Con el 0 a 0 de la ida, la serie quedó abierta, y si bien el Chivo tiene la ventaja de la localía, en la formación tresarroyense “nos sentimos un poco más sueltos porque al conocer ya al rival es distinto. Hemos entrenado bien, trabajamos a conciencia y tras los 90’ del domingo pasado ahora es diferente”, analizó. 

Huracán no se sorprendió con la propuesta de Liniers, y si bien consiguió el primer objetivo que era dejar abierta la serie, hubo un sabor agridulce porque no se ganó. “En realidad queríamos ganar en nuestra cancha, era lo más importante para nosotros; pero bueno, la serie quedó abierta y la idea ahora es quedarnos con los 3 puntos y la clasificación”, valoró Ruso. 

El representante tresarroyense sabe de grandes impactos en tierras extrañas, porque en la fase inicial consiguió un vital y determinante triunfo en Punta Alta. “Calculamos que éste va a ser un partido similar al de Sporting donde nos fue bien, nos plantamos con seguridad en la cancha y conseguimos el resultado esperado. Que nadie tenga dudas, ante Liniers vamos a buscar la clasificación”, reafirmó el “5”. 

Dentro del plan de juego, presionar, no dejar espacios ni permitir jugar con tranquilidad serán algunos de los objetivos a perseguir. “Va a ser una batalla para ver quién se impone en la posesión del balón, y el otro buscará salir de contra. Pero Linieres debe saber que si nosotros le agarramos la pelota podemos ser muy peligrosos. En el segundo tiempo encontramos dónde presionar, conocimos sus movimientos y en función de ello mejoramos. Esperamos ampliar ese crecimiento en lo que entiendo será un partido ‘largo’, a un gol; va a ser complicado y espero se nos dé”, confesó.

Y siguiendo con el tema de presiones, las emocionales pueden estar presentes por jugar de visitante o de local, ser el candidato uno y la sorpresa el otro… 

-“Nos manejamos bien, no tenemos presiones, no sentimos que vayamos de punto porque si bien se habla de los muchos refuerzos de Liniers, nosotros somos Huracán, y a Huracán se lo respeta en todas las canchas”, destacó convencido. 

Jugar de volante central, delante de la línea defensiva, le ha dado a Thomas no sólo tranquilidad y confianza, también le ha permitido desarrollar su mejor nivel y desplegar su enorme capacidad atlética. “Después de un par de lesiones ahora estoy bien, seguro, confiado y dispuesto a ayudar al equipo donde yo pueda ser útil”. 

Ruso arrancó a jugar en Huracán a los 4 años y hoy, a los 23, siente conocer y como propio “cada rincón del club. Ese es el impulso que tenemos, todos somos chicos del club, y los refuerzos se adaptaron rápido y mostraron sus sentimientos. La confianza y el optimismo va de la mano de nosotros; hambre de gloria se decía y es lo que tenemos, lo que buscamos a cada paso y en cada partido, y no es poco”, confesó emocionado el volante central, el que le da orden y equilibrio a este Huracán.