Esteban Bullrich

Opinión

Por Luis Pablo Richelme

Bullrich, la grandeza de la condición humana y la invisible mano de Adam Smith

14|12|21 12:13 hs.


“No hay hombres imprescindibles, hay actitudes imprescindibles” dijo Esteban Bullrich al despedirse del Senado. Sus palabras resonarán en la historia, algún día serán parte de la memoria popular. Fue su más encomiable labor parlamentaria pues allí habló no el político sino el alma; despojado de las veleidades de la baja política, Esteban logró conmover y unir. 

Sin ánimo de agregar nada (¿Qué más se puede agregar a la sabiduría?), me permito parafrasearlo: “No hay ideas imprescindibles, hay textos imprescindibles”. Es lo que pensé al releer “La condición humana”, de Hanna Arendt. Allí la filósofa descarga toda su erudición, critica la modernidad y se adelanta a los tiempos. Hoy sus análisis mantienen toda vigencia y por eso, se la tiene entre las más brillantes del pensamiento político. 

Para los que tengan la fortuna de toparse con el libro no dejarán de pensar no en la nobleza del senador sino en las miserias de la política, tales como el proyecto de recortar los premios a la cultura en el ámbito de CABA. Se pueden establecer múltiples conexiones entre la torpe iniciativa y la obra descomunal de Arendt cuando por ejemplo, cita a Adam Smith que “con ingenua sinceridad” alude a “esa no próspera raza de hombres comúnmente llamada hombres de letras” para la que la “administración pública … es siempre una parte de su recompensa … en poesía y filosofía es casi el todo.” 

Confirma la propia escritora que la filosofía o la poesía no son ciencias que en general exciten la admiración pública en la Edad Moderna. ¿Cómo van a excitar Hanna? Si para el mundo regido por la vara de lo útil y productivo, estos saberes poco aportan, difícilmente producen ganancia y por tanto tienen nula rentabilidad. Lo mismo podemos decir del resto de los quehaceres (dramaturgos, artistas, músicos, pintores). 

No ha de sorprender que entre los diputados que comparten el signo de Larreta, donde se origina el proyecto, haya algunos que ostensiblemente recitan el credo liberal que fundó Smith oh casualidad. Cuando otrora pasó por el gobierno, el economista que hoy es diputado no tuvo pruritos en recortar la educación y la vejez. Nihil novum sub sole, nada nuevo bajo el sol, recordaría Salomón en el Eclesiastés.

(") El autor es abogado. Radicado en la ciudad de Buenos Aires,. Vivió en Tres Arroyos hasta los 17 años