La sustracción fue perpetrada el lunes al mediodía en momentos que Raúl Uslenghi descendió del vehículo que dejó estacionado sobre calle Balcarce, a pocos metros de la avenida Rivadavia, para hacer unas compras en la farmacia sindical, ubicada a pocos metros de ahí, sobre la última arteria citada. 

Según denunció el damnificado, durante los 20 minutos que tardó en completar la compra, los delincuentes aprovecharon su ausencia para llevarse el maletín con el dinero. Tal como declaró el propio Uslenghi, al bajarse de la camioneta, marca Toyota Hilux, accionó el cierre centralizado con alarma que tiene el vehículo, pero notó que no se le activaron las luces como suele ocurrir cuando funciona con normalidad. 

Sin embargo, a pesar de insistir con el llavero del vehículo, no se detuvo a constatar que habían cerrado y continuó su camino. Al regresar, se encontró con la triste noticia del robo. La víctima entró a la camioneta y, primero notó que le faltaba dinero que había dejado junto al asiento del conductor y, posteriormente, cuando vio sobre el asiento del acompañante un abrigo que había colocado encima del maletín para que no sea visto desde afuera, entendió que había sufrido un robo. 

Fuentes policiales consultadas por este diario, no descartaban que los delincuentes hayan usado un inhibidor de alarmas para poder abrir la camioneta sin dañar la cerradura y llevarse el dinero. Una modalidad que supo estar célebremente “de moda” en Tres Arroyos, pero tras la captura en Benito Juárez de una banda dedicada a ese tipo de delitos, entró en una laguna de casos en los que esa posibilidad no habían vuelto a especularse hasta hoy. 

A raíz de este episodio se iniciaron actuaciones judiciales por “hurto” en la UFI Nª17 de Tres Arroyos.