02|12|21 20:59 hs.
El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Según el censo nacional de 2010, en Argentina son casi el 13% de la población nacional. De ese total, 2,8 millones son mujeres (56% sobre el total) y casi 700 mil se encuentran en edad reproductiva.
En 2018, el INDEC realizó un “Estudio nacional sobre el perfil de las personas con discapacidad”, que se desarrolló en base a una muestra de 40 mil viviendas de todo el país. Según el informe, sólo el 33% de las personas con discapacidad tienen un certificado único de discapacidad vigente (el CUD), que es el documento que permite acceder a derechos como: cobertura integral en salud, medicación, rehabilitación, transporte gratuito, entre otros. En el caso de las mujeres, el número de personas con CUD es menor: 29%. Si se descuenta la cobertura con PAMI, obras sociales o programas nacionales específicos (como “Incluir Salud”) se tiene que casi el 20% de las mujeres (alrededor de 500 mil personas) no tienen ningún tipo de protección.
Por otro lado, si observamos el mercado laboral, podemos encontrarnos que el 90% de las mujeres con discapacidad están sin trabajo, y a su vez se relevó que viven un 11% más de situaciones de acoso y hostigamiento psicológico en el ámbito laboral.
En el ámbito educativo se replican las mismas desigualdades y barreras comunicacionales, físicas, culturales, entre otras, que perpetúan violencias y exclusiones históricas de personas con discapacidad.
Si ponemos foco en el acceso a derechos sexuales y reproductivos, según informes de REDI y otras organizaciones, las niñas y mujeres con discapacidad son las más violentadas en el ejercicio de su sexualidad con autonomía y consentimiento. A su vez, en Argentina contamos con la Ley Nacional de ESI nro 26.150 (2006) que habilita el derecho a todas las niñas, niños y juventudes a recibir Educación Sexual Integral (ESI) pero actualmente las propuestas y materiales no son accesibles para todas las personas y no tiene perspectiva de discapacidad.
Sobre ese universo muchas veces invisibilizado, las organizaciones Libertate, especializada en discapacidad y género, Ojo de Pez, en artes visuales y vulneración de derechos y GPESI, en juventudes y Educación Sexual Integral desde un enfoque lúdico y popular, lanzaron la campaña “Nuestros derechos en foco” (NDF), co-creada por un grupo de mujeres con discapacidad para visibilizar violencias, defender y promover sus derechos, generar nuevos debates y construir mensajes para generar un cambio social sobre la discapacidad con perspectiva de género.
El proyecto cuenta con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur en Argentina y la Campaña ESI Igualdad de Amnistía Internacional.
Entre otras actividades y acciones, la campaña NDF convoca a todas las personas a compartir y hacer visibles sus voces y demandas con el hashtag #NuestrosDerechosEnFoco en redes sociales: “Exigimos cambios que contribuyan a construir una sociedad más justa y accesible y por eso buscamos incidir para que gobiernos locales y organizaciones integren nuestras perspectivas y realidades en proyectos y políticas”, resumieron las mujeres con discapacidad promotoras de derechos de Nuestros Derechos en Foco.
Los 3 ejes de acción en los que se apoya la campaña NDF para la defensa y respeto de la autonomía de personas con discapacidad son:
- Visibilizar violencias y abusos sexuales, bajo el lema “¡Tenemos derecho a ser libres y no vivir violencias!”
- Reivindicar las identidades y cuerpos diversos, bajo la consigna “¡Nuestros cuerpos merecen ser respetados y no discriminados!”
- Exigir que la Información, comunicación y atención sean accesibles, promoviendo la frase “¡Tenemos derecho a vivir nuestras vidas sin barreras!”