| Secciones
| Clasificados
Tres Arroyos, VIERNES 29.03.2024
// 15.1 °C
DÓLAR HOY: $843 | $902
DÓLAR BLUE: $980 | $1010

Para generar conciencia sobre el autismo

El 2 de abril es una fecha clave, emblemática y relevante en nuestro país ya que se conmemora el Día del Veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas que lucharon para recuperar la soberanía que en 1833 había sido arrebatada por fuerzas armadas de Gran Bretaña. 

A esta misma fecha la Organización de las Naciones Unidas declaró como el Día Mundial de la Concienciación del Autismo. El presidente de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (Apadea), doctor Horacio Jofre Galibert, y colaboradores, han marcado desde 1994 un camino en la mejora de la calidad de la vida de las personas con autismo. 
Para los padres, en general, es una situación que produce desconcierto; están ante la máxima perplejidad, el asombro, la angustia y los desafíos que pondrán a prueba su resistencia o la vulnerabilidad de su autoestima, además de la constelación social en la que la persona con Trastornos del Espectro Autista (TEA) desarrollará un proyecto de vida. 
«Cada vez que sucede que el autismo cubre a un niño con sus blancos copos de silencio, tiene lugar el comienzo de una historia larga, atormentada y conmovedora. Es el Everest de la psicopatología infantil, el monte más alto y difícil de escalar, es un fenómeno comparable al gigantesco cataclismo geológico que dio lugar a la montaña más alta, el autismo produce un cataclismo evolutivo que aún no puede ser coronado y vencido en la lucha portentosa por superarlo (…)», nos decía un ángel de la investigación y tratamiento del autismo, Ángel Rivière, en aquel histórico ateneo para padres de Apadea en julio de 1995. 
La palabra autismo, conlleva un cúmulo de significados en los que se entremezclan curiosidad, temor, confusión y muchas veces desconocimientos. 
Estas alteraciones en general, y el autismo en particular plantean desafíos importantes de comprensión, explicación y educación. 
De comprensión porque resulta difícil entender como es el mundo interno de personas con problemas importantes de relación y comunicación. 
De explicación porque aún se desconocen aspectos esenciales de la génesis biológica y los procesos psicológicos de las personas con autismo y trastornos profundos del desarrollo. 
De educación porque esas personas tienen limitadas las capacidades de empatía, relación intersubjetiva y penetración mental en el mundo interno de los semejantes, que permiten al niño normal aprender mediante delicados mecanismos de imitación, identificación, intercambio simbólico y experiencia vicaria (Riviere, 1997). 
Las investigaciones de las ciencias como síndrome de un trastorno emblemático del desarrollo humano, caracterizado por las deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas y repetitivas, pudiéndose presentarse en un crisol desde la hiperactividad, impulsividad, agresividad, conductas autolesivas y hasta automutilaciones; arrojan cada vez más preguntas que respuestas para su atención, comprensión y sustentabilidad en todos los ciclos de vida de la persona. 
Pese a la enorme oferta de dispositivos, tratamientos y métodos centrados más en el sistema educativo y en la interdisciplina social, plantea conjeturas en el abanico de la discapacidad por el desorden neurobiológico en su etiología en investigación y dada su condición de «de por vida», afirmándose que no es una enfermedad, es otra forma del desarrollo como consecuencia de una disfunción cerebral que se da antes de los tres años de vida como síndrome incapacitante en los casos más agravados. 
No pueden valerse por sí mismos dada la implicancia en el déficit en la capacidad de pensamiento. La percepción, la imaginación y el lenguaje les dificultan comprender el mundo convencional. 
Su naturaleza compleja se expande en todo el mundo de manera alarmante, es una condición muy difícil de explicar, que nos da una plataforma para la concienciación pública de la existencia del síndrome TEA, sus consecuencias por su diversidad cognitiva, sus grados y efectos relacionados. 
Se demostró que no hay relación causal de los padres, especialmente de las «madres» con los TEA. Si bien no se cura, se puede lograr una inserción social partiendo con diagnósticos fiables y detección temprana y con los apoyos necesarios para romper las barreras desde su reconocimiento como persona en igualdad de condiciones que las demás con autonomía y autodeterminación. 
El color 
Apadea tomó la representación del azul para su logo y marca en 1994, del color del mar, a veces tranquilo y sereno, y otras tan tormentoso como los momentos que vivimos las familias. El color azul es el símbolo del autismo y sirvió para empoderar a las organizaciones y visibilizar el síndrome, siendo ya un clásico iluminar los edificios emblemáticos de las ciudades y sitios más reconocidos en el planeta. 
COMENTARIOS

NOTICIAS MÁS LEÍDAS

No se encontraron noticias.

OPINIÓN

COMENTARIOS
TE PUEDE INTERESAR