Alvarado cumple cien años de vida comercial

Hoy, Alvarado S.A. está cumpliendo nada más y nada menos que 100 años y se convierte, junto a un puñado de otras empresas, en una de las más añejas de la ciudad. 

 Como una jugada del destino, el centenario llegó en una época rara, distinta, aunque no por eso la celebración se dejará de lado ya que, más allá de no haber ninguna fiesta, el espíritu de alegría por haber llegado a este número está presente en los integrantes de la empresa.

 Para dialogar acerca de la fecha, de la historia y de la actualidad, La Voz del Pueblo se reunió con José Alvarado, quien hizo referencia a los inicios, las distintas generaciones que intervinieron en la actividad y la etapa actual. También destacó el apoyo del personal y la confianza de la comunidad. 

 – Hemos arribado a los primeros 100 años de vida de esta empresa que inició Ricardo Alvarado el 22 de octubre de 1920, con lo que fue la inauguración de su fábrica de mosaicos. Para nosotros es una fecha muy significativa y nos pone muy contentos haber logrado mantener vivo este proyecto comercial que iniciara nuestro bisabuelo hace ya 100 años. Estamos ya en la cuarta generación de la familia incorporada a la empresa y eso nos llena de alegría. 

 Sin dudas el año pasado, cuando la empresa arribaba al 99º aniversario y se avizoraba el centenario, nada los hacía pensar en que el mismo llegaría en este contexto. “Este centenario nos encuentra en un momento que, a priori, es diferente a lo imaginábamos por cuestiones ajenas a la empresa y que implican que hoy el centro de atención no este puesto en los festejos, sino en el cuidado de la salud del staff de la empresa y de los clientes” remarcó Alvarado, mientras indicó que, hoy en día, Alvarado S.A. cuenta con “31 personas desarrollando distintas actividades comerciales”. 

 Al describir el funcionamiento ante la pandemia de Covid-19, dijo que “en lo que a salud respecta, respetamos los protocolos establecidos, y tratamos de no exponer a las personas a situaciones riesgosas respecto del virus. Exigimos cumplimentar las normas de ingreso a los locales, y el uso de barbijos a todos los que integramos la empresa. El año también es atípico desde lo económico, con un segundo semestre de gran demanda de materiales de construcción, pero con muchísimas restricciones de las fábricas respecto de la entrega de los mismos”. 

La situación económica y el contexto social que vive no solo el país sino el mundo, por la aparición del coronavirus, determina que las empresas no puedan pensar mucho más allá. 

En ese sentido, José Alvarado entendió que “lamentablemente, como el resto de las Pymes argentinas, el objetivo más importante que tenemos, dadas las circunstancias, es sobrevivir” e indicó que “por supuesto que la empresa siempre apuntó a crecer a través de nuevos emprendimientos o de nuevos productos a la venta, pero para que esto suceda necesitamos un marco económico estable que nos permita proyectar e invertir con un nivel de certidumbre lógica”. 

En el final de la charla, José Alvarado se tomó unos minutos para expresar el “agradecimiento por el esfuerzo efectuado por todos nuestros colaboradores, varios de ellos con más de 25 años en la firma. Además quiero agradecer a la comunidad por tanto tiempo de relación con Alvarado S.A. y por la confianza depositada en la empresa y en su gente”.

Alvarado S.A. se destaca, además de por su longevidad, por ser una empresa familiar. Aquel proyecto que inició Ricardo Alvarado hoy tiene continuidad en la familia ya que el directorio está conformado por los nietos del fundador: Jorge Alvarado -actual presidente de la empresa- y su hermano Raúl.
Además forman parte de la firma José y Alejandra Alvarado, quienes integran la parte administrativa y de atención al cliente, respectivamente.  

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Resumir 100 años no es tarea fácil. Pero para José Alvarado, retratar la historia familiar parece sencillo: “Ricardo Alvarado, fundador de la empresa, nació en el año 1886 en Villa de Remolina, en la provincia de León, en España, y en el año 1900 viajó a la Argentina. El 22 de octubre de 1920 inició su actividad en Tres Arroyos, cuando inauguró una fábrica de mosaicos que se llamaba La Perla del Sud y que funcionaba en avenida San Martín Nº135. Al poco tiempo la dirección de la firma se mudó a la actual, Alsina Nº255, y en año 1979 la empresa pasó a llamarse finalmente Alvarado S.A., transformándose en una sociedad comercial. 

Posteriormente, comenzó a diversificar sus actividades y abrió su local de avenida Caseros destinado a la venta de materiales gruesos de construcción y una sucursal en Claromecó. 

En cuanto a la dirección de la empresa, Ricardo Alvarado dejó a cargo de la misma a su hijo Oscar Alvarado (mi abuelo), quien a su vez en la década del ‘90 le traspasó el control a Jorge Alvarado (actual presidente de la empresa) y a su hermano Raúl, integrante del directorio”.