Un número no determinado de malvivientes logró ingresar, rompiendo un vidrio, a una de las aulas del establecimiento ubicado en los primeros metros de calle Quintana.
Una vez en el interior de la institución rompieron una estantería amurada a la pared provocando la caída de un televisor, entre otras pertenencias.
Ese incidente habría disparado la alarma del establecimiento y puso en fuga a los responsables.