18|11|22 08:39 hs.
La emoción que irradiaba cada rostro de las chicas de Tres Arroyos tenía un gran justificativo, y el alegre festejo una merecida razón, porque ganarle a Bahía Blanca siempre es un mérito importante; y si se lo hace con mayor inteligencia, mejor calidad y destacada superioridad colectiva e individual, la situación aparece como perfecta.
El seleccionado tresarroyense de fútbol femenino le ganó anoche al representante de la Liga del Sur por 3 a 1 con dos goles de Eugenia Gago y uno de Antonella Jensen; partido que afrontó durante la mitad del complemento con 10 jugadoras tras la expulsión de Fernández, y quedó como puntero en el Torneo Regional Pampeano tras disputarse la segunda fecha.
Rápidamente se vislumbró en el césped del Bottino que el equipo de Cattanio tenía bien estructurada la táctica; la defensa apareció compacta y ordenada, delante de ella Rodríguez y Caraballo aportaban equilibrio, más adelante una línea de 3 volantes con la responsabilidad dual de combatir en el medio y darle volumen a un juego ofensivo que tuvo a Gago como punta.
Y sólo debieron pasar 5’ para que la primera gran emoción explotara; Caraballo asistió largo a Jensen, la creadora esperó el momento justo para ponerle un pase perfecto a la corrida indetenible de Gago que abrió el marcador con su sello personal.
Bahía no se había repuesto del primer impacto cuando Jensen, desde casi 30 metros, exhibió la calidad en su pegada temible para meter un tiro libre contra el travesaño, poniendo el 2-0 merecido y parcial.
Con Caraballo manejando los tiempos, un movimiento preciso de la pelota y el control de los momentos las chicas anfitrionas destrozaban a una defensa rival parada en línea y lenta. Así, Arrupe metió dos tiros en los palos desde inmejorables posiciones; y sumando méritos pero también contraposiciones para definir el partido ya en el primer tiempo, a los 28’ la misma Arrupe mandó por arriba del travesaño un penal que le habían cometido a Gago.
Y Tres Arroyos sufrió en su arco lo que no pudo concretar en el rival; un apurado despeje le sirvió la pelota a Lucero, quien desde afuera del área y de manera sorpresiva, la clavó en el ángulo.
Pero Tres Arroyos no le dio tiempo a la esperanza sureña, porque un minuto después la propia Gago ensayó otra larga, incontenible y goleadora corrida que trajo tranquilidad en todo el estadio.
Tras una exquisita combinación, Valerio no pudo ajustar el remate final que se perdió por arriba en una jugada que desde todos los ángulos, merecía ser gol.
En los minutos finales Tres Arroyos perdió la pelota, algo que se prolongó en el inicio del complemento. Para esta altura, Bahía ya estaba con varios cambios y las locales con una actitud más replegada y ordenada. El gasto estaba hecho y había que hacerlo valer.
La expulsión de Fernández mandó a Caraballo a la última línea, Arrupe pasó al medio y el resto a desplegar un esfuerzo que fue conmovedor, encomiable, determinante. Como lo fue la descollante actuación de Morales, o la seguridad que aportó Alzúa en cada centro.
Bahía fue y fue pero chocó contra la solidez local, y cuando pasó no generó con claridad Los minutos pasaron, Tres Arroyos creció en el orden, la tranquilidad le permitió jugar lejos de su arco y el pitazo final premió merecidamente al mejor de los dos que dio un gran golpes en la competencia y se anima a creer mucho más en sus verdaderas fuerzas.