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El deporte de Tres Arroyos cerró el 2021 como hacía tiempo no lo hacía, cargado de actividades y también con un gran acompañamiento del público que volvió en gran cantidad a los escenarios deportivos tras una temporada atípica. La imposibilidad de jugar durante casi todo el 2020 por la pandemia, el largo parate, los inicios y frenos por el aumento o baja de casos de Covid-19 multiplicó todo. Y eso factores se vieron reflejados en las canchas, en las emociones de jugadores e hinchas, y en la fiestas que fueron las definiciones, con tribunas colmadas y un colorido inolvidable. 

El fútbol tuvo su gran celebración el lunes 20 de diciembre con la consagración de Once Corazones, por penales, en un Roberto Lorenzo Bottino que contó con una asistencia pocas veces vista para un torneo local. La gente de Indio Rico y El Nacional se encargaron de darle color y clima a la definición, mientras que la platea se llenó (se vendió el total de la capacidad) con el público neutral que no se quiso perder el cierre. Segunda, el femenino y las inferiores no se quedaron atrás. 

Para el básquet la definición también fue a cancha llena, con un Cuadrangular Final que regaló emociones y vio nuevamente a un equipo de Tres Arroyos levantar la copa tras varias temporadas con equipos foráneos campeones. Fue Argentino el que cortó la racha, en un duelo mano a mano con Huracán. 

El ruido de los motores también se escuchó nuevamente, y una vez que se habilitó público en las tribunas volvieron a ser esos espectáculos masivos y al aire libre en cada circuito de la zona. 

Pero para poder ver y sentir esa sensación de vida en el deporte local pasaron muchos meses de incertidumbre y angustia, a la espera de una mejora de la situación sanitaria para que vuelva la acción a los escenarios. Y fue ahí que las pequeñas cosas tomaron otro valor, porque se perciben muchas veces cuando no están, y también reactivaron la llama de vivir de cerca el deporte local, a la espera de que en el 2022 toda siga creciendo.