Paula Avila es la encargada de la Biblioteca Popular Dr. Bernardo A. Houssay de Claromecó (Caro Muld

Claro, Reta y Orense

Claromecó

En las bibliotecas populares no sólo se leen o buscan libros

04|02|22 13:00 hs.

La bibliotecaria Paula Avila está a cargo de la Biblioteca Popular Dr. Bernardo A. Houssay de Claromecó, ubicada en calle 20 Nro. 372 entre 9 y 11 de la localidad balnearia; y en un diálogo con La Voz del Pueblo comentó cómo es el trabajo durante la temporada de verano y de cómo ha ido variando según pasan las diferentes etapas de la aún vigente pandemia de coronavirus. 


En tal sentido menciona que después de comenzado el confinamiento por la pandemia en marzo 2020, “recién a fines del 2021 comenzamos a brindar nuevamente el trabajo en sala”. 

Explicó que de este modo los chicos pudieron volver a trabajar. “Habilitamos espacios para grupos pequeños, si bien antes se hacían talleres el año pasado no hubo y hasta hora no sabemos si este año se harán”, dijo para anticipar en qué contexto se encuentran las actividades de la entidad. Paula confió qué tipo de uso espera poder lograr para los espacios de la biblioteca. “La idea es que no sea sólo para buscar material sino sumar con talleres, como lo hacíamos en la normalidad, como con los talleres de arte para chicos curiosos y de tejido”, dijo. 

Para aplicar actividades participativas la institución cuenta con lugares pensados especialmente. Contó que con las ampliaciones se logró dividir un sector para trabajo de sala y otro espacio para talleres; “tenemos una pared que podríamos utilizar para ciclos de cine y charlas”, agregó. 

Mencionó que en tiempos previos a la pandemia “se trabajaba mucho con apoyo escolar. Los chicos de primaria y secundaria concurrían mucho a la biblioteca”, apuntó


Destacó Paula que “desde hace muchos años las bibliotecas populares han dejado de ser sólo un lugar para búsqueda o para llevar lectura. En la mayoría se brindan talleres, hasta en algunas se dictan carreras, se abrió un abanico increíble de posibilidades”, comentó la responsable de la atención del espacio cultural. 

Incluso mencionó que en tiempos previos a la pandemia “se trabajaba mucho con apoyo escolar. Los chicos de primaria y secundaria concurrían mucho a la biblioteca”, apuntó.

Muebles nuevos
La institución además pudo incorporar en el último tiempo mayores comodidades. En este sentido Paula Avila contó que “el año pasado se mandaron a hacer muebles nuevos, estanterías para el sector infantil y la bebeteca que den a la altura de los chicos para que estén más cómodos, y también otros muebles para las novelas por la cantidad de ejemplares que tenemos”, describió. 


Paula se ilusiona con poder contar con más socios para poder comprar más ejemplares cada año en la Feria del Libro (Caro Mulder)


Socios activos y temporales 
Una forma en que, desde la biblioteca, se observan cambios de hábitos entre sus socios es la modalidad que utilizan para vincularse ya sea en temporada, como de manera estable. “El año pasado notamos que mucha gente se quedó en Claromecó trabajando de manera virtual y se asoció a la biblioteca; este año en verano estamos abriendo de tarde de 17 a 22 -excepto los martes de 19 a 22- y notamos que la gente por ahí prefiere el horario de mañana. Se verá con la comisión que hacemos el año que viene”, dijo. 

También observa que año tras año disminuyó la cantidad de socios temporarios. “El verano pasado hubo menos cantidad de socios temporarios, trabajamos con dos categorías; socio activo de todo el año, se asocia una persona por grupo familiar con una cuota de $200 por mes, y el socio temporario que se puede asociar por una semana a 700 peos, por quince días a 1200 pesos, o por el mes a 1400 pesos”, precisó.

En relación a la modalidad indicó que “desde el año pasado bajó la cantidad de socios temporarios; en 2020 tuvimos 22, en 2021 tuvimos 11 y este año es mucho menor a los años anteriores”, afirmó.


“El año pasado notamos que mucha gente se quedó en Claromecó trabajando de manera virtual y se asoció a la biblioteca”, confió la bibliotecaria (Caro Mulder)


Consideró que ello es consecuencia de haber estado encerrados. “Nos permitió explorar otras actividades que por una cuestión de tiempo no se hacían; mucha gente cuenta que pudieron ponerse al día con la lectura, hoy la biblioteca cuenta con alrededor de 180 socios activos”, aseguró. 

Feria del Libro Virtual 
Entre los cambios que debieron aplicarse en el último tiempo a raíz de la pandemia, se encuentra el acceso a los nuevos títulos. Hace dos años que la compra de nuevos ejemplares en la Feria del Libro se realiza en forma virtual. 

“La CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) nos envía dinero y un enlace para visitar las páginas de las editoriales para ver el material, con eso realizamos la transferencia y nos envían por correo argentino”, dijo Paula en relación a las compras. 

Los más leídos
Comentó además que las obras que más demanda tienen de parte de los lectores de la biblioteca, entre los favoritos de los socios se encuentran “la saga de las siete hermanas, nos piden muchos los libros de Sacheri, de Delphine, de Vigan. Hay dos libros que trajimos de ella y sus libros se leen bastante acá, Dolores Redondo, escritores argentinos increíbles; siempre que Gloria Casañas, Viviana Rivero, Florencia Bonelli sacan uno nuevo, hay que comprarlo”, resaltó la bibliotecaria. 

“El año pasado notamos que mucha gente se quedó en Claromecó trabajando de manera virtual y se asoció a la biblioteca; este año en verano estamos abriendo de tarde de 17 a 22 -excepto los martes de 19 a 22- y notamos que la gente por ahí prefiere el horario de mañana”, dijo Paula


Además contó que dentro del segmento juvenil son muy pedidas las obras de “autores como Blue Jeans, y muchas sagas en género fantástico que gustan mucho”. Pero especialmente destacó que “los géneros que acá se leen muchos son las novelas románticas, de suspenso, históricas e historietas”. 

Más socios 
Paula explicó finalmente que “económicamente la biblioteca está bien”, recibe subsidios de CONABIP, de la Federación de Bibliotecas de la Provincia de Buenos Aires y un subsidio del municipio de Tres Arroyos; pero resaltó que “le hace falta tener más cantidad de socios para poder comprar más material que sale a la venta antes de la Feria del Libro”. 

Igualmente aclaró que las adquisiciones también se pueden hacer gracias a lo recaudado por la cuota social vigente.