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El momento de elegir una carrera para estudiar suele ser un proceso bastante difícil para la mayoría de los jóvenes, quienes aún se encuentran explorando sus gustos, preferencias y trabajando en la vocación. Este no fue el caso de Florencia Saugar, que desde muy pequeña tuvo presente el arte en su vida y siempre supo que quería dedicarse a ello.
Proveniente de una familia de artistas, ya que siempre observó a su madre entre pinceles y a su tío entre lápices, al finalizar la escuela secundaria se mudó a Mar del Plata a estudiar Ilustración en la Escuela de Artes Visuales Martín Malharro. Si bien el mundo de la ilustración, siempre tuvo presente que quería guiar su camino hacia lo editorial para poder contar historias de otros autores o incluso en algún momento algo propio.
Una vez finalizados sus estudiar, en el 2017 retornó a Tres Arroyos y comenzó a explorar el ámbito de la docencia, que con algunas intermitencias siguió hasta el día de hoy.
“Hace varios años que doy clases de dibujo y pintura y el vínculo que genero son más niños que adultos. Las herramientas que uno les da se van perfeccionando, así que yo también puedo decir que aprendí en esos años. Ahora me siento más relajada y disfruto muchísimo la docencia. Quiero que el taller siga creciendo”, contaba Florencia en diálogo con este diario.
Físicamente, el año pasado el “Taller de Arte Tresa” tuvo lugar en el local de Editorial Caravana. Este año, “empezó en mi casa, que además es mi atelier, entonces yo estoy con mis pinceles hasta último momento antes que vengan mis alumnos. Siento que les estoy mostrando parte de mi intimidad, mi espacio. Ahí están viendo la paleta que dejé, mis propios proyectos y me encanta que conozcan mi espacio”, aseguró la artista.

Para Flor dar las clases en su atelier es muy gratificante porque “siento que les estoy mostrando parte de mi intimidad”
Con ánimos de seguir creciendo, tiene pensado a futuro ampliar las instalaciones porque ha tenido que dejar gente en lista de espera. “Este año funcionó así y estoy muy contenta. Es un taller destinado a todos. Se dio que son más niños de 5 a 11 años, pero tengo adultos y adolescentes, algunos que vienen desde el año pasado”.
La mayoría de las personas que asisten, comenzaron sin experiencia alguna. “El avance que veo en ellos es súper gratificante. Hay algunos que sienten que están cumpliendo su sueño, que por diferentes circunstancias se les ha pasado y les quedó esa chispita de querer aprender a dibujar y pintar, y ven que pueden hacerlo con las herramientas que se les da, que como todo se aprende”, reconoció.

El Taller de Arte cuenta con niños desde los 5 años hasta adultos que buscan cumplir su sueño de aprender dibujar y pintar. Mostrarán sus trabajos el próximo fin de semana
Así, van explorando diferentes técnicas, siguiendo lo que más les gusta y perfeccionándose en eso. “Yo soy una guía de sus composiciones”, aseguró.
En Editorial Caravana
Florencia trabajó también con Editorial Caravana, que la vio crecer desde sus inicios. A través de una de las integrantes de la cooperativa, hizo el contacto con el equipo y la convocaron para trabajar como ilustradora. “El primero que hice fue ‘Relatos cortos de una infancia corta’ de Nora Elsa Collar. Ellos me mandaban los textos y se hablaba de una idea general. Este primer libro que me tocó ilustrar fue bastante fuerte y difícil, es sobre el abuso sexual en la niñez. Ilustrar la historia autobiográfica de alguien más es difícil porque no estás hablando de ficción, y con esta temática doblemente difícil”, aseguró.
En cuanto al proceso, contó que “se habló un montón con la autora que no quería exponerse mucho desde lo visual y la imagen. No había mucho más que agregar al texto que es muy descriptivo, era más bien acompañar. Se trató que las imágenes sean más abstractas y surgió la idea de interpretar a ella, que es el personaje principal, como un árbol. Después todos los sentimientos y sensaciones se fueron haciendo con colores, formas y manchas, todo con la técnica de acuarela. Ahí se vio mucho la psicología del color”, recordó.
En este trabajo se vieron alrededor de 50 ilustraciones, pero realizó muchas más que fueron descarte.
“Luego tuve la oportunidad de ilustrar ‘Las fallas del universo’ de Diego Slagter, que tuvo un enfoque totalmente distinto, porque fue más desde el humor. A los dos puedo decir que los disfruté un montón. Además, fue mi segundo libro, ya tenía toda la experiencia del proceso que tenía que pasar y me sentí mucho más relajada, me divertí haciéndolo”, señaló.
La artista
Este año, por cuestiones personales, Florencia decidió alejarse de la ilustración y comenzar a explorar su lado como artista, siguiendo con la docencia. “Lo que es el ámbito personal y artístico, que yo los relaciono mucho, este año me dediqué más a la pintura. También fue por eso que me alejé de la ilustración, que igual dejo esa puerta abierta porque sé que tengo ganas de volver después de que pase todo este proceso de la pintura”.
Florencia hizo un cambio radical en cuanto a la forma de expresarse artísticamente ya que reemplazó las acuarelas y el papel por óleos y lienzos. “Cambié de formato, de técnica y los soportes. Siempre la ilustración se hace en formatos más pequeños, ahora cambié todo. Pasé de las acuarelas a la técnica de óleo que jamás la había tocado”, mencionó.
Este cambio, “en lo personal fue muy fuerte. Pasé de contar la historia de otro a expresar mis ideas. Técnicamente cambié en tamaño y en técnica. En lo que es el concepto sigo buscándolo, pero creo que lo siento bastante biográfico. No lo pienso como para decoración, que si se da joya porque quisiera comercializar, pero en realidad está la necesidad de lo que sale de adentro”, expresó.
También cambió la paleta de colores y comenzó a explorar y jugar con lo surrealista, lo femenino y la naturaleza. “Lo personal es lo artístico para mí. No puedo decir que estoy bien en una cosa y mal en la otra. Van de la mano porque creo que como les pasa a todos los artistas, expresan lo que llevan adentro”, aseguró.
En cuanto al proceso creativo, aseguró que “a veces tengo ideas en la cabeza, soy muy de pensar y pensar, siento que el cerebro no me para un segundo. Hago un pequeño boceto, a veces digital, a veces a mano, después se va transformando un montón y más cuando lo paso al soporte. Antes dibujada primero, después iba a un boceto digital buscando referencias, quitando, agregando”.
Este proceso de cambio de soporte no fue tan sencillo. “Me enroscaba mucho, pero porque todavía no me ubicaba sobre el soporte más grande, hacía una cuadrícula, dibujaba. Lo bueno es que en un año logré avanzar en varias cuestiones técnicas, así que me imagino que voy a tener más habilidad. Ahora voy directo con el pincel, la pintura, sin toda esa previa. Lo disfruto mucho más también porque sale más espontánea la pincelada”.
Dos expos
Tanto los alumnos de su taller como Florencia, estarán en las próximas semanas exponiendo sus trabajos para la comunidad.
Primero será el turno de los integrantes del Taller de Arte, que el próximo viernes inaugurarán en La Casona de Maipú –ubicada en calle Maipú 32- su primera muestra con los trabajos que han realizado. “A partir de las 19 se hace la presentación, que invitamos a todos a participar. Va a estar todo el fin de semana para que la puedan ir a visitar”.
“Es un cierre que el año pasado no lo pude hacer de toda la movida y el taller. Tengo muchas ganas de que ellos muestren todo lo que han hecho porque es darles la oportunidad, que siempre pensé lo que me hubiera gustado que me pase a mí desde los inicios, y que eso sea una dinámica que se dé natural. Poder exponerse, no esperar y quedarse como el artista de antes encerrado en una habitación”, opinó y agregó que “el arte es social y se tiene que compartir, todo el tiempo”.
La entrada será libre y gratuita.
La segunda exposición será una a dúo en donde Florencia junto a su amiga y artista Eliana Zanini mostrarán lo que han trabajado. Será en el Espacio de Arte de la Biblioteca Cacuri. “La inauguración va a ser el 12 de diciembre a las 19 horas y va a durar todo el mes. Siempre hice exposiciones colectivas con mucha gente, esta no va a ser única pero solamente vamos a ser dos personas”.
Es fin de año y para muchos se cierran ciclos y se abren puertas para que sucedan nuevas cosas. Florencia ha transitado un camino de grandes cambios a nivel personal y artístico, y piensa seguir en esa línea para reencontrarse y amigar todas sus facetas.
La artista, la docente y la ilustradora, conviven en ella para continuar buscando caminos por recorrer.
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Proyecto Doce
Este año Florencia Saugar formó parte del ciclo Proyecto Doce que impulsó el Museo Mulazzi. “Ese proyecto estuvo buenísimo porque se le dio espacio a un montón de artistas, que a veces somos muy quedados, porque lugares hay para mostrarse y exponer, se puede hacer hasta en un bar”, opinó.
En el mes de mayo, mostró una serie de pequeños cuadros en la vidriera de Celant. “En el caso de Proyecto Doce fue en vidrieras, en lugares cotiadianos que pasa mucha gente. No siempre tenemos que esperar que sea una galería o un museo, sino te quedás esperando eternamente. Fue un proyecto re lindo que nos hizo movilizarnos a todos los artistas”, reflexionó.