09|06|21 22:09 hs.
Malvinas para nosotros es
todos los días, parece una
frase hecha, pero para el
que estuvo no hay 2 de abril o 10
de junio, cada día es su representación.
No se trata solo de un cartel o
una frase, es algo que está adentro
nuestro y que nos pasa a todos los
que estuvimos. Tenemos un ADN
común que nos identifica, nos
hace iguales de alguna manera”.
José Luis Gómez, veterano de
Malvinas tresarroyense descarga
su mochila y deja para LA VOZ DEL
PUEBLO parte de su historia reciente.
Como en una clase, como si
fueran alumnos los que escuchan
y preguntan, arma con retazos de
su experiencia la idea de soberanía
en el Día de la afirmación de los
derechos argentinos sobre Malvinas,
las islas del Atlántico sur y el
sector antártico argentino
José Luis se detiene a leer carteles
en la ruta, ploteados en
remeras, calcomanías, banderines,
letreros en edificios públicos
que declaran que “Las Malvinas
son Argentinas” y le explica a su
familia el significado de cada palabra.
“Esa frase forma parte de
mí porque tengo muchos compañeros
en el lugar. Mucha gente de
tanto verla escrita naturaliza esas
palabras, pero para mí son muy
significativas, muy importantes,
las más importante".
El adolescente que pisó Malvinas
en 1982 volvió en 2010. El
adolescente pensó que vivía una
película, ahora sabe que no fue
así. “La realidad es que lo que deja
la guerra es miseria, tristeza, familias
que se rompen o se pierden,
eso deja una guerra. No queda
nada para la persona común y
deja, para determinados grupos,
siempre cosas malas”.

En 2010 un grupo de cinco veteranos decidieron volver a las Islas
Llegar a Malvinas 1
A José Luis le tocó el servicio
militar a los 18 años en la Compañía
de Ingenieros Anfibios con
asiento en la Base Naval Puerto
Belgrano. Desde que se incorporó
realizó movimientos militares, por
eso cuando salieron hacia el sur
creyó que era una campaña más.
"Habíamos hecho prácticas de
tiro, estrategias militares en los
médanos de las distintas baterías
y un ejercicio en común con tropas
norteamericanas en Puerto Madryn.
Estábamos aclimatados, por
eso pensamos que era un ejercicio
más". Siete días después de la recuperación
de las Islas Malvinas, la
compañía de José Luis se sube a un
camión rumbo a la base aeronaval
Comandante Espora de Bahía
Blanca. Antes de salir, el soldado
que cerró la lona del vehículo que
los transportaba les dijo: "Ustedes
van a Malvinas". Esa fue la primera
vez que escucharon sobre
la posibilidad de llegar a las islas.
La Compañía de José Luis fue
destacada a las islas en dos fracciones
que partieron de Río Grande.
“Cruzamos en dos tandas, a mí me
tocó en la segunda”.
La guerra
Casi cuarenta años después José
habla sobre la guerra desde la
perspectiva del hombre que deja
sus pensamientos en el mar.
El bombardeo de la flota naval
inglesa hacia el territorio determinó
la presencia británica en las islas.
"Tomamos consciencia de que
era una guerra cuando empezaron
a tirar desde el terreno-después
de haber desembarcado en Bahía
San Carlos- y a bombardear desde
el mar. Supimos entonces que estaban
avanzando. Los tiros caían
muy lejos nuestro, bien adelante
al principio, luego más cerca hasta
que el ataque nos superó y empezó
a caer toda la munición inglesa
atrás nuestro, nos dimos cuenta no
solo de que estaban en el lugar,
sino de que avanzaban”.
El veterano tresarroyense no
participó del combate pleno, estuvo
en la zona de bombardeo,
tal vez, la lejanía con el campo
de batalla o la edad hicieron que
el miedo llegara muchos años
después. "No estuve en ese lugar
como para poder hablar de ese
sentimiento, pero sé de muchos
que tuvieron miedo, hasta el
personal de cuadro que estaba
preparado para estas situaciones,
inclusive algunos abandonaron a
sus soldados. Por eso creo que por
la edad nos creíamos que nos llevábamos
el mundo por delante”.
Al amanecer del día siguiente
al cese del bombardeo inglés, José
vio la película que protagonizaba.
Desde su posición observó a sus
compatriotas replegándose. "Bajaban
por las colinas y parecían
hormigas, uno detrás del otro, en
fila, con y sin armas. Esa fue una
sensación terrible, era una película,
no era algo que yo estuviera viviendo,
aunque lamentablemente
me estaba tocando a mí".

En Malvinas “nadie nos habló en castellano, ni siquiera la población chilena residente”
José Luis estaba en el monte
Tumbledown cuando un superior
llegó con un soldado insurrecto.
"Producto del largo tiempo que
llevábamos en la isla empezaron
a pasar cosas a medida que avanzaba
la confianza. Hubo abusos
de parte de los suboficiales hacia
los soldados y reacciones de los
soldados que sorprendieron a los
suboficiales que hizo que se impongan
castigos”. Tal el caso de
aquel soldado a quien reemplazó
en el pueblo. "Ahí fue donde
me sorprendió la última noche
de avanzada, en la entrada al
pueblo”.
Ese día, después de estar toda
una noche en un pozo de zorro
del que no se podía sacar ni la cabeza
para evitar las consecuencias
del bombardeo, “salimos y vimos
a nuestros soldados replegarse”.
José volvió de Malvinas siendo
un veterano de guerra, vivencia
que canaliza a través de las clases
escolares, "muchos no pueden
llevar adelante el tema, me ayuda
contar y dar charlas. En cada una
dejo un pedacito de mi mochila
pesada, me da alivio para seguir
caminando todo esto”.
Llegar a Malvinas 2
La segunda vez que José pisó
suelo malvinero fue en el año 2010
luego de un trabajo realizado por
los ex combatientes en diversas reuniones coordinadas por Daniel
Gago. “Surge de las charlas la idea
de ir a Malvinas, después de pensarlo,
un grupo de cinco veteranos
decidimos volver, otros quedarse
porque no estaban preparados
para regresar”.
Los malvinenses los recibieron
igual que en 1982, con indiferencia.
"Nadie nos habló en castellano,
ni siquiera la población chilena
residente en Malvinas. Sentimos
el mismo desinterés, más por ser
veteranos. Hacen todo lo posible
para alejarte y manifestarte lo que
sienten”.
Así como los alumnos de las
escuelas reciben a los veteranos
como los héroes que son, también
fueron alumnos malvinenses los
que más se acercaron a ellos durante
su visita. "Los más chicos hablan
español en la escuela porque
lo tienen como segunda lengua.
Nos preguntaban: “Hola, ¿cómo
te llamas tú?”, y ante la respuesta
salían disparando, pero la gente
grande no se acercaba, menos los
que habían vivido el conflicto".
Soberanía
“Las Malvinas las recuperamos
y las perdimos desde el momento
que están bajo el dominio de otra
bandera. Inglaterra es una potencia
por lo que lograr torcerle el
brazo es muy difícil”.
En el convencimiento de que
la guerra no sirve a nadie y sólo
trae dolor, José apuesta a la recuperación
del territorio por la vía
diplomática o por la decisión de
los pobladores. "En la visita que
hicimos en 2010 charlamos con el
que había sido ministro de educación
en 1982 que en ese momento
era periodista del diario local. Nos
dijo que el pueblo se había dado
cuenta de que podía vivir bajo el
paraguas de Inglaterra-de quien
consiguen permisos de pesca y
de explotación petrolera-, pero
siendo independientes. Asimismo
nos dijo que la dificultad es la
distancia sobre todo las cuestiones
sanitarias por las que deben
viajar a Inglaterra o Punta Arenas
mientras que tienen a Río Gallegos
a 500 km”.
El veterano de Malvinas cierra
su mochila y se va hacia el mar,
ese mismo mar que una y otra
vez le devuelve la mirada hacia
las islas. “Me gusta remarcar
que la vía diplomática es lo
ideal aunque sea más largo y
más frustrante. No termino de
entender estas guerras inútiles.
Todos queremos que Malvinas
sean argentinas”.
El adolescente se quedó allá,
en el sur, el hombre regresó con
la guerra a cuestas. No hay “días
de”, hay Malvinas.

En Malvinas “nadie nos habló en castellano, ni siquiera la población chilena residente”
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Malvinas Patria
En nuestro país surgieron diferentes
agrupaciones para mantener la llama
viva de la última gran gesta que unió a
toda una Nación. No tienen ideologías de
ningún tipo y un solo objetivo común:
Reafirmar los derechos argentinos sobre
Malvinas, Islas y Sector Antártico.
Los mueve el interés por "la defensa
de lo nuestro". Uno de esos grupos tiene
parte de sus raíces en nuestra ciudad, ya
que uno de sus integrantes fundadores
Sergio García es tresarroyense, este coterráneo
malvinero en conjunto con Carlos
Duran, Gonzalo Pañiagua, Nicolas Bevacqua,
Marcos Rodríguez, Gisela Summo y
dos padrinos Veteranos de guerra como
son Manuel Villegas (herido en combate
en la defensa de Puerto Argentino ) y
Roberto Grill (radarista del Crucero ARA
Gral Belgrano) cimentaron las bases de
"MALVINAS PATRIA", un grupo de amigos
que comparten ideas, y el objetivo es contarle
y llevar la historia tal cual fue, con el
máximo rigor, a cada rincón de este país.
En el Día de la Soberanía d elas Islas Malvinas
e Islas del Atlántico Sur manifiestan:
“Todo país tiene una Historia que respetar
y ejerce derechos soberanos sobre el
territorio que por herencia le pertenece.
Es el suelo en que sus padres fundadores
cimentaron para las generaciones futuras,
eso se llama PATRIA”.
En Malvinas hace 39 años atrás, hubo
argentinos que lucharon mano a mano
con el S.A.S en Isla Borbón, que hicieron
retroceder varias veces a los ingleses en
Darwin - Pradera del Ganso, que enfrentaron
el desembarco ingles en San Carlos,
que aguantaron firmes en las posiciones
de Tumbledown o que a bayoneta calada
se abrieron paso a la Historia en el Monte
Longdon.
Fueron los mismos ingleses, quienes
atónitos, vieron a nuestros Pilotos atacar
a sus barcos, haciendo estremecer a la
flota más poderosa del mundo y crear el
día más negro en su historia Naval! cambiándoles
toda estrategia de defensa por
los próximos 50 años. Como así también
observaron a los que en el mar rindieron
culto a su Gloriosa Historia de "Irse a pique
antes que rendir el Pabellón”.
Pero un día comenzaron a hablar ellos,
nuestros Veteranos de Guerra de Malvinas,
quienes hoy sienten paz sabiendo que de
a poco se va conociendo "la Verdadera
Historia". Pero también entienden que hay
que seguir el camino por y para Malvinas
por las Generaciones que vendrán.
Durante muchos años se habló demasiado
y se dijo poco, se opinó sin saber sobre
la Guerra de Malvinas, con un dejo de
pena y lastima por el hambre y el frio, por
lo mal armados que estaban los soldados
Argentinos o por la manera cruenta con
que, supuestamente, fueron tratados por
sus jefes. Y para desgracia de nuestros Bravos
Soldados, los llamaron “los chicos de
la guerra”, esas historias se hicieron muy
fuertes con el paso del tiempo.
Y acá estamos por ellos, nuestros "Héroes",
por los que cayeron en combate, por
los que volvieron no pudiendo sobrellevar
el olvido y el abandono de la desmalvinización
y por quienes, aun hoy, caminan
anónimos entre nosotros combatiendo
desde la paz.
Sin duda, hoy 10 de Junio, no podemos
soslayar que la llama de la malvinización
sigue encendida y más que nunca lo vislumbramos
con estos ejemplos. Y sin duda
"MALVINAS PATRIA" tendrá la titánica
tarea de seguir llevando esta gran epopeya
al corazón de cada uno de nosotros,
quienes acompañaremos y mantendremos
viva la llama que encendieron allá por el
´82 a 1492 km de nuestra ciudad de Tres
Arroyos”