En una ciudad hermosa, arbolada, opulenta, llena de vida, muy importante en todo sentido, en lo educativo, industrial, metalúrgico, edilicio, agrícola-ganadero, etc.etc., muchas veredas son una vergüenza, y no es novedad, ya se lo he dicho al señor intendente en más de una oportunidad. Hay que instar al vecino a hacer lo que debe hacer y si no cumple, lo hace la Municipalidad cargándole el costo. No creo que para ello se necesite la ayuda de Cuto Moreno. Pero claro, emplazar o intimar a hacer lo que se debe hacer, seguro que no ayudará a juntar votos. 

Rampas: hay algunas bien hechas por particulares. Fíjese por ejemplo en Beruti e Istilart. Ahí pareciera que alguien se ocupó.

Toda esta bronca viene porque cuando alguien que con mucho cuidado por sus dificultades puede moverse en silla de ruedas pregunta a este señor Izurieta cuando podrían ocuparse de este asunto, contestó: fíjese en cual rampa hay que arreglar. Todas señor Izurieta. En todas las manzanas de la ciudad vive gente y entre esa gente hay algunos que pagamos los impuestos, y entre ellos hay ancianos, hay minusválidos, rengos, chuecos, “bichocos” como yo y gente con otras dificultades que buscamos rampas accesibles. ¿Y? ¿…Zurieta?