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Piden que el municipio se haga cargo de la bajada accesible

Después que Claromin decidiera dejar el mantenimiento de la bajada accesible de Claromecó en manos del municipio, y ante la incertidumbre porque la misma deje de estar funcional, presentaron un proyecto de ordenanza para que el Estado se haga cargo se sostener el servicio en un espacio público. 

“Se consensuó con el Consejo de Discapacidad, es lo que se viene trabajando. La idea es regular esa bajada accesible que es la única y además es importante porque está hecha en una bajada municipal”, dijo a LA VOZ DEL PUEBLO la concejala del Frente para la Victoria/PJ, Mercedes Moreno. 
Explicó la legisladora municipal que uno de los aspectos que se contemplan para las próximas concesiones de los servicios de paradores es considerar que “todos tengan condiciones de accesibilidad”, atendiendo a que en la actualidad algunos tienen unos elementos y otros no.
“Eso va a estar incluido en todos los pliegos que salgan, y desde el año pasado todos los pliegos que van saliendo contemplan los elementos de accesibilidad”.

Mercedes Moreno

Única y pública 
Lo importante que resulta -hoy por hoy- tener en condiciones a la bajada accesible toma una relevancia superior para Moreno, porque se convierte también en la única que dispone de una silla anfibia, y resulta ser la que se compró unos diez años atrás a partir de una colecta impulsada desde RCC 97,9 Mhz, y que contó con la colaboración de numerosos vecinos de Claromecó, turistas, el Rotary Tres Arroyos, y el por entonces senador del Frente para la Victoria, Roberto Fernández. 
“Por un lado en el mientras tanto es la única que contempla todo el circuito de accesibilidad y tiene una silla anfibia, y por otro lado en el Consejo de Discapacidad creemos que más allá de que cada balneario tenga la bajada municipal accesible debería seguir existiendo porque es pública y municipal”, estimó. 
Pero no sólo deberá contar con la silla y una muleta anfibia, sino que además la bajada accesible debe estar complementada con “una persona encargada de hacer los baños y debe disponer de una rampa adecuada con barandas”.
 
Supliendo al Estado 
Aún no tiene en claro Moreno, cuándo el proyecto de ordenanza logre contar con el apoyo para convertirse en una norma a poner en práctica. “No sé si será en la próxima sesión pero se está conversando, nosotros defendimos enfáticamente la posición del Consejo de Discapacidad y somos conscientes que la bajada se originó por el trabajo de vecinos preocupados por ese tema”, aseguró. 
Asimismo afirmó que “es una forma adecuada de trabajo cuando se articulan los intereses del Estado y de las asociaciones civiles, y que en algunos casos eso da buenos resultados”.
Trajo a la memoria que en el caso de la bajada accesible se originó con el apoyo de vecinos y del Ente Descentralizado para dar respuesta a una problemática que el Estado municipal no estaba dando. 
“Una vez que la bajada estuvo terminada, el objetivo pasó a ser que el Estado municipal se haga cargo porque es imposible sostenerla por parte de vecinos en forma particular”, recalcó la concejala de una de las expresiones del kirchnerismo tresarroyense. 
Funcionalidad 
 Y en cuanto a sostenerla quiso dejar en claro que se refiere a “garantizar el mantenimiento, porque en la ordenanza se habla del acceso a la bajada, la calle, el estacionamiento de vehículos para discapacitados, la rampa que tenga la barandas enteras que mantenga bien la pendiente y que no tenga obstáculos para circular la silla de ruedas”. 

Así lucía la bajada accesible en el día de ayer, horas antes de iniciar el último mes de la primera mitad del año

Mencionó en cuanto a lo estructural que también se debe tener en cuenta el tramo que va desde la rampa al deck, que debe tener sombra, sillas, y donde además debería estar ubicadas la silla y la muleta anfibia, como cualquier otro elemento que pueda servir, como la alfombra especial para que circule la silla anfibia sobre la arena mojada. 
Pero así como las estructuras deben ser funcionales a los servicios a prestar para el turista y su familia que necesiten dispositivos de accesibilidad, además deben contar con una persona encargada de hacer los baños en el mar “capacitada y con experiencia en manejo con personas con discapacidad y que tenga fuerza para manejarla”. 
Aseguró Moreno que desde el Consejo de Discapacidad se trazaron como objetivo “evitar llegar a la próxima temporada en las condiciones en que se llegó” el reciente verano cuando trascendió públicamente que no había quién se hiciera responsable del uso y los baños de la silla anfibia, cuestión que terminó siendo uno de los escándalos del verano, y fue una de las primeras situaciones con las que debió lidiar Juan Moizzi como nuevo director de Turismo, después del alejamiento de Pablo Ledesma, quien debió dejar el cargo por públicas diferencias de criterio con el jefe de Gabinete Hugo Fernández, que también derivó en la renuncia de Juan José Etcheto a la Secretaría de Desarrollo Económico, Ciencia y Tecnología. 

Todos con silla anfibia 
Mercedes Moreno también aclaró que los nuevos pliegos para la licitación de los balnearios no contienen la exigencia de contar con silla anfibia, pero apuntó que “hay una ordenanza vigente que habla de categorización de balnearios que habla de silla y muleta anfibia”. 
Es por eso que desde el Consejo de Discapacidad “estamos pidiendo que se incorpore y por lo que hemos averiguado la silla anfibia no es costosa pero en definitiva llegado el caso por ahí que no sea obligatorio el primer año, pero si en el segundo cuando el parador haya recuperado algo de la inversión hecha, tener la obligación de contar con la silla anfibia”.
Sobre todo resaltó como lo más importante que los responsables de las concesiones “estén en perspectiva, y que aunque sea en la planificación esté contemplada su compra”.      
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