“Nos sorprendió. Sabíamos que estábamos avanzando, pero la realidad es que es un acto cobarde que nos han hecho a nosotros y a nuestras familias por el solo de hecho de tratar de defender nuestra fuente de trabajo”, dijo. 

En ese sentido, Anta se refirió a la manera que la amenaza fue recibida por los obreros y sus familias, como así también las medidas dispuestas para evitar un eventual ataque, “nos estamos empezando a agrupar mejor dentro de las guardias, cerrando mejor las plantas. Nos pusimos en contacto con toda la gente que nos ha ayudado, desde el Gobierno Nacional hasta nuestros abogados, durante la semana tenemos que ir a la Fiscalía para ver cómo avanza. Tenemos que tratar de estar más unidos que nunca dentro de la planta para cuidarnos”. 

Al respecto, el titular de la cooperativa de trabajadores reconoció que son sus propias acciones las que habrían motivado la amenaza, “estamos metiendo muchas denuncias con respecto a lo que está pasando y por eso creemos que viene por ese lado. El temor es sobre nosotros y nuestras familias, sin cuyo apoyo no hubiéramos llegado hasta acá. Por eso es duro que te toquen los seres queridos. Pero esto no nos tiene que amedrentar, nos tiene que dar fuerzas para seguir adelante”.

Después de formar la cooperativa en febrero de este año, hicieron las presentaciones en el INAES (Instituto Nacional del Asociativismo y la Economía Social) para conseguir la matrícula, que finalmente obtuvieron a mediados de junio, “a partir de la conformación de la cooperativa hemos actuado en el concurso para ser escuchados y que se sepa que los trabajadores quieren recomponer la cultura del trabajo dentro de la empresa”, explicó, antes de recordar que “la gran mayoría de los socios siguen siendo empleados (de Cereales 3 Arroyos). Muchos se han dado por despedidos de la empresa, pero otro tanto no. Somos los que la seguimos luchando y perseverando para lograr ponerla en funcionamiento con un plan de trabajo, un proyecto económico y financiero, una estructura sólida dentro de la cooperativa”.

En el marco de esa lucha y reclamos, es que Anta localizó sus sospechas sobre los responsables de las amenazas, “suponemos por donde puede venir, las actitudes nuestras en el concurso han sido muy fuertes y puede que venga por ahí la intención de amedrentarnos”, estimó. 

En la mañana del sábado, un mail anónimo emplazaba por 72 horas a los trabajadores de Cereales 3 Arroyos y a sus familias “único y último aviso”, sostiene el texto de dos líneas que ya fue presentado ante las autoridades de nuestra ciudad.