando qué vas a escribir... está divertido, es un juego y en realidad hay que tomarlo así. La parte del compañerismo también está muy buena” destacaron los protagonistas. 

En ese sentido, resaltaron el valor de darle una mano al compañero. “Lo que te fuerza es no perjudicar a tu compañero de equipo en esos tres mil caracteres como mínimo que hay que subir en el lapso de 6 a 18”.

Para ellos, participar brinda un envión, un empujón. “Si bien vamos a talleres donde tenemos la oportunidad de escribir, esto es todos los días y eso es una ventaja, me parece que logra el objetivo de sacarte de la inercia de decir 'hoy no escribo, no tengo ganas'”. 

Continuidad 
La primera etapa, de producción, finalizó. Los escritores ya extrañan la adrenalina de escribir a diario, “te deja como un vacío esto de no tener que subir un texto o leer lo de mis compañeros”. 

Lo que sigue en el certamen es el proceso de selección de textos y la espera de resultados. Más allá de eso, la unión generada por este Mundial despertó diversas ideas en sus integrantes. “Proyectos tiramos, nosotros queremos hacer más cosas pero nos tenemos que coordinar” confiesan, entre risas. 

Más allá de eso, desean encontrarse “fuera de esto que te aglutina, que se arme un equipo interesante… después habrá que ver qué sale de las ideas que tenemos y qué se puede llevar a cabo o no”.