04|07|22 18:32 hs.
El sábado se conmemoró el Día Internacional de las Cooperativas, ya que en julio de 1995 la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) así lo proclamó.
En relación a esto, cabe destacar que la cooperativa Cerealcoop de nuestra ciudad vivió un día muy especial hace casi un año, tras lo que fue un largo proceso de rearmado de la planta de la ex fábrica Laso. El 15 de julio de 2021, quedó inaugurada la planta ubicada en Balcarce 1450 en la cual 30 trabajadores pudieron recuperar su fuente laboral.
Sobre cómo fue ese primer año de trabajo como empresa recuperada, el presidente de Cerealcoop Sebastián Anta confió a La Voz del Pueblo que “pudimos formar un consejo de administración el cual tiene su presidente; su secretaria -Belén Pereyra- y su tesorero -Ceferino Di Rocco-. Contamos también con el asesoramiento de un contador y una licenciada en administración, claves ambos desde su lugar. A la par, están los asociados que forman parte y que hacen la fuerza de lo que es la cooperativa en sí misma. Inauguramos el 15 de julio del año pasado, luego de mucho batallar. Unos días antes, recuerdo que habíamos dado comienzo con las pruebas para ver cómo funcionaba la línea completa de avena y la verdad es que respondió muy bien. Pudimos abrir nuestra empresa, nuestra propia cooperativa de trabajo con un gran esfuerzo de todos”.
Con la participación de los asociados, ese emotivo día lo presenció también Eduardo Murúa, Director Nacional de Empresas Recuperadas. “Vinieron referentes del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAE) como órgano promotor. Pasaron muchos días y el balance de este primer año es altamente positivo. Trabajamos en gran forma y nos falta un montón, tenemos mucha perspectiva de futuro y la posibilidad que más asociados estén trabajando en el menor tiempo posible. Estamos haciendo todo el esfuerzo posible para tener más socios dentro de nuestro lugar”, agregó.
La intención clara cuando comenzaron era poder establecer su propia marca, apuntando a algo que los identifique como tal. “Para eso, teníamos que tener la planta habilitada a nivel municipal y nacional, además de poder tener inscriptos todos nuestros productos en el primer formato, que era granel lo que estábamos haciendo. Ese fue nuestro primer objetivo y el segundo, es poder diversificar y pasar con nuestros productos a góndola”, subrayó un ilusionado Anta.
Compromiso
Asimismo, recordó que desde el mes de diciembre de 2021 es que se han hecho cargo de la comercialización de sus productos. “Vamos de a poco porque sabemos cuáles son nuestros limitantes para poder comprar materia prima y cuáles son los tiempos que nosotros tardamos en procesarla. Esto es paso a paso, sin desproteger ningún área: ni la del proveedor del campo ni la nuestra, para poder vender el producto”.
Desde ese entonces, ya tenían tres empresas que confiaban en su labor a las cuales empezaron a venderles. A partir de este año, “la constancia nos ha hecho poder llegar a distintos escenarios que no teníamos. Estamos comercializando en las provincias de Mendoza, Córdoba, La Rioja y hay algunos proyectos para Tucumán y Santiago del Estero. Gran parte de la provincia de Buenos Aires, también está siendo abastecida por mercadería de Cerealcoop y la intención es seguir creciendo, siempre a conciencia y con los pies sobre la tierra. La intención es seguir manteniendo nuestros estándares de calidad y mirar el futuro con optimismo”, añadió.
Desde que emprendieron la conformación de esta cooperativa de trabajo, lograron mantener un total de 30 asociados que son los que están trabajando toda la semana en la planta. Pese a ello, Anta aclaró que “nos quedan un total de 51 socios para que se unan a la planta permanente de activos. Las cooperativas de trabajo tienen que tener una necesidad para poder agregar más asociados al lugar. Con necesidad, me refiero a mejorar las ventas o agregar alguna otra línea productiva como para que puedan ingresar a la planta más asociados y dar un mayor volumen de trabajo”.
Con alegría por la realidad que les toca afrontar -pero siempre con cautela- señaló que “nos hemos reinventado, adaptado a distintas áreas y tareas que no estábamos haciendo. El equipo de trabajo está muy comprometido, con el deber de hacer producción y con mantener los niveles de armonía dentro de la cooperativa. Hay un hermoso grupo también en la parte administrativa y en control de calidad también se hace una labor muy buena. Estamos ampliando y mejorando la parte de marketing, la comercialización es un escenario nuevo para nosotros y vamos articulando todas estas cuestiones. Hemos generado muy buen ambiente con nuestros proveedores y ya tenemos cuenta en varios negocios de la ciudad porque la idea es seguir mejorando como cooperativa”, destacó.
Apoyo e identidad
A su turno, la secretaria del consejo de administración Belén Pereyra puntualizó sobre las medidas que tomaron como grupo de trabajo para acceder a diferentes subsidios. Al respecto, Pereyra remarcó que “desde el Registro Nacional de Empresas Recuperadas nos dieron el primer subsidio para poner en marcha las obras de gas y de reconexión de la parte eléctrica. Con eso, pudimos dar marcha a la línea de avena. Además, desde el INAE hace un año firmamos un segundo subsidio, el cual nos permitió comprar materia prima y fue de gran apoyo para poder seguir de manera autogestiva. Ahora, hemos recibido ayuda del programa Fomepro del municipio que nos permitió comprar herramientas. Pudimos invertir en la planta y eso hay que valorarlo”.
En otro orden, es que han gestionado el Programa de Reactivación y Desarrollo Productivo Cooperativo (REDECO) que se presentó el año pasado, “donde se aprobó el proyecto de envasado que constó de la compra de insumos, para presentar nuestro packaging. Con esa inyección nueva de capital, vamos a poder seguir desarrollando nuestra labor y ya tendríamos nuestra línea de avenas en paquetes para góndola”, sostuvo con énfasis.
Además, hizo referencia a que Cerealcoop no tiene nada que ver con la firma anterior. “Hemos sabido despegarnos de eso y supimos generar nuestro propio nombre e identidad. Nos llevó su tiempo, pero agradezco a la comunidad de Tres Arroyos por estar acompañando en gran forma. Lo importante, es mantener una reciprocidad. Otro punto a destacar es que trabajamos conjuntamente con el Colegio Industrial, ya que recientemente arrancaron los alumnos de la Tecnicatura en Alimentos a hacer las prácticas profesionalizantes en la parte de laboratorio”, valoró.