22|06|22 19:04 hs.
En la mañana de ayer la Secretaría de Gestión Ambiental finalizó, con ayuda de la Fundación Azara, un mural que busca reflexionar sobre el cuidado de la biodiversidad y el respeto animal; el mismo se encuentra emplazada en el predio de la Fiesta del Trigo, cerca de donde se encuentra la locomotora.
El encargado de contar cómo surgió la idea y cómo fue el proceso fue el funcionario Ricardo D’Annunzio. “Esto fue con un llamado de Hernán Ibáñez de la Fundación Azara, con quien siempre hemos trabajado. El se desempeña en una reserva en la localidad de Moreno y también está en esta fundación, la cual se ocupa de conservar la biodiversidad. La propuesta fue poder hacer un mural representativo de lo que es el cauquén, que sabemos es una especie que está amenazada, específicamente el cauquén colorado está en peligro de extinción con menos de mil ejemplares existentes”.
En ese sentido, D’Annunzio explicó que el cauquén “es una especie migratoria que viene desde el sur a pasar la invernada a nuestra zona, lo que es el sudoeste de la provincia de Buenos Aires”.
En lo que respecta al trabajo realizado, explicó que “es para crear conciencia de cuidar la biodiversidad, la naturaleza, el ambiente; creímos que era muy positivo y apoyamos esta iniciativa brindándole un lugar para que lo pudieran plasmar y para que la población lo disfrute. Esta pared, que no tenía ninguna intervención, ha cambiado… ahora además de concientizar, pueden venir y ver lo que es el cauquén”.
Vale indicar que en el mural se ubicó una placa con un código QR para que el visitante lo escanee con el teléfono “y obtenga información sobre las tres especies de cauquén que hay en la Argentina y también en Chile”.
Consultado por el espacio elegido, el secretario de Gestión Ambiental contó que “trabajamos junto a Ignacio Elizari que es parte de la secretaría, él buscó este mural, me dijo que podría ser este y mandamos fotos a la Fundación. Este es un lugar público al cual concurre gran cantidad de gente en la Fiesta del Trigo”.
Un trabajo de años
Pablo Petracchi es integrante de la Fundación Azara y uno de los encargados de mover este proyecto. “Soy biólogo del departamento de biología de la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca; arrancamos en el 2007 tratando de revertir la situación que tenían los cauquenes o las avutardas como se las conoce acá en esta región, que eran detectadas como especies problemáticas o plaga” explicó en el inicio.

“Desde el 2007 para acá se iniciaron una serie de acciones tendientes a revertir el escenario que se estaba dando en ese momento, sobre todo a la caza clandestina que en ese momento incluso era legal. A partir de ahí se empezaron a hacer toda una serie de monitoreos poblacionales y se descubrió que las poblaciones estaban realmente muy mal: de las tres especies que llegan a la región de Tres Arroyos y al sur y sudeste bonaerense, había números realmente muy muy bajos con respecto a otros años”
Estos resultados provocaron cambios. “Se comenzó con una serie de acciones, entre ellas la veda, la prohibición de la caza, y actividades como por ejemplo la creación de un santuario natural del cauquén colorado en San Cayetano, actividades en distintos municipios de concientización, de sensibilización, de informar un poco a la comunidad sobre que estas especies eran erróneamente percibidas por plagas. Además realizamos un montón de estudios científicos desde la universidad para demostrar que el impacto que generaban en el trigo no era tal como se creía, que había cambiado mucho el escenario desde los primeros años”.
Petracchi reflexiona y destaca el simbolismo de ubicar el mural a metros del escenario mayor en el predio de la Fiesta del Trigo. “Justamente estas especies fueron declaradas en el 31’ como plagas que generaban impactos negativos en el trigo… que hoy estén aquí habla mucho no solo de nosotros que estamos impulsando acciones, sino del municipio de Tres Arroyos como receptor, de entender la problemática que tenían y apostar para poner en valor a estas especies desde otra mirada“.
La artista
La Fundación Azara fue la encargada de convocar a la artista Moira Buscazzo para plasmar el mural.
“Me convocó la Fundación Azara, yo ya había hecho un cauquén allá en Bahía Blanca y la problemática la vengo siguiendo desde hace años, la conocí junto a Pablo Petracchi; de hecho mi proyecto personal en relación a los murales es vincular la ciencia y el arte, hacer murales con un sentido también didáctico, sensibilizar a través de lo artístico para motivar a la gente que se acerque y que mire” explicó.
En cuanto al tiempo de trabajo, dijo: “Arrancamos el viernes, me está ayudando Leandro Varsano, él me ayudó a hacer la parte de los colores planos, lo que sería la parte de fondo”.
En cuanto a la idea del mural, señaló: “Me mandaron la foto del espacio y a partir de ahí empecé a trabajar con bocetos, con fotomontajes, le fui mostrando a los chicos de Azara a ver qué les parecía y les gustó el boceto. Mi idea era trabajar con estos colores vibrantes... como el espacio es tan grande, quería llamar la atención desde lejos”.
En ese sentido, entendió que en el mural “está la parte naturalista de los cauquenes porque las características de cada especie que tenían que estar bien representadas, pero en un contexto algo surrealista… esas son las licencias que nos da el arte”.
En el cierre, dijo estar “súper agradecida con la Fundación Azara y con la gente de Tres Arroyos que la verdad nos ha brindado todo el apoyo y aliento todos estos días”.