13|12|20 20:28 hs.
El 30 de septiembre realizamos un encuentro virtual entre 35 estudiantes de 5to. y 6to. años del turno mañana y turno tarde, las profesoras Mariela Rodríguez y M. Eugenia Arrupe, la vicedirectora Claudia Palmas y la poeta Ana Clara Chirdo, para conversar acerca de la poesía, su primer libro “Caperuza”, su militancia feminista, cómo es ser una escritora joven, sus proyectos.
Sin dudas, fue una charla muy interesante, que salió de lo común en la pandemia, así como fue muy bueno tener esta oportunidad de ver un libro de una chica de nuestra edad.
En la misma, pudimos compartir opiniones, puntos de vista de algunas de las personas que integraban la reunión, hacer preguntas y hablar con una persona que no es de nuestra ciudad, que nos habló de un libro muy interesante. Ana Clara nos mostró otra mirada del cuento “Caperucita Roja” que nos contaban de chicos, mostrando una postura feminista. Nos gustó cómo expresó lo que pensaba con libertad a través de los poemas, ya que al escribir, implícitamente daba a pensar e imaginar a los lectores involucrándonos en lo ocurrido.
La charla comenzó con una presentación a cargo de la profesora Mariela Rodríguez, y se fueron alternando momentos de lectura de los poemas, diálogo con nosotros, y más lecturas, en un clima ameno y distendido. Al comienzo de la entrevista, Ana Clara empezó su charla de manera casual, señalando la importancia de que los jóvenes sean escuchados: “Todas las personas jóvenes tenemos muchas cosas para decir, justamente por eso estoy acá”, afirmó Ana Clara, segura de sí misma, pero siempre recalcando que ella no se quería mostrar desde un lugar superior sino que era una estudiante como todos nosotros y que en la actualidad “los pibes tenemos muchas más posibilidades de publicar”.
Estudiante: -¿Cuántas versiones leíste para la producción del libro?
A.C.:-A pesar de lo que la mayoría cree, hay muchas versiones de “Caperucita Roja2, las cuales leí más de una vez.
Estudiante: -¿Tuviste alguna dificultad al momento de publicar el libro? ¿Algunas críticas en relación a lo que escribiste?
A.C.: -No, porque es una editorial que recién comienza, perteneciente a mi profesora quien fue la que nos incentivó a publicar. Tal vez haya gente a la que le pueda molestar mi estilo de escritura porque soy joven y escribo cosas fuertes, pero no me ha sucedido que me lo digan.
Estudiante:-¿Cuál es el proceso entero de un escritor, desde que te sentás hasta que lo terminás, cuantas veces reciclás las ideas?
A.C.: -Algunas ideas ya las tengo al momento de sentarme a escribir y otras surgen espontáneamente. Después viene la parte que a nadie le gusta que es sentarse a corregirlas y pensar en lo que uno escribió, porque me parece uno desde afuera piensa que los escritores no trabajan tanto las cosas, que salen así, de una digamos, pero la verdad es que es un 10% la primera idea, y un 90 % del trabajo que le ponés después, detrás de cada libro, especialmente en los poemas, se dedica mucho tiempo a corregir las palabras que se utilizan para poder expresar lo que uno quiere de forma correcta, es un proceso constante y algunos dicen que el texto no se termina, el texto se abandona.
Prof. Mariela: Quería que comentaras el último poema de tu libro “Caperuza” ¿Por qué hace un corte? ¿puede ser?
A.C: -Sí, el último poema, es otra cosa; el último poema lo agrego después de haber cerrado el tema “Caperuza”. Básicamente el último poema es distinto, porque “Caperuza” lo escribí un año antes de publicarlo. Entonces, cuando lo agarré nuevamente para corregirlo, ya estaba en otro lugar y tenía otra voz. Los primeros poemas son una mezcla de lo que yo era en ese entonces y lo que yo era cuando lo edité y el último poema es como una puerta al próximo libro; es lo que dice mi profesora siempre: “El último poema del libro tiene que dar pase al próximo”. Y sí, es una mezcla de lo que trato de transmitir en “Caperuza” con otras palabras, con otro ritmo, que mezcla dos voces. ¡Qué bueno!¡Yo soy una sola! (risas).
Prof. Mariela:- Claro, eso es una marca que vimos en clase con lxs chicxs. Habíamos comentado qué es la polifonía, con Eugenia sobre todo, el trabajo polifónico que hay en los poemas, es decir, esta pluralidad de voces.
A.C.: - ¡Sí! A mí me encanta eso, de hecho tuve que parar un poco, porque cuando uno se pone muy cómodo con una herramienta, deja de tener mucho sentido ¿no? Hay que seguir explorando. Pero “Caperuza” tiene mucho de eso, tiene muchas voces, no solo de los personajes, sino como de la norma; se mezcla lo normativo con lo instructivo y esa interesante la mezcla de voces porque te da la posibilidad de decir muchas cosas con un solo poema.
Estudiante: -Yo quería preguntar, si sacás de algún lugar específico ese impulso o esa motivación para poder escribir ¿Tus familiares, de quienes habías dicho que compartían algunos de tus gustos, te han ayudado o tu profesora de la editorial? ¿O hubo algún pensamiento “físico”, por así decirlo, de donde sacaste la idea de empezar a escribir o las ganas de querer escribir?
A.C.: -Mirá, no me acuerdo de donde surgió la idea; fue hace más de dos años. Sé que leí el cuento y que me pareció nefasto y dije “tengo que escribir algo sobre esto”. A mí me suele pasar que leo algo o veo una imagen y me genera la sensación de que no puedo dejar de escribir sobre eso; es como si me atrapara, por así decirlo. Yo, en principio, escribí tres poemas y no le di mucha importancia. Lo llevé al taller y mi profesora me dijo que tenía que ser un libro; lo continué, pero después lo abandoné y hasta que no se me dio la oportunidad de publicarlo, no lo retomé. No me acuerdo muy bien qué fue lo que me impulsó a escribir “Caperuza”.
Yo no necesito impulso para escribir; a esta altura, escribo porque no puedo hacer otra cosa y no puedo vivir sin escribir.
Fue una de las ideas que surgió en ese momento y la pude tomar y continuar. También vi una película muy conocida, “La chica que jugaba con fuego”, algo así se llamaba, es muy oscura… Mezclé un poco lo que me generó la película con el cuento; la idea del libro se fue formando desde distintos lugares.
Está bueno tomar de otras partes, la inspiración ¿no? Porque uno siempre cree que el cine, la literatura, las artes visuales, son cosas totalmente separadas y, yo creo que se retroalimentan, que hay un diálogo entre todas las artes, más allá de que sean disciplinas por separado; usar películas, imágenes, fotografías, pinturas que te generen ideas con las que puedas adentrarte en el diálogo, siempre motiva la creatividad; es un trabajo muy interesante.
-Estudiante: -Los cuentos tradicionales tienen esos mensajes y esos estereotipos. ¿Vos pensás que los niñxs pequeñxs de ahora pueden seguir leyendo esos libros tradicionales o ya no? A.C: -Creo que los clásicos deben ser leídos desde un lugar de acompañamiento; no creo que se pueda dar “La bella durmiente” a una nena y esperar que sienta de donde viene el mensaje ella sola, sino que me parece que la lectura de los clásicos en los niños es interesante desde ese lugar de acompañamiento. Yo tengo una sobrinita y me parece que si un día se le ocurre leer los clásicos, me parece que está bien, que es algo que puede hacer, pero también estar ahí para decirle: “No, mirá, esto viene desde acá, esto desde allá…”. Yo siempre pienso que de chica leía María Elena Walsh como súper diferente, ¿no? entonces lo que leemos desde chicos también nos forma. Digamos, entonces, darle la oportunidad a lxs niñxs leer lo que quieran, darles la oportunidad de reflexionar sobre lo que están leyendo, no tomarlxs como tontxs ¿no? Y a eso viene “Caperucita” también; lxs nenxs no son tontxs, se dan cuenta de las cosas, entonces es importante dar herramientas para darse cuenta de lo que están leyendo y elegir lo que leen.
Estudiante: -¿A qué edad comenzaste a escribir?
A.C: -No recuerdo muy bien. Cuando entré a la Secundaria, empecé a tener mi cuaderno para escribir y esas cosas, pero no me lo tomaba muy en serio. De chica, por alguna razón, tenía esta fantasía de ser escritora aunque no entendía en realidad lo que conllevaba, no tenía a nadie cerca que fuera escritor, tenía muy idealizado el proceso. Cuando entré a la Secundaria, escribí a modo de supervivencia, porque no fue un momento muy lindo de mi vida, aunque era una cosa más relacionado con expresar y no con trabajar el texto.
Creo que a los 14 ó 15 años fue que empecé a ver la escritura desde otro lugar, que podía hacer otras cosas, que podía trabajar, esto fue debido a que entré al taller de poesía y pude tomar distancia del texto y darme cuenta de lo que estaba haciendo.
Estudiante: -¿Qué género te gusta leer?
A.C.:-Me gusta leer varias cosas; soy una persona que no tiene favoritismo por nadie, aunque hay autores que me gustan mucho. En cuanto a los géneros, en su momento me gustaba mucho la ciencia ficción que fue con lo que me adentré a la lectura, pero ahora estoy leyendo cosas más realistas; me baso en recomendaciones de conocidos o de Internet.
Estudiante: -¿Tenés pensado escribir otro libro?
A.C.: -Sí, de hecho ya lo estoy escribiendo. Tengo muchos poemas guardados que pueden convertirse en libros tranquilamente.
Ana Clara también comentó que su libro tiene “mucho para dar” y que cada persona puede interpretarlo de diferentes maneras. También nos habló sobre las crudas realidades que se mencionan en él. Expresa, además, que es complicado ser joven y adentrarse en el mundo de la escritura, y desea que su libro le llegue a la mayor cantidad de lectores interesados para así compartir sus escrituras y pensamientos.
La poeta nos plantea que su libro es una crítica a problemas sociales como el abuso y la violencia familiar. Además, afirma que la literatura tiene el poder de manifestar más juicios encontrados en la sociedad diariamente como la lucha por los derechos de la mujer y los estereotipos impuestos. Hay más personas que presentan en sus textos problemáticas de este tipo pero usando frases como “Ni una menos” y “Paren de matarnos”, que aunque su intención es buena, no logra captar las emociones del lector. Ella sugiere que una forma efectiva de hacerlo sería creando poesía desde el punto de vista de una víctima, su protagonista, y así generar empatía en el otro. Al respecto nos decía: “Falta mucho. La literatura más allá de que sea arte y se crea que es más abierta y copada, en realidad en ella las mujeres no tienen tanto lugar. Hay que luchar mucho para llegar a una autora y es más fácil leer autores, pasa con las artes en general. Es muy difícil hacerse lugar para ser leída.”
Estudiante: -¿Por qué recomendarías que leyeran tu libro?
A.C.: -Lo recomendaría porque creo que es algo distinto, yo lo siento así. Intenté hacer algo como fuera de lo que ya he leído o es común. Me parece que es muy interesante lo que tengo para decir. Es un libro fácil de leer, es corto.
Estoy muy orgullosa del libro. El concepto de las viñetas y los poemas me parece muy copado.
En esta entrevista la profesora Mariela Rodríguez dio su opinión, “hay algo que se repite, es la respiración profunda, el hecho de tomar aire (sorprendida)”. Ella dice que es un libro que desarma, que no puede ser moralizante ni dar un mensaje claro, justamente todo lo contrario.
El diálogo nos hace poner en el lugar de la mujer o del otro en cuanto a la violencia, muchas veces se critica o se hacen burlas sobre ese tipo de cosas, pero no sabes si te puede pasar algún día.
La autora nos hizo ver que todos podemos escribir, expresar emociones y llegar a otros. El libro no intenta ser moralizante, sino que a través de las rupturas que son “cuchillos” como se expresa en un momento, se producen las rupturas en las distintas sensaciones y escalofríos al leer cada verso. Ante la consulta acerca de si tiene otros libros por publicar responde que tiene más de uno y varios proyectos en mente.
Para cerrar la entrevista, la vicedirectora del colegio aseguró que la parte final del libro “provoca escalofríos y sin pensar que la intención sea adoctrinar, genera impacto”. Le remarcó a Ana Clara que era impresionante cómo había utilizado los recursos, las imágenes. También le dejó en claro que ella se tendría que sentir satisfecha con los resultados porque genera algo en el lector muy fuerte que no es poca cosa.
Gracias a esta entrevista pudimos no sólo conocer la creación del libro “Caperuza”, sino que también conocimos la vida de la escritora, sus pensamientos y emociones, que nos llevaron a entender otras realidades y envolvernos en el mundo de la literatura.
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Periodistas por un día
La Escuela Secundaria N°2 y la tarea desarrollada con “De Caperucita a Caperuza: un proyecto de literatura y ESI en tiempos de pandemia”
En el mes de septiembre, las profesoras de Literatura, Mariela Rodríguez y M. Eugenia Arrupe, de 6° y 5° año de Escuela Secundaria N°2 (Ex Colegio Nacional), les propusieron a sus alumnos de diferentes cursos, un trabajo colectivo el cual finalizó con una entrevista virtual a la joven escritora platense, Ana Clara Chirdo, quien recientemente, y también en contexto de pandemia, publicó su primer libro de poemas titulado “Caperuza”, en la editorial Vuelo de Quimera.
Los estudiantes se mostraron interesados en la poesía de la joven, quien a partir de un estilo audaz, a la vez que muy poético, deconstruye el relato tradicional de la niña inocente del cuento tradicional de Caperucita Roja. El proyecto comenzó con una indagación por parte de los estudiantes acerca de las versiones populares de este relato y las reflexiones compartidas en torno al lugar de las niñas en los cuentos tradicionales, de los hombres, las advertencias de las madres y abuelas, conversaciones vinculadas a la representación del cuerpo y de la sexualidad en estos relatos, que al ser releídos en el secundario, posibilitaron a los jóvenes hallar nuevas significaciones para repensar las ideas de estos cuentos, y de la sociedad.
“Caperuza”, un
libro que moviliza
Ana Clara Chirdo nació en el año 2003 en la ciudad de La Plata, proviene de una familia que incentivó su gusto por la lectura y la poesía. Actualmente está transitando su último año de Secundario. Asiste a talleres de escritura dictados por Eugenia Stracalli y allí escribió su primer libro llamado "Caperuza", que se publicó en la editorial Vuelo de Quimera Editoras, en 2020.
Cada texto de “Caperuza” tiene dos tipos de escritura: prosa y verso, por un lado los párrafos que están escritos en prosa, al estilo de viñetas, reescriben un fragmento del cuento “Caperucita Roja”. Por otro lado, lo que está escrito en verso, es una versión macabra, y en clave poética, de esta historia.
Como se explica en el prólogo del libro, trata sobre diferentes ideas recurrentes, transgresión, fábula rebelde, humor negro, deshumanización y resistencia poética.
Esta autora sostiene una mirada feminista en su escritura y denuncia situaciones de violencia y acoso, como se puede ver en la siguiente viñeta:
“Caperucita aceleró el paso, pero él la agarró del hombro.
-Escuchame una cosita, pendeja.
Se quedó paralizada en el lugar, sintiendo la piel pegajosa del Señor envolviéndole la cintura por detrás. Le desanudó su capa, tiró de ella y acariciando su cabello le susurró:
-Me dicen :”El lobo”, mi amor. Contáme cómo te llamas.”
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Los estudiantes que
participaron de la propuesta
-6° Economía: Camila Pérez, Karen González, Antonella Muñoz Defendis y Débora Moro
-5°1a Naturales: Alejandro Estaba Gamboa, Irene Castro Aparicio, Kling Ianela, Nahuel Mocdece, Agustina Montecinos, Alan Pavía, Valentín Sein, Joaquín Valles, Aymara Ramírez, Ignacio Ordás, Valentina Palla.
-5°1a Sociales: Nahiara Gómez, Zoe Gaete, ThiagoVelázquez Giuliani, Santiago Saldías, Florencia Mohr, Franco Valentín Martínez, Julieta Ferrero, Belén Zalazar, Tomás Vargas, Brenda Lencina, Yazmín Lencina, Martina Escujuri, Morena Di Salvo, Valentina Alonso, Maximiliano Lara, Abril Álvarez, Juan Ignacio Sala, Zoe Llanos, Iara Sabadini, Nazarena Gutiérrez, Valentín Brunoldi, Juan Manuel Laverens, Ignacio Pinelli, Nahuel Salarayan, Tomás Blas, Diego Duca, Agustina Suárez.
-5°2a Sociales: Joaquín Díaz Bailón, Guadalupe Aguirre, Fabiana Benítez