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Rubén Gurdiel es dueño de una historia que merece ser contada, ya sea en tercera o en primera persona. El oriundo de Mar del Plata sabe perfectamente lo que es dar un giro de 180 grados en su recorrido laboral.
Prácticamente, en un abrir y cerrar de ojos, pasó de instalar antenas de DirecTV a ser un artesano ya afianzado, con producciones propias de un artista que toda su vida se dedicó a darle su impronta a sus creaciones.
Gurdiel, tal como lo hizo en las 18 ediciones anteriores, volvió este año a apostar fuerte la Feria Nacional de Artesanos. Con orgullo, luce la credencial que desde la organización se le dio cuando participó por primera vez de la propuesta, allá por 2002, tiempos en los que la feria se realizaba en inmediaciones de la terminal.
"Cuando empecé a venir a la feria, ofrecía sahumerios y porta sahumerios. Pero con el paso del tiempo, por la gran cantidad de personas que se empezaron a dedicar a eso, me aboqué a hacer mates, bombillas y cuchillos. Todo artesanal", expresó.
Con la cuchillería, su experiencia es reciente. Con los mates, comenzó hace unos cinco años. En 2001 dio inicio a su camino como artesano. Dos hechos puntuales que le sucedieron en ese año, con un país dominado por la crisis, lo obligaron a empezar de cero en un rubro que para él era totalmente desconocido. "Ese año falleció mi mamá y a partir de ahí empecé con la artesanía. Yo era técnico instalador de DirecTV. Nada que ver una cosa con la otra. En esa época tuve un inconveniente con mi jefe y dejé de hacer esa actividad", sostuvo.
“Hacía instalaciones de DirecTV y ahora hago artesanías. Mientras tenga vida y el cuerpo aguante, voy a seguir viajando”
A partir de ahí, por necesidad, comenzó a transitar el mundo de la artesanía. Su hermano le enseñó a hacer árboles de la vida, en cobre. "Después me cargaba. No puede ser que lo hagas más rápido que yo. Así me decía. El alumno tiene que superar al maestro, sino, no sirve", recordó Rubén, entre risas.
En sus apreciaciones, dijo: "Empecé como artesano en Torreón del Monje, en Mar del Plata. Estuve año ahí y luego fuimos a la feria del centro, donde pasé quince años".

“Desde 2001 hasta ahora, no paramos nunca. Mi primera feria en Tres Arroyos fue en 2003. Solo falté a las primeras ediciones porque no la conocía”
"La misma situación que viví en aquel momento me obligó a cambiar de rumbo. Desde 2001 hasta ahora, no paramos nunca. Mi primera feria en Tres Arroyos fue en 2003. Solo falté a las primeras ediciones porque no la conocía. En su momento, me comentaron de la feria de Tres Arroyos, vinimos y después no faltamos nunca", expresó.
Gurdiel dio los motivos por los cuales apuesta fuerte por la Feria Nacional de Artesanos. "A mí me va bien. No me quejo. Sigo adelante. Soy una persona que cuando encara algo, lo sigue y lo termina. Además, es una propuesta muy linda", señaló.
Rubén, a lo largo de su trayectoria como artesano, visitó diversas ferias. "He recorrido más de la mitad del país. Me faltaron conocer algunas provincias del norte y del sur, pero después las conozco a todas", indicó.
"A esta feria la tengo muy bien considerada, entre las primeras, sin dudas", manifestó la cara visible del stand denominado Artesanías NAF (Nieves Argelia Fernández, nombre de su madre).
Rubén, por cuestiones de salud, acude solamente a ferias puntuales, precisamente a tres: la de nuestra ciudad, la de Neuquén y está en duda por una que se lleva a cabo en Coronel Suárez. "A mí me encanta viajar, pero ahora no es como antes", remarcó.
"Me encanta la artesanía. Me siento útil. Las cosas de la vida me fueron llevando a dedicarme a esto. Uno nunca sabe lo que le depara el destino. Mi oficio es el de instalador electricista. Me crié con mi papá haciendo ese trabajo. Hacía instalaciones de DirecTV y ahora hago artesanías. Mientras tenga vida y el cuerpo aguante, voy a seguir viajando", remarcó.
Una compañera de oro
En esta oportunidad, Rubén llegó a Tres Arroyos sin su compañera de oro, tal como la describe a su esposa. "Ella me conoció como electricista. No estamos casados, pero en pareja llevamos 40 años. Me aguantó mucho", expresó entre risas.
"Si no fuera por ella, hoy no estaría vivo. Le debo la vida. Además, compartimos todo. Mónica es de fierro. Es mi pilar. Incluso, muchas veces, me ayuda a hacer los trabajos de artesanías", destacó Rubén en el cierre de la entrevista.