El DJ y rrpp ve con tristeza la falta de motivación entre los jóvenes tresarroyenses

Policiales

Juventud tresarroyense en riesgo. Hoy, Bruno Chiquette

“Hoy, nueve de cada diez pibes de 16 y 17 años, fuma o fumó marihuana”

14|05|22 09:37 hs.

 Texto y fotos: Enrique Mendiberri  


Bruno Chiquette es uno de los referentes de la juventud tresarroyense. A los 23 años, ya hace más de ocho que comenzó a darle forma a lo que sería el sostén de su vida: la noche y la organización de eventos de todo tipo.

Hijo de rotarios, fue tesorero y presidente de Interact, donde cumplió funciones durante cuatro años y siempre participando de eventos populares como la Cazuela Solidaria, donde llegó de la mano de su padre Néstor, a quién siempre acompañó en este tipo de actos; desde donar ropa hasta organizar cenas solidarias. 

Hoy, asegura tener a su cargo el 80 por ciento del mercado de fiestas de egresados que hay en la ciudad, desde donde ve aspectos de la realidad de los jóvenes y genera sus propias conclusiones. “Cuando tenía 14 años se me despierta el interés por pasar música. Todavía no salía, pero a los 15 años me organicé una fiesta muy grande. A los 16, me llamaron de La Barra para organizar los pre dancing y los matinee”, así recuerda hoy esos primeros pasos que dio con amigos, junto a los que además, realizó sus primeras inversiones en equipos para brindar el servicio. 

“Empezamos a trabajar en fiestas para los Boys Scouts con el objetivo de brindar asistencia a comedores como Los Peques, al asilo de ancianos. Cuando cumplí los 18 dejé mi cargo como presidente de la rama juvenil y, seis meses más tarde, dejé mi labor en Interact”. 

Fue la antesala del éxito. “A los 16 fue nuestra explosión. Creamos BCDJ y empezamos a organizar fiestas de egresados. Arracamos siendo dos y, en un momento, llegamos a ser ocho o diez chicos. Pusimos una oficina para atender chicos y nos fuimos ampliando”, recuerda. 

Aunque hoy, las cosas empezaron a cambiar en la sociedad y la manera de llegar a los jóvenes exige creatividad y nuevos recursos, “se está perdiendo el compañerismo entre los grupos, la noción de trabajar todos unidos por un fin. Interact hoy sigue funcionando, pero cuando nosotros estábamos, llegamos a tener un grupo de 80 chicos. Con el tiempo se fue perdiendo porque es difícil conseguir chicos líderes que motiven a los grupos”.

LVP: ¿Qué tiene que tener un líder hoy para que los chicos lo escuchen o sigan?
BC: “Lo que más está influyendo hoy en los chicos es la tecnología. Los lleva a estar adelantados constantemente. Yo a los 14 años esperaba el viernes para ir al boliche a encontrarme con mi amigo de otro colegio del que no sabía nada hacía días. No sabía si estaba de novio o qué estaba haciendo. Hoy, él se compra una remera y todos nos enteramos por Instagram a los cinco minutos. Antes esperábamos el viernes para estar con la chica que queríamos ver y otro viernes, y así. Ahora, mandas un WhatsApp y ya está todo”. 

LVP: ¿Por qué en Tres Arroyos no hay un influencer? 
BC: “Hay pibes que la pegaron en Instagram, como esta chica Ariana Somovilla, que tiene miles de seguidores, pero si esa persona convoca a alguien en el aula magna del CRESTA, no va nadie. Es muy difícil que un joven logre captar atención de otra manera. Pero cada vez es más difícil estimular a los pibes, porque están muy cómodos en su casa con la tecnología. Nosotros organizamos eventos para darle la oportunidad de ganar algo a los chicos de alguna manera, con un concurso por ejemplo, pero últimamente, la curva de participación está yendo hacia abajo. Hoy en día es muy difícil motivarlos”. 

“Hay muchas otras cosas que la sociedad hoy no está viendo, y el padre que muchas veces se queja del hijo, es quien está dando todas las libertades hoy. Nosotros muchas veces nos comemos las culpas de lo que pasó en la noche, pero gracias a Dios no pasó nunca adentro del boliche”


LVP: ¿Observas otro factor que atenta contra la motivación en los jóvenes?
BC: “Hay un tema clave que es la evolución del consumo de alcohol y marihuana entre los pibes, no solo en Tres Arroyos, en todo el país, pero es igual de grave en todos lados. Para mí, el incremento se dio en los últimos seis años. Hoy, nueve de cada diez pibes de 16 o 17 años con los que hablo, fuma o fumó marihuana”. 

LVP: Es fuerte escuchar eso de un referente que está en contacto permanente con jóvenes… 
BC: “Hay muchas otras cosas que la sociedad hoy no está viendo, y el padre que muchas veces se queja del hijo, es quien está dando todas las libertades hoy. Nosotros muchas veces nos comemos las culpas de lo que pasó en la noche, pero gracias a Dios no pasó nunca adentro del boliche. Tenemos mucha gente trabajando para que no se peleen, para que no haya un acuchillado, para que no fumen marihuana adentro. Todo eso no pasa porque estamos preocupados constantemente para que no nos pase. Por eso, estaría bueno decirles a las familias que la educación arranca primero por casa y esto está pasando” 

LVP: ¿Crees que si hubiera más diálogo entre padres e hijos esto ocurriría menos? 
BC: “No sé. Si hoy me preguntás por una solución, no sé qué aplicaría. Es muy difícil esto. Sólo digo que falta comunicación entre el pibe y el padre y una realidad que el padre va. En nuestro caso, hacemos reuniones de padres para coordinar las fiestas y viajes de egresados y nos encontramos con que no saben de qué es la reunión”. 

LVP: ¿Entonces tampoco nadie les consulta por sus hijos o lo que ven en su contexto? 
BC: “Muchos se desayunan con cosas que no sabían. Cuando en una reunión organizativa de una fiesta o viaje, a los padres les hablamos del alcohol que está previsto que haya en una fiesta, nos miran con cara de sorprendidos. Igualmente, el padre primero se hace el desentendido, pero después, en muchos casos, es el primero en ir a comprarle la botella de alcohol al nene”. 

LVP: ¿Decís que el padre termina siendo cómplice? 
BC: “El cómplice principal es el padre. ¿Quién compra el alcohol en Tres Arroyos porque es más barato y se lo lleva en auto a Claromecó en la primavera? En el 90 por ciento de los casos, lo hace el padre. Cuando fuma marihuana, ¿Quién le da el dinero para comprarla? Falta control. Hoy en día, que la gente se fume un porro es completamente normal. Yo soy anti droga totalmente, pero lamentablemente no puedo hacer de eso un filtro para trabajar y me duele un montón”. 


Bruno Chiquette. “Estaría bueno recordarles a muchas familias que la educación arranca por casa”

“El cómplice principal es el padre. ¿Quién compra el alcohol en Tres Arroyos porque es más barato y se lo lleva en auto a Claromecó en la primavera? En el 90 por ciento de los casos, lo hace el padre. Cuando fuma marihuana, ¿Quién le da el dinero para comprarla? Falta control. Hoy en día, que la gente se fume un porro es completamente normal”


LVP: ¿Qué es lo que falla en el sistema? 
BC: “Falla la Justicia. Porque hoy, a un pibe de 18 años que va a votar, que está a las 3 de la mañana dando vueltas en Tres Arroyos como cualquier persona adulta, está robando una vidriera o está fumando marihuana en la calle y es demorado por la policía, le genera un trastorno muy grande a la autoridad. Entonces, cuando la policía lo lleva a la comisaría para que lo vaya a retirar su familia, cuando llega el padre, el malo de la película siempre termina siendo el policía” 

LVP: Destacás la posibilidad de votar como un privilegio para su edad. ¿Pero los chicos también coinciden en eso? 
BC: “Yo creo que últimamente la mayoría sabe que puede votar, pero no lo hace. Antes nos pasaba que sabíamos que podíamos votar y estábamos desesperados por hacerlo. En el colegio discutíamos de política. Mirá cómo habrán cambiado las cosas que, cuando yo tenía 16 años, al que fumaba marihuana lo ‘raleábamos’. Ahora, en Tres Arroyos, es totalmente normal que lo haga. Capaz que el padre me dice que no, pero yo creo que no quiere ver. El tema está tan instalado que no sé cómo lo van a manejar”. 

LVP: ¿La falta de compromiso cambia con el tiempo? 
BC: “No, sigue igual y, para mí, eso es lo grave. Y no importa la clase social. El porcentaje de consumo es el mismo en todos los niveles”. 

LVP: ¿Dónde más se ven este tipo de consecuencias? 
BC: “Por ejemplo, en el deporte, va bajando la cantidad de participantes. También en el ámbito laboral. Se ve que no surgen nuevos emprendedores. En mi rubro, somos la misma gente hace muchísimos años. En mi caso, cada vez estoy más lejos del pibe de 17 años. Es muy difícil delegar y ser líder. Hoy, conseguir un pibe que se levante a las 9 de la mañana porque tenés un evento, si no le generás algo, no se levanta”. 

LVP: ¿Hay una preocupación por el futuro entre los jóvenes? 
BC: “En materia de estudios, los ves que se anotan en algo, pero desganados. Yo tengo cinco empleados que se anotaron en enfermería en el CRESTA. Yo les pregunto, ¿te gusta la enfermería? De los cinco que arrancaron hace un mes, dos ya dejaron y los tres que quedaron, van a ir dejando. Si hay un chispa de lucidez, es para salir del paso. No hay una chispa para pensar en vivir de eso. Nadie ama lo que hace. A mí me encanta lo que hago. Tampoco hay que olvidar que la pandemia fumigó y maltrató la educación de los pibes. Sea culpa de este gobierno, del otro, de los diputados y senadores o de quien haya elegido estas razones, hoy un pibe vuelve al colegio, entrega trabajos prácticos sin mesa de examen para aprobar. En el caso de los años más altos, en momentos clave para su futuro. Cuando ese pibe llega a la universidad ¿qué va a hacer?”. 

LVP: ¿Ninguno piensa en salvarse con la política?
BC: “Creo que hoy, la política para el pibe es mala palabra. A mí siempre me llamó la atención y me gusta, pero si hoy me preguntás si me gustaría asumir un cargo, te digo que no. Por cómo está estigmatizada la política” 

“La política para el pibe es mala palabra. A mí siempre me llamó la atención y me gusta, pero si hoy me preguntás si me gustaría asumir un cargo, te digo que no. Por cómo está estigmatizada”


LVP: ¿Qué ven los jóvenes en la política para sentirse así? 
BC: “El joven está desilusionado con la política porque le mintieron. Cuando un presidente promete pobreza 0 y cuando llega a su casa no tiene para comer, ese está desilusionado” 

LVP: ¿Vos crees que los jóvenes le creyeron a Macri cuando prometió pobreza 0 o lo entendieron como una metáfora?
BC: “Hoy, con la ayuda de los medios, te pueden hacer creer cualquier cosa. Ahora, los chicos te dicen, ‘venga quien venga, va a robar’. Nunca escuché a nadie que diga ‘me gustaría ser político para cambiar esto’. Hoy los chicos están totalmente frustrados, pero, a pesar de no compartir su pensamiento, reconozco que los jóvenes hoy están con Javier Milei. Es el único que les llama la atención” 

LVP: ¿Y lo que dicen el resto de los partidos políticos? 
BC: “No les interesa, no les dan bola. Leen las noticias para enterarse quién chocó o qué robaron. Los policiales o la noticia del momento. Sobre las obras y las inauguraciones, nada”. 

LVP: ¿Nunca te animaste a meterte en política por temor a que te juegue en contra? 
BC: “Puede ser que en un momento sí. Pero ahora, te voy a ser sincero, con todo lo que he vivido en estos ocho años, aprendí que siempre van a hablar de vos, pero sino haces nada, nunca te van a decir nada. En lo partidario, nunca me animé a aceptar un puesto, cuando me lo han ofrecido (desde distintos partidos), siempre dije que no”.