El joven calificó de "polémica, drástica y necesaria" la decisión tomada, la cual, según expresó, se definió desde la institución con el aval de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (Dipregep). "Es una medida polémica. No es lo que uno quiere. Uno pretende que los chicos estén siempre en las aulas. Al menos, en la parte estatal trabajamos para eso. Ya pasamos la etapa de las burbujas durante la pandemia y no fue nada positivo. Se pierde mucho la continuidad pedagógica. De hecho, muchos chicos se perdieron en el camino", expresó. 

En sus apreciaciones, en cierta forma, justificó la determinación tomada desde el colegio. "Entiendo que, hasta que el Secundario no pase al Estado, no había otra medida para tomar. Esto fue avalado por la inspección de Dipregep, al considerar que todavía depende de la gestión privada", indicó. 

Sostuvo que la semana pasada hubo una reunión en la que el cuerpo de consejeros escolares fue informado, y no consultado, sobre la metodología que se iba a implementar tras los casos de violencia que se dieron en el establecimiento. "Ojalá el Secundario pase al Estado lo antes posible para subsanar esto", manifestó. Brítez, en tanto, mencionó: "No son estos hechos puntuales de violencia, siempre ha existido en grupos grandes que por una u otra cuestión se ha dado alguna situación violenta como sucede en otros establecimientos del distrito también. Son los propios docentes los que pidieron a los directivos para que intercedan en esta cuestión. Es difícil de manejar una clase con grupos que superan los 46 o 47 alumnos". 

Y agregó: "Se solicitó la intervención familiar para buscar alternativas entre todos, pero no se pudo y agotadas las instancias, se tuvo que llegar a tomar esta decisión un poco drástica pero necesaria. Esta situación continuará hasta tanto se estatice el establecimiento, por lo que pude conocer, la resolución sería tomada luego de las vacaciones de invierno, pero nada está en firme. Considero que todos tenemos que sentarnos a conversar sobre este tema”.