25|04|21 12:32 hs.
La pandemia generó cambios obligados en muchas actividades y en otras los aceleró. En el caso de los remates de hacienda le dio el empujón que le faltaba a la televisión para ponerse a la altura de la feria, además de sumarle la virtualidad.
Entonces las ventas se globalizaron. Y al no tener que encerrar los animales en una instalación concentradora, la logística en parte se simplificó. Sí, en parte, porque aparecieron nuevos jugadores en escena y cuestiones técnicas necesarias resolver para realizar una subasta televisada y virtual.
El caso del Especial del Destete de Rústicos es una muestra del trabajo, el esfuerzo, la coordinación y la inversión que demanda la realización de un remate por la pantalla chica.
Más aún cuando, como cada evento organizado por el colectivo ganadero creado por Sergio Amuchategui, se le suman particularidades y detalles que así como lo hacen diferente y superador también complejizan más su organización.
A rodar
Con 38 remitentes provenientes de 25 localidades de 20 partidos de la provincia de Buenos Aires, la organización de la logística de la filmación de los lotes de terneros y terneras fue una tarea complicada.
Se debió recurrir a la contratación de cuatro camarógrafos porque de otro modo era imposible cubrir programa de trabajo en los casi 20 días destinados para esa tarea. Y la mayoría de las filmaciones se realizaron en Full HD, sólo los lotes agregados a último momento se grabaron con celular.
Tras varias reuniones llevadas a cabo en Tandil, Benito Juárez y Tres Arroyos en la que participaron los cinco representantes de la consignataria Alfredo S. Mondino que conforman el equipo de Rústicos, quedaron establecidos los itinerarios.

El cordobés Gabriel Varela y su hijo Juan Cruz, en total recorrieron unos 3.500 kilómetros filmando parte de los rodeos. Fueron 38 remitentes de 25 localidades de distintos lugares de la provincia
El orden y el cumplimento de lo planificado fue fundamental para poder cumplir con los plazos. Así es que cada representante se encargó de combinar con los productores remitentes para que el día establecido tengan la hacienda encerrada y lista para ser filmada.
El cordobés Gabriel Varela y su hijo Juan Cruz, fueron quienes tuvieron a cargo la filmación de los criadores de Tres Arroyos y su zona de influencia, pero también de los dos criadores más alejados: Pergamino y Villarino.
Ellos solos, que según los días trabajaron juntos o separados, en total recorrieron unos 3.500 kilómetros, teniendo en cuenta que también abarcaron Coronel Pringles, Laprida, Coronel Dorrego, Gonzales Chaves y los establecimientos dentro del partido de Tres Arroyos.
Otro de los equipos se ocupó de filmar los productores de Tandil y cercanías; otro la zona de Bolívar, y otro Dolores y Castelli.
Para graficar la dimensión que tomó el remate, el día que Varela estaba en Villarino otro equipo estaba filmando en Malele, el campo de Federico Vizzolini, ubicado en la Bahía de Samborombon, a 660 kilómetros de distancia. Eso pinta muy bien el fenómeno en el que se transformó Rústicos.
Está dicho, Rústicos siempre se diferencia, por eso las visitas a los establecimientos no se limitaron sólo a la filmación de la hacienda, sino que en muchos de los campos se entrevistó a los criadores remitentes una vez finalizada la toma de imágenes. Esto permitió que cada productor presentara su hacienda y contara las características de lo que iba a vender.
En el tratamiento de las imágenes y la presentación de los lotes también hubo un trabajo destacado. Fueron cuatro las personas que trabajaron en la edición y el ordenamiento de los más de 70 lotes ofertados.
A quienes hay que sumarles otras tres que se abocaron al trabajo de diseño para armar el catálogo, las publicidades para los medios gráficos y digitales y la locución de la promoción en radio y televisión.
En este sentido, lo más complicado es la confección de las planillas que acompañan a cada tropa, tarea difícil por el número de animales y de establecimientos involucrados, y por la cantidad de imágenes tomadas por los distintos equipos de filmación. Todo lleva su correlato con los zócalos que aparecen en la pantalla con cada lote.
Al aire
Llegada la fecha del remate, la atención se concentra en la transmisión. La virtualidad se resuelve con Zoom, simple. La televisación aporta la complejidad.
La contratación de Canal Rural sólo incluye la señal, el “aire”, todo el resto corre por cuenta de la organización. Un camión satelital con dos técnicos a cargo, más seis personas abocadas a la transmisión propiamente dicha (cámara, director de cámaras, sonido, etc).
A eso hay que sumarle las pantallas y el sonido que se instalan para el martillero, los vendedores y los compradores autorizados que están en la sala.

Llegada la fecha del remate, la atención se concentra en la transmisión. La virtualidad se resuelve con Zoom, simple. La televisación aporta la complejidad
En el caso de Rústicos, el recinto elegido fueron los galpones mellizos de la Sociedad Rural. Y esto incluyó también la contratación de dos servicios de catering, uno para el día de previo y otro para la jornada del remate.
Desde la organización plantearon otro detalle fundamental: el antecedente a este Especial del Destete fue el realizado en 2019 y en el que, además de hacerse presencial, se vendieron 3300 terneros y terneras. En este 2021 fue por TV y 6300 cabezas… Un remate totalmente distinto por donde se lo mire.